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La mente de Danna estaba en blanco, no sabría como reaccionar. Apenas llegaba a ese lugar y ¿ya le ofrecían un puesto de trabajo?

─Comprendo que esto es algo inesperado, no tenía planeado añadir a otro miembro en nuestro equipo...pero en realidad nos ayudaría a combatir el crimen ─opinó─. Te pondre aprueba para que me demuestres de que eres capaz.

─Nunca vi a alguien llegar a un lugar y que le ofrezcan trabajo ─dijo─, pero acepto.

─De acuerdo ─dio una de sus radiantes sonrisas─, espero de que des todo tu potencial ─se dio vuelta y observo al resto─Bien termino el show, vayan a sus casas que es tarde. Los quiero a todos a primera hora mañana para iniciar con los entrenamientos.

Los cinco adolescentes bajaron por el tubo, recogieron sus pertenencias y salieron de la Capi-Cueva.

─Oigan ─la pelinegra llamó la atención de sus amigos─, ¿que les parece una pijamada en mi casa? ─sugirió─.

─¿A estas horas? ¿Tus padres no se molestaran? ─pregunto la chica ruda─.

─Nop. Nuestros padres regresan en la mañana
─dijo Miles─, además estamos creciendo, nos dan permiso a ciertas cosas.

Todos los jóvenes le daban razón a los mellizos ─Por mi estaría bien ─opinó la recién llegada─, quisiera conocerlos mejor.

─¿Tu que dices Bose? ─pregunto Mika─.

─Una pijamada no es una pijamada sin mi ─hablo con arrogancia─así que si, si iré.

El grupo se superhéroes fueron en dirección a la casa de los mellizos, lo cual no era muy lejos de donde estában, subieron las escaleras del pórtico y se adentraron al hogar. Dejaron sus cosas en los sillones de la sala de estar y subieron los escalones en dirección a la habitación de la mayor.

─Bien ¿que quieren hacer? ─les preguntó el menor a sus amigos─.

─¿Que les parece ver unas películas de terror?

─No gracias ─negó rápidamente el chico de cabello hermoso─, esas películas no me hacen querer dormir.

─Oh vamos ─lo incentivo su nueva amiga─, sera divertido.

─Bien ─termino cediendo─, ¿cuál de todas?

─¡IT! ─exclamo rápidamente Chapa─.

─Oh no, no, no ─la recién llegada no quería ver esa película─, yo no he dormido por 4 días por Pennywise.

─Oh por favor Danna ─rogaba su hermana menor─, por mi ─hizo ojitos de cachorrito─.

─Bien, si grito es por culpa de ustedes ─advirtió─.

Vieron la película que se habían propuesto ver, y sigue tal cual como la recordaba la nueva, esa película le dejará un trauma de por vida.

─Creo que no dormiré por mínimo una semana
─admitió Danna─.

─Yo también ─estuvo de acuerdo el chico, que estuvo más pendiente de la chica nueva que de la película─.

─Oh vamos ─se quejo el chico que se apodaba "ausente"─, ese payaso no da miedo.

─Si, si, si como digas ─su melliza quería omitir el tema, aunque muy en el fondo también le casuaba escalofríos Pennywise─, que alguien traiga el helado, por favor.

─Yo iré ─la de cabello corto se levantó de donde estaba y se dispuso ir a la cocina─,
Danna trata de no morir en mi ausencia ─se burló─.

Dio una risa, claramente sarcástica, y perdió a su hermana de vista. Segundos más tarde, una lechuza, con plumas más blancas que la nieve y ojos brillantes que se pueden ver incluso de noche, apareció en la ventana de la habitación de la joven adolescente.

─¿¡Qué es eso!? ─Bose estaba, internamente, entrando en pánico─.

─Oye, su nombre no es "eso" ─reprochó─su nombre es Hegel y es la lechuza de mi abuela ─se acercó a la ventana del cuarto─.

─¿Una lechuza? ─Miles estaba confundido─ ¿Cómo medio de comunicación?

─Si lo se es raro ─comentó─, pero así es mi abuela, ella me cuidaba por unos días mientras mis padres no estaban ─fijo su vista en el piso─la culpan a ella de que tenga estas otras habilidades, pero yo pienso todo lo contrario.

─¿Y por que la culparían de eso? ─cuestionó la pelinegra─.

─No lo sé, nunca me atreví a preguntar ─tuvo que mentirles, por más que nadie se lo haya dicho, sabia el secreto más oscuro de su familia─.

─¿De que hablan? ─la menor estaba entrando nuevamente a la habitación─.

El pulso de la joven aceleró de inmediato─Solo les hablaba un poco de la abuela.

─Oh, esta bien ─no le tomo importancia─.

Todos comieron el Helado, estaba el sabor favorito de cada uno. Al acabar, todos agarraron una bolsa de dormir, junto con una almohada, se dirigieron a un rincón de la habitación y cerraron sus párpados para dormir. Todos excepto Danna, la cual no podía conciliar el sueño.

─¿Tu tampoco puedes dormir? ─pregunto alguien en susurro─.

No era la única despierta en la habitación.

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 𝐋𝐀 𝐅𝐔𝐄𝐑𝐙𝐀 𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora