Justin ya se había ido de mi casa junto con Ryan y ahora yo me encontraba tirada en mi cama, pensando. ¿Qué debería ponerme para la cita? ¿Era elegante? ¿Era informal? Abrí mi guardarropas y desesperadamente empece a buscar vestidos, pero al minuto me di cuenta de que si era informal, ir con un vestido quedaría fuera de lugar. Para colmo, no tenía a quien pedirle ayuda, porque no quería que Lilly sepa que estaba por tener una cita con Justin Bieber... Ni siquiera yo me lo creía, todo esto era muy irreal.
Decidí dejar de hacerme la cabeza y empezar a tomar decisiones sobre la ropa. Terminé decidiendo que como Justin era una persona famosa y llena de lujos, la cita seria elegante...o tal vez no, porque ese picnic al que me llevó era totalmente informal... y lleno de bichos.
La cabeza me estaba yendo a mil por hora, cuando escuché el timbre de casa. Pensando que era Lilly, le grité a Luke que atienda y que diga que no estaba. Escuche los pasos de mi hermano bajando las escaleras y luego de unos minutos, subiéndolas. En tres segundos, Luke apareció en mi pieza con un paquete.
-Es para vos- dijo, sorprendido.
-¿Para mi? Esto es ridículo, ¿un paquete para mi? No tengo tiempo de abrirlo ahora, Luke. Estoy ocupada.
-Ay dale ____, tengo curiosidad, abrilo. Aparte, veo que estás haciendo nada, ¿por qué decís que estas ocupada?
-Estoy...emm...- Inconscientemente mire hacia la pila de ropa que estaba arriba de mi cama, lo que bastó para que mi hermano se diese cuenta de lo que estaba sucediendo aquí.
-¿Tenes una cita?
-¿Yo? Pff no Luke.
-Tenes una cita ____, a mi no me mentís- dijo sonriendo.
-Ay callate- le dije y lo arrastré afuera hacia el pasillo, cerrando mi puerta una vez que se fue.
Escuché como gritaba desde afuera "¡Acordate de abrir el paquete!". Revoleé los ojos y me senté en mi cama frustrada. Me acerqué a la ventana y la abrí para que entre aire fresco. Según el reloj de mi pared, eran las 6. Justin pasaría a las 8. Tenía dos horas enteras para enlistarme, nunca me había estresado tanto en decidir que ponerme. Mirando para afuera de la ventana, divisé un auto blanco...Muy parecido al de...al de Justin. Abrí mis ojos como platos y los dirigí al reloj, eran las seis y media pasadas, entonces ¿por qué estaba él acá? Tal vez la cita era antes y yo entendí a las 8.
Enseguida me llegó un mensaje de texto al celular: "Tranquila. La cita es a las 8. Abrí el paquete, ____." Justin.
Indecisa, agarré el paquete con ambas manos como si fuese de cristal, y me paré con el mirando hacia la ventana. El auto de alta gama blanco, ya no estaba. Rápidamente abrí el paquete, el cual no pesaba nada. Adentro contenía un papel cortado a mano, pequeño, de color rojo. Decía "Informal". Lo di vuelta y no decía nada más.
Honestamente, me había ilusionado. Pensaba que él había comprado algún atuendo para mi y me ahorraría todo este lío de no saber que ponerme. De todas formas, por más que quisiera, ¿Cómo podría pretender eso? ¿Cómo podía esperar que Justin se tomara la molestia de comprarme algo a mí, que a penas me conoce? Por Dios, ni siquiera sabe que talle de remera, pantalón o vestido soy. Aunque capaz lo podría haber sacado al mirarme... No, ____ basta. Basta de pensar cosas y no parar un solo segundo.
Necesitaba relajarme, así que decidí ir a la cocina a hacerme un té mientras pensaba en al menos, qué zapatos llevaría. Esa no podría ser una tarea difícil, ¿o si?. Mientras pensaba en ello, me puse en puntitas de pie para llegar hasta el estante donde guardaba las tazas. Frustrada, suspiré. Ésto no estaría funcionando. El estrés de no saber que ponerme, me terminó poniendo de mal humor y nerviosa. Así como estaba, intentaba estirar los dedos lo más posible para agarrar la taza más cercana cuando escuché el ruido de la puerta delantera de casa abrirse. Buenísimo, Luke. Él podrá bajarme la maldita taza.
-¿Por qué todo tiene que estar tan arriba en esta casa? Nada está a mi alcance.- Dije para mi misma, frustrada. Estaba por agarrarla cuando una mano agarró la taza por mí. Me di vuelta para ver quien era al mismo tiempo que este alguien decía:
-¿Segura? Porque yo sí estoy a tu alcance
