꧁Cap. I꧂

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Las cuerdas de shamisen sonaban por toda la habitación mientras todos veían bailar a una joven geisha de cabellos cafés y mirada avellana. Se movía tan elegantemente al son del shamisen mientras abría y cerraba su abanico. Ella siempre había tenido un don para la danza haciendo que cada presente sintiera lo que ella sentía mientras bailaba.

Algunas historias que contaba mediante el baile eran tristes y trágicas, otras románticas y hermosas, pero, la verdad de todo eso, era que nadie sabía los verdaderos sentimientos de la joven geisha Uravity así que lo único que quedaba era suponer lo que sentía.

Al terminar la canción, dramatizó tanto la escena donde el personaje que interpretaba fallece que todos los presentes quedaron fascinados ante el cierre de su danza y aplaudieron con fervor cuando Uravity se inclinó y agradeció por su tiempo.

Todos aplaudían conmovidos a excepción de un joven de cabellos verdes que se encontraba sentado al final de la mesa. Observaba a la joven como la joya más hermosa que había visto nunca, y de esa danza, comenzó su propia historia de amor con la joven Uravity o como era su nombre real, Uraraka Ochako.

(...)

Después de su ultima presentación, Uraraka regresó a su okiya para poder descansar un poco. Había sido un día agotador.

Al llegar, Midnight, la geisha madre, la esperaba.

 —Veo que has tenido un día muy productivo, Uravity— dijo Midnight mirando juguetona a Uraraka.

—Así es, señora Midnight— contestó la joven con voz suave mientras bajaba la mirada ante la mujer mostrándole respeto.

—Bueno, las demás chicas te esperan para ensayar el baile que danzaran el día del cambio de estación a otoño. Recuerda que tu eres la estrella, Uravity— dijo Midnight juntando sus manos y haciendo más melos su voz. Uraraka asintió con una diminuta sonrisa y se encamino a entrar con sus demás compañeras, pero, antes que pudiera hacer aquello, una niña salió corriendo a la puerta, le quito los zancos y los colocó al lado de la misma para que Uraraka pudiera entrar.

Aquella niña pequeña de cabellos largos color celeste y mirada inocente era Eri, la más joven de toda la okiya. Midnight la había rescatado de una situación horripilante que la niña no le gustaba comentar y ahora la criaba para ser geisha algún día, y, aunque era algo pesado ser una criada más de la okiya mientras estudiaba para ser geisha, prefería eso antes de volver a aquella situación que tanto dolor le causo.

Uraraka sonrió cuando vio a la niña mirarle con fascinación en sus ojos y colocó su mano sobre su cabeza acariciándola con gentileza para luego ir al jardín de la okiya donde todas las demás estaban esperándola para ensayar.

Al entrar divisó a las demás geishas y maikos de la okiya. Una de ellas y, su mejor amiga, era una geisha llamada Floppy de verdadero nombre Tsuyu Asui, de cabellos largos color verdes y mirada calmada con una obsesión con actuar como una rana por más que Midnight le dijese que no era una buena publicidad para ella.

Luego, estaba Creati, de verdadero nombre Momo Yaoyorozu, una hermosa geisha de cabellos negros y hermana mayor de Eardphone Jack, una maiko de verdadero nombre Kyoka Jirou. Una chica bastante presente en las redes sociales para ser una maiko ya que jamás se separaba de su celular y siempre tenia puesto algunos auriculares al menos hasta que acompañaba a Momo a algún lugar donde han solicitado su presencia, ya que la misma Midnight siempre terminaba por  confiscarlos para "que no se distraigiera", suele decir ella con arrogancia.

Luego estaba Invisible Girl de nombre verdadero Toru Hagakure, una maiko que es hermana menor de Tsuyu además de ser una chica bastante activa que siempre busca ver el lado positivo de todo.

Boku no "Geiko" (Izuocha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora