¿Alguna vez han experimentado lo que es estar enamorado de una persona y tener que actuar como si no importara?
¿Saber tus sentimientos y que tu mente les de significados día y noche pero aún así, tus labios no los vuelven reales y tu cuerpo no los...
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Jennie es una persona con mucho talento, teniendo virtudes y habilidades en distintos ámbitos; la inteligencia siendo uno de ellos.
Ocupando casi siempre los primeros puestos en las listas de calificaciones, buen punto de vista, tan elocuente e impostada como una abogada.
Pero aún así no entendía.
Por muy buenos resultados que haya tenido en sus exámenes de primaria y secundaria, por muchos halagos que haya recibido desde pequeña gracias a sus capacidades y hasta la estima que ella misma se tenía, el orgullo de la persona que era.
Aún así, seguía igual de confundida.
¿Quiénes eran Lisa y Jisoo y cuál era su relación, exactamente?
No podía procesar bien todo lo que había pasado esas últimas semanas, tampoco los nuevos descubrimientos que estaba teniendo. Y oh, tenía tantas dudas.
Todo aquello y se suma a Rosé aún ignorante a su crisis, porque evidentemente no había motivos para una en su mente. Debía dejar de ocultarle cosas a la menor, siempre que lo hacía todo terminaba mal.
Repasaría todos los acontecimientos desde el inicio y les buscaría una explicación lógica.
Se había acostado en una fiesta con una en demasía atractiva chica, llamada Lisa. Todo normal hasta los momentos.
Eso. Hasta que recordaba como se presentaba siendo la novia de alguien más. Eso, hasta que le siguió coqueteando como si nada aún con su novia al lado. Eso, mientras su mente volaba hasta la escena de Jisoo molesta rechazando a Lisa. Oh y eso, cuando minutos atrás, el pollito chismoso le había dicho indirectamente que Jisoo, supuesta novia de Lisa, era una promiscua de primera.
¿Qué es lo que les pasa a esas dos?
No pudo evitar pensar en Rosé de nuevo, pues su mejor amiga no sabía nada de todo aquello.
Y es que Jennie tampoco podía comentarle algo porque, ¡Ella tampoco entendía!
Además llevaba días notando a Rosé extraña, más angustiada de lo común y no sabía si se debía al cambio de ambiente por su ingreso a la universidad o si algo más pasaba.
Se aseguraría de preguntarle mañana.
Por los momentos, necesitaba pasar a alguna tienda para ver si su mente se relajaba con las impolutas telas de Armani.
Tenía que analizar varias cosas.
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