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Hoseok

-No lo sé Tae. No me da buena espina todo esto- expresé en total desacuerdo. No quiero a Jimin envuelto en todo esto, al menos no en esto. Ya demasiado tiene por resolver- Sabes que todo es impredecible en esta mansión. Jimin es muy frágil, meterlo en esto es muy arriesgado- mentira. Jimin a lidiado con cosas peores, lo sé. Lo he visto con mis propios ojos y lo he pagado con heridas en mi propia piel. Solo soy un espectador, no quiero ni imaginarme qué le sucede a él que lleva el pesado título de actor principal en una pesadilla cada vez más pesada y profunda.

- Te digo que no hay problemas Hobi, todo está arreglado. Jimin trabajará aquí por un mes al igual que todos los demás antes de él, luego Jin moverá sus hilos y lo echará con cualquier pretexto desde las sombras. Yo más que nadie quiero proteger a mi pequeño y adorable Jimin, pero sabes lo testarudo que es. Necesita el jugoso pago que me encargaré de que reciba y así pagará la universidad y el alquiler de este mes.- Odio admitirlo pero Tae es muy persuasivo.

-¿Solo un mes?- suspiré rendido, pues es cierto que Jimin ha estado teniendo problemas económicos desde hace unos meses por culpa de Li. Siempre deja su cuerpo amoratado y terminan malinterpretando a Jimin en sus empleos. Li siempre busca la forma de hundir más a Jimin. A veces creo que la palma de la mano de Li es el límite de la vida de Jimin y por más que éste corra... con tan solo cerrar su mano Li puede aplastarlo, hacerlo gemir de dolor, destrozar sus sueños y robarle el alma.

Suelo pensar que las sonrisas de Jimin es una de sus tantas máscaras que usa para disimular cuando no quiere que vean mas alla de el. Realmente el solo pensar que Jimin contempla el suicidio o siquiera pensar el si se rompe o no al encerrarse en las cuatro paredes cual llama hogar.

No puedo evitar recordar la primera vez que lo vi entrar al bar. Parecía estar perdido, era como ver a un bebé descubrir su reflejo en "la ventana de su alma" había desesperación, mortificación y un sin fin de emociones que a primera vista no supe identificar.

En un principio creí que era un adolescente más cegado por las ganas de lucir algo que no tiene, pero al ser enviado cobrarle a su casa supe que no, definitivamente Park Jimin no era así. Tras tratar periódicamente con él; me di cuenta de que en definitiva Jimin es alguien dispuesto a dar su vida por alguien más porque de no ser así nada de esto hubiese sucedido.

Sus gritos, la sangre, el miedo, los ataques de pánico, insomnio, magulladuras. Jimin aceptó todo eso por alguien más, nunca se quejó, nunca cuestionó el porqué a él, nunca lo escuche desear que alguien más tomará su lugar, ni siquiera cuando todos lo vimos temblar de miedo, convulsionar en espasmos y agonizar ante las palizas que se ganaba por no entregar el pago a tiempo, aún sin saber que Li le cerraba las oportunidades de empleo en la cara.

Remordimiento es una palabra muy pesada, pero para mi es relativamente inesfable. Siempre lo supe; nunca lo dije. La primera y última vez que intenté cambiar las cosas terminé con un Jimin aún más precario aspecto lamentable; rogandome de forma tan lastimera que jamás vuelva a interferir, que jamás podría vivir con tal remordimiento en la espalda y que al igual que a él, no soportaría perderme.

Me sentí estúpido al tener miedo de enfrentarme a Li, y aún más por ser tan patético y tener que hacerme de la vista gorda a su sufrimiento. Todos tenemos problemas, pero Jimin parece la definición andante.

-Lo siento Jimin... debí oponerme desde el principio- sé de sobra que no puede escucharme, pero tengo la necesidad de hablarle, siento grima al no saber si es por temor a mi vida por Jie Li o si es porque estoy preocupado por él hasta temblar.

Su pequeño cuerpo con vendajes en los lugares donde fue herido, su labio partido por las posibles mordidas a causa del terror del momento y en tono amoratado por la falta del color. Marcadas ojeras y sin señal de despertar por el momento.

- Está estable. Su condición no es la mejor, no ha estado consumiendo los inhibidores correspondientes...

-Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, esos son los que le recetaron. Más específicamente la paroxetina.

-Como le decía... analizando su condición no ha estado consumiendo los medicamentos desde poco más de año y medio y quizás más. Las heridas en su cuello son profundas, tal vez no pueda hablar normalmente por unas semanas y en cuanto a la herida de la pierna, afortunadamente no dañó los ligamentos. Necesita estar en reposo y consumir sus medicamentos sin falta, me temo que si no los toma pueda terminar agravando la situación.- asentí en silencio y esperé a que se fuera pero.. - y joven- le miré- independientemente de lo que haya pasado, le recomiendo asistencia psicológica. No creo que esté del todo bien despues de eso.

Salí lo más rápido posible de la habitación y me encontré con Li al cruzar la puerta. El nudo en la garganta me corta el habla y su mirada sobre mí hace que tiemble cual niño asustado. Su sonrisa torcida no me ayuda a recuperarme de la impresión; sabe que le tengo miedo, sabe que con solo mirarme se me drena la vida.

Me recompongo lo suficiente para hablar- Está estable- Eso es lo único que le digo para ir donde están los demás cuando percibo que Li salió del hospital, sé que Nam percibió algo en la atmósfera y por la mirada de Tae se que es ahora o nunca.

-Dime aquello que sabes y yo no- no era una petición, no es un favor, es una amenaza que puede pasar por absurda, pues conoció a Jimin hace 4 años mientras que yo estoy con él desde los 16.

- Lo que les diré- miré a todas partes, la paranoia es algo común para personas que ocultamos cosas, para personas como yo que vivimos un segundo de milagro. Aquellas que llevamos el miedo y la culpa en la piel.- Si valoran la vida de Jimin y la suya propia esto no lo sabrá nadie. Ni siquiera Jin.-ambos asienten aturdidos, pues no suelen ocultarle cosas a Jin y a pesar de que en este caso juego en ambos lados debo asegurar el bien de Jimin para exonerar mi pecado lo más posible.

Todos tenemos secretos, pero los míos... los míos se están comiendo mi alma mientras me pudren lentamente.

Mi nombre es Jung Hoseok... y en esta historia soy las moneda de dos caras. 











NOTA: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, que generalmente son seguros y conllevan un bajo riesgo de efectos secundarios graves, se suelen recomendar como la primera opción de medicamentos para tratar los ataques de pánico. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) para el tratamiento del trastorno de pánico comprenden la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil, Pexeva) y la sertralina (Zoloft).

Si supieras lo que siento [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora