PERDON POR NO SUBIR CAP EN TANTO TIEMPO. SEPAN PERDONARME. GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO DE TODAS FORMAS. GRACIAS CHICAS.
Me di cuenta de que nos encontrábamos a mitad de camino hacia mi casa, cuando pasamos un cartel que indicaba la cantidad de kilómetros que faltaban para llegar a mi ciudad.
-Te dije que era un largo viaje, recién pasó una hora y estamos a mitad de camino.
-No pasa nada, princesa. ¿Quién nos corre?- Articuló Justin, sonriendo.
Su sonrisa era tan hermosa que no pude evitar sonreír ampliamente yo también. Estaba de muy buen humor. Todavía no podía creer que había conocido al increíblemente famoso Justin Bieber. E incluso, lo encontré en un bar, me llevó consigo a su casa en California, Calabasas, y ahora me llevaba de vuelta a casa.
-¿Por qué motivo estás tan sonriente?- Inquirió Justin, curioso.
-Porque sí.
-Já. Qué respuesta, _____- Me contestó, manos en el volante y vista al frente.
-Bueno, estaba pensando en todo lo que pasó desde ayer a la noche en tu concierto.
Largó una risa hermosa. Melódica. Me sumé al coro de los sonidos irregulares que eran su risa.
Estábamos charlando muy animados, cuando de pronto, mi acompañante subió el volumen de la música muy alto.
-Justin, pero qué…- Y enseguida callé. Pff, estaba su canción Beauty and A Beat en la radio que escuchábamos.
-´Cause aaaaaaaaall I need…Is a beauty and a beat, who can make my life completeeee…- Justin cantaba emocionado al mismo tiempo que su voz sonaba en la radio.
-Justin.
-When the music makes you move…
-Justin.
-Baby do me like you doooo
-JUSTIN.
-Ay, Bueno, ¿qué? Estaba cantando. En el auto y en la radio. Eso no pasa todos los días.
-Já. Mentiroso. Obvio que debe pasarte todos los días. Justin Bieber es el chico más conocido del mundo.
-Gracias.
-¿Por?
-Por el halago. Eso fue un halago, ¿cierto?
Le sonreí sutilmente, y otra vez nos sumimos en tiernas risas.
-Justin…
-¿Si?
-¿Qué se siente ser tan joven y tan famoso?
Se tomó su buen tiempo antes de contestar.
-No lo sé. Siento que después de tanto tiempo, aún no caigo en que la gente me reconoce tanto.
-¿Y cómo es tu vida? Porque siempre estás siendo acosado por paparazzi.
-Ya sé. Esa es la peor parte del trabajo, ¿pero qué voy a hacer? No planeo abandonar mi vocación como artista, porque si lo hago, mis Beliebers se enojarían muchísimo. Las conozco. Están loquitas, pero son mi tipo de locas. Nadie se acerca a ellas. Son todo para mí.
-Sos muy tierno y dulce con ellas.
-Sin ellas no estaría en donde estoy hoy. Estaría en Stratford todavía, haciendo Dios sabe qué cosa.- Puso cara seria y miró la carretera por unos cuantos minutos, en los cuales, permanecimos en silencio completo.
Le dediqué una sonrisa mirando su perfil, y luego moví mi cabeza para observar el paisaje.
Permanecer en silencio a mí no me molestaba en absoluto. De hecho, me parecía relajante, el silencio tiene todas esas palabras que uno no se atreve a decir. Es un momento preciado. En cambio, Justin parecía inquieto, manos al volante, movía sus dedos dando leves golpecitos al mismo. Me pareció que le incomodaba el silencio, razón por la cual, decidí mirarlo.