"Ella es una santa con los labios de un pecador."
Luego de aquella peculiar tarde y que cada una partiera caminos, Rosé entraba de nuevo a la universidad sin verdaderas ganas; hoy era un día al que ella le gustaba llamarle "Existencial".
Verán, un día existencial en la vida de Park Roseanne, es uno en el que contempla los misterios del universo, come poco y calóricamente elevado, y se siente triste sin razón alguna, lo único que quiere es un abrazo diciéndole que todo estará bien.
Sin embargo, este día existencial, mutó. Mutó por un pequeño cambio en su rutina.
Mutó porque Jennie no pudo abrazarla y decirle que todo estaría bien, porque estaba tirada a 5 calles en su cama extra grande con una borrachera tan grande como su colección de Chanel.
Aunque la menor atribuye más su "D.E" al cansancio y vacío que me dejó la tarde anterior.
Así que la australiana tiene que pasar esta nueva cepa de días existenciales por su cuenta, porque la cura anterior es inútil, y tiene que crear sus propios anticuerpos.
Hablando de curas, ahí viene la suya.
—¡Rosie!—Gritó llamando su atención, la aludida no la distingue a lo lejos, pues carece de sus gafas; pero puede notar como aquella dulce y algo rasposa voz se escucha agitada.—¡Roseanne, espera por mí!—Exclamó, ahora en inglés.
Rosé devuelve la sonrisa que le dedica, aunque esta no llega a sus ojos como siempre.—Ey, Nini.
Jennie nota la sonrisa, pero no le comenta nada.—Ey, Rosie.—Rosé no habló más e hizo un gesto de que la siguiera pues tenían una optativa juntas.
—Ugh. Como me duele la cabeza...—Se quejó la mayor.—¿A ti no te duele, cariño? Ni siquiera sé cómo puedes hablas luego de cantar la mitad de las canciones de ayer.
La australiana ríe sin verdadero humor, y dirige su mirada hacia Jennie.—¿Tomaste algo? Y respecto a tu duda, no. No me duele la cabeza porque sabes que no bebo licor.—La contraria deja salir un sonidito que le suena a que comprende, y Rosé lo deja ir.
—Sí, tome algún analgésico en la mañana pero me frustra que aún no se haya aplacado. Y aún me debes una explicación del por qué aún puedes hablar.—Señaló.
La menor hizo un mohín con sus labios, mirando hacia arriba.—Eso es un secreto confidencial al que no puede acceder, señorita Kim.—Susurró haciendo reír a su mejor amiga.
—Ya, claro, seguramente tomaste té de jengibre y limón.
—¡Jennie! Arruinas mi fachada de agente secreto...—Formó un puchero.—Tendrá que pagar un precio por herirme, señorita Kim.
—¿Ah sí?—Preguntó mientras Rosé envolvía sus brazos alrededor de sus hombros y ella pasaba las manos por su cintura. Recibiendo un asentimiento de parte de la cabeza australiana, cuestionó.—¿Y cual sería ese precio?
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LOVE WILL TEAR US APART.
Fanfiction¿Alguna vez han experimentado lo que es estar enamorado de una persona y tener que actuar como si no importara? ¿Saber tus sentimientos y que tu mente les de significados día y noche pero aún así, tus labios no los vuelven reales y tu cuerpo no los...