Era el día del festival de otoño y después de tanto ensayar, las chicas de la okiya Midnight se preparaban para presentarse en el teatro Minamiza para que, con otra geishas y maikos, despidieran al verano y le dieran la bienvenida a otoño.
Todas se encontraban emocionadas y no habían parado de hablar de la gran oportunidad que se les había presentado. Todas excepto Uraraka, quien se mantenía en su habitación aún a minutos de partir al teatro con las demás.
Desde que había regresado, había perdido aquel encanto que la caracterizaba siendo reemplazado por una mirada triste y melancólica junto con sonrisas vacías y sin sentimiento. En los días previos a la presentación, en los ensayos, había cometido tantos errores que todas se habían preocupado por ella. Uraraka era alguien determinada que siempre ponía atención y se coordina de manera extraordinaria a los tiempos y las poses que debía hacer en las danzas pero desde que había regresado, eso ya no parecía importarle. Se encerraba largas horas en su cuarto sin querer salir a cumplir su trabajo de geisha por más que Midnight la trataba de convencer. Y por más que Uraraka trataba de convencerse que no había fracasado, sentía que la realidad era muy diferente.
De pronto, Uraraka oyó como la puerta corrediza de su habitación era abierta pero no le interesaba en lo más mínimo saber quién había entrado a verla.
—Uravity, estamos apunto de irnos— dijo Tsuyu mirando a Uraraka.
Ella volteó la vista y miró a Tsuyu con indiferencia para luego girar su vista nuevamente a su ventana mientras decía:
—Voy a aceptar ser amante del señor Bakugou— dijo Uraraka de la nada sorprendiendo enormemente a Tsuyu.
—Pero, dijiste que...
—Se lo que dije, pero, creo que no debo seguir esperando el amar a alguien y que él me ame a mi y es iluso de mi parte seguir esperando— dijo Uraraka mientras se levantaba del cojín en donde se encontraba sentada para luego mirar a Tsuyu —Le informare de mi decisión al señor Bakugou después del festival para luego decirle exactamente lo mismo a Midnight para que ella haga los acuerdos correspondientes con él— Tsuyu al escuchar aquello, miró preocupada a Uraraka. Sentía que la chica que tenía frente a ella no era la Uraraka que conocía, ¿Donde había quedado aquella geisha que admiraba? ¿Una que no se dejaba caer, que siempre mantenía una sonrisa aún en las peores circunstancias? ¿Donde había quedado aquella Uravity?
Uraraka salió de la habitación pasando al lado de Tsuyu con la vista al frente sin ni siquiera voltear su vista hacia ella. Tsuyu claramente sintió el rechazo de Uraraka y le dolió tanto como si alguien le hubiera atravesado una daga caliente en su pecho.
Esa chicas que iba al festival, no era Uraraka.
(...)
Uraraka se encontraba en su camerino arreglándose para el momento del baile que compartiría con las demás chicas de la okiya. Se encontraba colocando correctamente la peluca que tenía que llevar para la presentación. Aunque algunas geishas votaban por usar pelucas todo el tiempo, ella no estaba demasiado acostumbrada a usarlas ya que votaba mejor por ir al peluquero para poder realizar su habitual peinado de geisha pero, por las circunstancia, se encontraba luchando para colocar la peluca correctamente.
Por primera vez en toda su vida de geisha, no sentía nada, ni siquiera sentía interés en hacer el ridículo, simplemente bailaría por bailar.
De pronto, escuchó como la puerta era tocada y con un simple "pase" por parte de Uraraka quien no apartaba la vista del espejo para seguir luchando para colocarse correctamente la peluca, una de las criadas de la okiya entro con algo en mano.
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Boku no "Geiko" (Izuocha)
FanfictionUn amor que nació del dulce sonido de un shamisen y del baile de una joven geisha. Un amor que atravesaría el juego cruel del destino para poder lograr permanecer juntos para siempre. Un amor entre dos almas de dos mundos diferentes... La historia d...