꧁Cap. 13꧂

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Era hora. Después de tanto esperar, por fin le habían permitido ver a Bakugou. Había esparcido aquel rumor por todo Gion y ahora, era hora de llevar aquel rumor a los oídos del mismísimo diablo.

Caminaba por las calles de Gion como si fuera cualquier otra noche, con los turistas extasiados al verla caminar como una geisha manteniendo una sonrisa retorcida en su rostro que a todos les parecía encantadora.

Se mantenía erguida sin apartar la vista del frente. Su sonrisa retorcida era lo único que se podía ver en su rostro ya que su identidad era cubierta por una sombrilla de papel pintada a mano mientras caminaba por las calles en camino al punto de reunión.

Se encontraba completamente extasiada por la desgracia que sobrevendrá a Uraraka, la joven que arrancó de sus brazos la persona que más amaba. Quería ver arder la rabia de Bakugou contra ella, verla desangrarse por su mano y nuevamente ser el centro de atención del susodicho.

Vio a lo lejos la esquina donde el rubio la había citado y sonrió aún más al saber que pronto, el rio Katsura se teñiría de sangre. Espero paciente en aquel lugar hasta que finalmente, un auto negro blindado se estacionó frente a ella. De él bajaron Kirishima y Kaminari y al ver de frente a ambos hombres, un brillo sádico invadió sus ojos como un asesino serial apunto de cometer su siguiente crimen.

Ambos hombres se pararon frente a ella y la miraron con cierta frialdad en sus miradas.

 —Antes que entres...— dijo Kirishima mirando severo a la geisha —No intentes nada en contra de Bakugou porque tú sabes tan bien como nosotros que no duraremos en cumplir con nuestro trabajo.

—No tienen nada que temer, mis señores. Esta vez solo le vengo a dar una información de interés a Bakugou— dijo ella sin borrar su tétrica sonrisa de su rostro.

—Espero que esta vez no sea otro de tus trucos para llamar la atención de Bakugou. Sabes bien que él ya no está interesado en ti y  no dudara en matarte si lo intentas de nuevo— dijo Kaminari mirando con seriedad a la chica.

Al escuchar aquello la chica comenzó a reírse de manera lunatica para parar de golpe y mirar a ambos con una mirada demente y sádica.

—Creo no debería ser yo la que tiene que temer, mi querido Kaminari. Puedes estar seguro de eso— dijo ella de manera seria mirando a ambos hombres con aquella mirada llena de locura y sed de sangre. Al ver aquella mirada por parte de la chica, ambos sintieron una extraña sensación recorrer su cuerpo, como si el filo de la muerte estuviera sobre sus cuellos.

Finalmente, intentando ignorar aquella sensación y le permitieron el acceso al auto donde Bakugou la esperaba. 

Ella subió al auto y con lo primero que se topó fue con la mirada bestial y sin ninguna pizca de piedad de Bakugou. Cuando vio aquella mirada sobre su silueta, sus ojos se iluminaron con un brillo extraño y sintió una gran alegría al ver de nuevo aquella mirada color carmín sobre ella.

—Katsuki, nos sabes el gusto que me da verte de nuevo— chilló la joven mientras comenzaba a acercarse a él.

—Si no quieres morir, no te sientas tan libre de acercarte a mi. Recuerda que tú ya no tienes nada que ver conmigo— dijo Bakugou amenazante. Ella solo rió sin comprender el peligro que significaba estar cerca de él, o tal vez, solo lo ignoraba.

—Ay, mi querido Katsuki, no sabes cuanto te he extrañado— dijo ella con voz melosa y con una sonrisa demente.

—Habla rápido, Toga. No quiero estar contigo más de lo necesario— dijo él mirándola con severidad.

—¡Qué impaciente eres, Katsuki! Y yo que quería pasar más tiempo contigo...— de pronto, Toga sintió el frío metálico de la cuchilla de Bakugou sobre su cuello apretando su garganta a lo que ella sonrió aún más y miro a Bakugou extasiada.

Boku no "Geiko" (Izuocha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora