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Su mirada se hizo vacía.

Sus manos comenzaron a temblar.

Y por un momento,su corazón dejó de bombear.

-Heh~ Amane~ No esperabas verme~

-Q-que…

-Descuida,Amane… Yo me encargaré de que estés limpio~

-N-no.

-¿Disculpa? ¿Dijiste que si querías?

-Dije que no.

-¿Sí? No te oigo Amane.

-¡QUE NO! ¡QUE TE VAYAS! ¡NO ME TOQUES!

Unos pasos apresurados comenzaron a escucharse a lo largo de la casa. Al estar más cerca del baño,se escuchaban pasos pesados y desesperados. La puerta se abrió sin titubear revelando la figura de un profesor más que aturdido por su confusión y preocupación por su alumno que yacía gritándole a la nada misma. De rodillas y con un llanto inexplicable,más el temblor en todo su cuerpo que no podía controlar,el joven de ojos ámbar pronunció:

-É-Él… Él… Él...estuvo a-aquí…

Tsuchigomori en ese momento,supo perfectamente que su alumno no estaba bien.

-¿Quién estuvo aquí,Amane?

-Él…

-¿Dónde está?

-Aquí...se fue...a casa…

El adulto después de largos meses de espera,por fin sabía el lugar del que provenía aquella actitud depresiva de su alumno.

-¿Quieres que te ayude a bañarte…?-cuestionó pensando si era lo correcto. El más joven asintió levemente, dejando nuevamente que sea consumido por sus pensamientos.

(...)

El joven de cabellos castaños yacía durmiendo en la cama del profesor Tsuchigomori. Su ceño inexpresivo reflejaba un poco de calma en aquel ambiente un poco descontrolado.

Los segundos se hacían minutos,y los minutos se hacían horas.
El tiempo se esfumaba cada vez que le buscaba una respuesta a cada pregunta que formulaba en su cabeza.

Y allí estaba en el medio de la habitación el mayor,mirando al menor en busca de respuestas.

Pero por más que las buscara,no las encontraba.

(...)

Miércoles,3 de marzo.

-¡Buenos días mamá!

-Buenos días Nene-chan.-saludó Nanami alegre mientras preparaba el desayuno.

-¿Papá ya se fue?

-Así es,hubo una emergencia en el hospital.

-Oh...ya veo…

-Toma,disfruta tu desayuno hija.

-¡Gracias!

(...)

-Mocoso,vamos,será rápido. Por lo menos a que te desinfecte bien esas heridas.

-No hace falta. Además se me hará tarde,tengo que pasar a buscar el bolso a mi casa.

-Dije que será rápido.

-Pero…

-¿Yugi?-fue interrumpido por la voz de un médico que se encontraba en la puerta de un consultorio de la guardia*.-Adelante.

-Vamos,mocoso. -se levantó Tsuchigomori del asiento,mientras el menor imitaba su acción.

Ambos ingresaron al consultorio.

-Vaya… Si tenemos a mi hermano eh… Qué sorpresa.

-Sabes que eres al único que puedo recurrir.-respondió el maestro.

-¿Son hermanos?-cuestionó Amane.

-Sí-respondió Tsuchigomori.

-Bueno,no se parecen en nada.-admitió el menor.

Ambos hermanos se miraron entre sí,y por más raro que parezca,rieron sin aguantar la carcajada.

-Anda ya mocoso,siéntate en la camilla.-ordenó el hermano de Tsuchigomori. El menor acató.

(...)

-Bueno, ya desinfecté todo. Deberías ponerte esta crema, así sanará más rápido.-le indicó Tadashi,el menor asintió.

-Gracias Tadashi,ya nos vamos.

-Como digas,espero que vuelvas a visitarme eh.

-Ni en los sueños más lejanos.

—No seas tan frío, que te haya robado a Yako-chan no fue la gran cosa.

—No voy a hablar de ese tema, adiós.

—Hasta luego—intervino el menor despidiéndose.

Antes de que Tsuchigomori pasara el umbral de la puerta, Tadashi lo detuvo fuertemente una vez que el menor estaba lejos.

—Sinceramente, no me importa absolutamente nada de ti. Ni siquiera si estás vivo o muerto. Pero ese alumno tuyo, sin dudas está peor que tú hace muchos años. Creo que todavía estás a tiempo de hacer lo que cuando eras un niño no podías.

-No debes decirme lo que puedo ver, Tadashi.

-¿No vas a llamarme hermano? Extraño que digas eso…
-Nunca más en mi vida te llamaré hermano. Perdiste todo el derecho. Y además, ya tienes a Yako. ¿No te bastó tenerla solo a ella para ti y arrebatársela a tu “hermano”?-planteó Tsuchigomori hirviendo de la furia mientras veía como su pobre alumno salía del hospital.

Tadashi quedó en silencio, sabía que Tsuchigomori tenía razón.

-Hasta luego, Tadashi.- el pelimorado se alejó para perseguir a su alumno mientras los recuerdos del pasado inundaban su mente.

Aquellos recuerdos que los mantenía en una caja cerrada con llave.

Para que nunca salieran...

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

¡Si! ¡Después de meses y meses me digné a publicar este capítulo!

No se esperaban nada de esto,¿no?
Muy pro de mi parte darle un giro a este rumbo 😎

Y no lo olviden, hay que dar giros locos a un rumbo recto, por que sino es aburrido el trayecto.

PD: Perdón gente, creo que hoy tengo el autoestima por los aires JAJDJSKDJDJ

¡Gracias por leer mis galletitas dulces!



En Busca de la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora