꧁Cap. 12꧂

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Uraraka despertaba después de un largo sueño en una noche helada. La primera nevada de invierno se había presentado aquella noche haciendo que la joven buscara un cobertor más grueso en medio de la madrugada para cubrirse del frío invernal.

Se había despertado varias veces helada y con la nariz sangrante por el frío. Nunca le hacía bien aquellas heladas pero la belleza de caminar por la nieve que dejaba a su paso aquellas nevadas lo compensaba todo. Amaba caminar por las calles de Kioto con la nieve recién caída bajo sus pies y aunque le ardiera la nariz al respirar el frío, el dulce olor de los pinos que se impregnaba en el aire para ella era encantador.

Al parecer se había levantado un poco más tarde que las demás chicas ya que justo cuando bajó las escaleras encontró la mesa totalmente vacía. Aquello le pareció extraño ya que ella estaba acostumbrada a comer con sus demás compañeras justo en el momento que se levantaban. Pero lo que más le extrañaba es que no era la primera vez que pasaba.

Desde que había regresado de su estancia en la residencia Midoriya, después de algunos días, todas las chicas comenzaron a evitarla. Ninguna se acercaba a ella como lo hacían antes y cada vez que se encontraba a una e intentaba hacerla hablar, las chicas evitaban a toda costa el trato con ella dando respuestas rápidas o excusándose que tenia otras cosas de hacer.

Uraraka comenzaba a sentirse apartada, algo que nunca antes había sentido. Había pensado que tenerla devuelta en la okiya alegraría a las demás chicas, pero, al parecer, las cosas eran muy diferentes.

Suspiro un poco deprimida y se sentó en el comedor para desayunar pero pronto sus tristezas desaparecieron al ver entrar a Tsuyu por la puerta que daba al jardín  y al verla, la peliverde también sonrió.

—Buen día, Uravity— dijo Tsuyu con su dedo cerca de la boca  mientras mantenía una sonrisa agradable.

—Hola, Floppy. ¿Tú también vienes a desayunar?— preguntó Uraraka con amabilidad.

—Yo ya desayuné pero no me molestaría acompañarte a comer — dijo Tsuyu mientras se sentaba en la mesa en frente de Uraraka.

La castaña pidió un poco de arroz rojo a una de las criadas quien enseguida se fue a la cocina a prepararlo.

—Floppy, te puedo contar algo.

—¿Qué pasa, Uravity?

—Bueno... no se si me estoy volviendo loca pero... siento que todas las chicas de la okiya me están evitando y no se el por qué— dijo Uraraka un poco deprimida.

—Tal vez solo sea que han estado ocupadas en sus asuntos. Ya sabes que Creati ya tiene un danna y Eardphone Jack y Pinky han estado ocupadas con los guardaespaldas de Bakugou y mi hermanita menor ha tenido un montón de solicitudes a fiestas y reuniones sin mi, mientras que yo sigo viendo al joven Tokoyami con regularidad y que al parecer él se ha interesado en mi y eso me alegra, ya que tu mejor que nadie sabes como me cuesta llamar la atención de los hombres y con él quiero que las cosas sean diferentes lo que significa esforzarme aún más para complacerlo— Uraraka se mantuvo pensando las palabras de Tsuyu y asintió encontrando sentido en lo que la peliverde había dicho.

—Tal vez tengas razón. Ellas han estado ocupadas y tengo que recordarme a mí misma que no soy el centro del universo. Ellas también tienen sus vidas y tengo que considerar aquello.

Dándole fin al conversación, la criada volvió con el cuenco de arroz rojo que Uraraka había pedido. Ella comenzó a comer gustosa mientras conversaba con Tsuyu sobre una que otra cosa que se le venía a la mente, pero, de pronto, la misma criada regresó disculpándose por interrumpirlas con un hermoso jarrón de porcelana fina donde resaltaba un hermoso ramo de rosas de un intenso color carmín.

Boku no "Geiko" (Izuocha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora