Harry Potter... ¿Me ama?

Cap 12 "Reencuentros"

- ¿Malfoy?

- ¿Potter?

- Amm, tanto tiempo ... - Harry avanzó y extendió la mano a modo de saludo.

- Tanto tiempo ... - Dijo a la vez que correspondía el saludo.

 El silencio mortalmente incomodo inundo la oficina. El castaño rascaba su melena alborotada y el rubio "Leía" unos pergaminos de su escritorio.

- Ejem. - Interrumpió Draco. - Así que ... Utilizaste pociones sin ningún registro. ¿Fue un error no?

- ¿Eh? ¡Oh si! Fue un descuido, aquí tengo una autorización. - Harry saca la tarjeta y se la extiende.

- Perfecto, ya se puede retirar. - Se despidió fríamente Draco.  

- Ni si quiera la vio ...

- No hace falta Potter, siempre fuiste un libro abierto, noto de aquí a la china que me estas diciéndome la verdad. - Finalizó sarcástico.

- ¡Oye! Mejore mi táctica de oclumancia. - Se quejó Harry con las mejillas carmín

 Con el ambiente más ligero Draco se carcajeo a más no poder. El ojos verde, sin contar lo físico, no había cambiado en absoluto. Cosa que no le disgustaba 

 Mientras, el castaño trataba de no sonreír, o por lo menos no ensanchar más la sonrisa que llevaba puesta.

- ¿Qué te parece si cenamos juntos hoy? Para ... ¿Reencontrarnos? - Opinó repentinamente Harry.

- Vaya, al parecer si cambiaste algo, hace unos años te harías encima en los pantalones por hacer esa invitación. - Le respondió Draco aun divertido. 

- Se que debo tomar esa respuesta como un sí. Te pasaré a buscar a las ocho por tu casa, estaré esperando tu lechuza con la clave de chimenea. Tibi gratias ago pro reverti. - Y dicho eso se marcho sin esperar respuesta.

- Confianzudo ... Sigues conociéndome muy bien ... - Dijo para si mismo.

 Pasadas las siete, una lechuza marrón con un sobre en el pico comenzó a golpear una de las ventanas del dormitorio. Harry se levanto rápidamente y tomo el pergamino, la lechuza se fue sin esperar respuesta.

 " Draco domum . Más te vale vestirte decente, al igual tu nido de ratas"

 Harry no pudo evitar la sonrisa divertida saliente en su rostro. 

 Empezó a alistarse, eligiendo una camisa ajustada gris y al igual unos jeans color azul viejo. La ropa decente era, ahora, el rubio no había justificado si debería ser muggle o no.

 No se molesto en acomodarse el cabello, esa cosa no tenía solución, por lo menos era muy suave. Finalmente se echó la fragancia de todos los días y fue rumbo a su chimenea.

- Draco domu. - Pronunció fuerte y claro para poder llegar a la casa de su cita. Luego del fuego verde, lo vio ya esperándolo.

 Antes de que pudiera dar un paso fuera la otra voz lo interrumpió.

- No perdamos tiempo, me saludas allí. - Y caminó hasta él adentrándose en la marmolada chimenea.

 Harry lo llevo a un Mc'donalds. Y no pudo evitar reír al ver la cara de incredulidad del otro.

- Potter, el lugar también debe ser decente, ¿Cómo osas llevarme a un sucio restaurante muggle ?! - Inspeccionó el lugar con la mirada. - Ni siquiera es un restaurante, ¡Es un lugar de comida rápida! - Reprocho con indignación.

- Seguramente no tienes idea de como es la comida aquí pediré yo. Puedes ir sentándote por allí. - Le dijo señalando unos sillones.

 Draco se fue murmurando incoherencias fastidiado y Harry se dirigió a la repleta cola para pedir la comida.

 Luego de un rato Harry se sentó frente a Draco trayendo una bandeja con comida para cada uno. Repartió a cada uno la comida correspondiente y se engullo una hamburguesa.

- Si me vuelves a traer un lugar de estos ... - Habló Draco, aunque ahora interrumpido por la hamburguesa. - .... Yo no me quejo.

 Ambos devoraron la adictiva comida en cuestión de segundos, les tocaba un rato de sobremesa.

- Dime Potter, ¿De que trabajas? No me digas, aurór, lo leí en el profeta. ¿Estas con alguien?

- No, estoy solín solito, estuve con Ginny por un tiempo pero nuestra relación era de casi hermanos, por lo tanto no funciono, ahora es una de mis más amigas. En fin, ¿Tu?

- Tampoco, aunque como tu, estuve con Parkinson, pero no termino nada bien. 

- Uf, lo siento. 

- No, no lo sientas por favor - Replico exhausto. Por cierto, ¿Iremos a otro lugar ?. Hay olor a meo. - Concluyó el rubio.

- Si, iremos a una barra, ¿Te parece?

- ¿Barra? Otra cosa muggle no por favor. - Suplicó el más alto.

- El invento si es muggle, pero encontré una mágica. Las barras son lugares solamente para beber, no comida, no baile, no nada, solo conversar y tragar. - Le explicó Harry mientras lo arrastraba por una avenida.

- Okey, lo acepto. - Finalizó

 Luego de una desaparición en un solitario callejón, llegaron a la dicha barra donde pidieron una cerveza "Bitter" una muggle, que no disgusto para nada a Draco. - No esta nada mal, es mejor que la cerveza de mantequilla, la otra me parecía muy dulce y empalagosa, podría empezar a consumir más de esto. - Reconoció el mago.

- ¿Lo ves? No hay que criticar sin conocer... En fin, si me permites, debo ir al baño, no tardo.

 Draco pidió dos bebidas más, en este caso unas "Brown" y espero al castaño para poder tomarlas juntos. Pero al ver que se tardaba dio un sorbo impaciente. ¿Estará haciendo necesidades más grandes? No, no creo. Mejor lo busco. Y marchó al baño.

 Mientras se acercaba al baño, podía escuchar las voces cada vez más claras, con ella la voz de Harry.

- Su... SUELTAME. - Exigía Harry con la voz quebrada.

 Al asomarse por la puerta vio a un tipo acorralándolo en una pared teniéndolo de las muñecas. 

- No me dejaras como la ultima vez chico bonito. - Le habló mientras se frotaba con el descaradamente.

- DIJO QUE LO SUELTES HIJO DE PUTA, ¡PETRIFICUS TOTALUS! - Gritó Draco encabronado, mientras el otro se desplomaba rígido en el suelo.

 Observo a Harry y pudo ver sus verdes ojos cristalinos y en su cuello una marca roja.

- Nos vamos a mi casa. - Y sin esperar respuestas tomo a Harry del brazo y se desaparecieron.

Hola bon amies *Le tiran un tomate* ¡Hey! Si si, lo siento por publicar tan tarde *Le lanzan otro tomate* PERO, ¡tengo mis excusas! Navidad, año nuevo, me sacaron mucho tiempo. También debía trabajar Y APARTE Me mude con mi novio a un departamento 😭❤. Si, seguramente no les interese pero yo les quería contar, ah. El caso que fue un infierno, primero, firmar todos los papeles de porquería, más hablar cosas con el dueño, más remodelar el apartamento y mudar todos los muebles. No es trabajo fácil, para nada, por lo cual me quito mucho tiempo.

 El caso, ya estoy libre, no tengo que hacer (a excepción del trabajo) por lo tanto, en menos que diga la palabra "Quidditch" se finaliza la historia.