Pero... ¿Quién carajos era? Entré en pánico.
-____- dijo un chico al que creía conocer...KYLE.
-¿K...Kyle?
-¡Ay te acordaste de mi nombre!- Dijo, muy feliz. Fruncí el seño y retrocedí muchos pasos mientras sacaba mi celular y marcaba el 911. ¿Cómo sabía mi dirección? ¿Cómo entró a casa? ¿Dónde estaba Luke? Kyle se acercó más a mi y yo quise retroceder pero un mueble de la cocina no me dejó. Me puse muy nerviosa y empecé a gritar "¡Luke!" desesperadamente.
-Shhh, ____. Soy yo, Kyle. Le dije a tu hermano que soy un compañero tuyo de la escuela y te quería hacer una rápida pregunta sobre una tarea.
-¿Cómo conseguiste mi dirección?-pregunté, volando de los nervios.- Por favor, tomá lo que quieras pero no me lastimes, y a mi hermano menos, por favor.
-No importa como la conseguí... Pero quiero una cita con vos, desde que te ví en aquel bar estoy obsesionado con vos.
-Por favor, salí de mi casa. Urgente.- Le dije y presioné la tecla del 911. Cuando vio lo que hice murmuró "Mierda, ___" y se fue corriendo. Escuché la puerta principal de la casa cerrarse y corrí hacia la pieza de Luke. Cuando entré, lo vi con auriculares cantando desafinadamente mientras jugaba a algún vídeo juego.
No podía creer esto, intenté calmarme. Un extraño acababa de entrar a mi casa... Bueno, un conocido... Bueno, no. Seguía siendo un extraño. Dios mío.
Rápidamente miré el reloj. Siete en punto. ¡Justin! ¡La cita! Pero... ¡Kyle! Debía llamar a la policía... Pero no llegaba a tiempo a la cita.
Okay, lo que podía hacer era ir a la cita, volver a casa, decirle de todo a Luke y llamar a la policía. ¿Valía la pena llamar a la policía? Ugh.
-¡Luke!- Grité. Cuando vino hasta donde estaba, le conté toda la situación con Kyle y decidió que la mejor idea era ir a la comisaría cuando regrese de la cita. Ya que no podríamos acusarlo de haber irrumpido en nuestra casa porque... bueno, Luke lo había dejado entrar.
Eran las siete y diez minutos. Subí corriendo a mi pieza.
Justin. Cita. Paquete. Papel. Decía "Informal". Lo di vuelta y no decía nada más. Puse la caja boca abajo para ver si caía algo, pero nada. Dejé el paquete vacío en mi cama y sostuve el papelito con una mano, mientras la palabra escrita resonaba en mi cabeza.
Informal, informal, informal.
Que suerte que me envió este especie de mensaje, ya que yo pensaba ir de vestido elegante. Que increíble era darse cuenta que todas tus suposiciones sobre una persona son falsas.
Finalmente, me puse un jean oscuro con una musculosa apretada y sandalias. Después de pasarme rímel y delineador para resaltar mis ojos, busqué una cartera a juego para poder guardar mi celular, mis llaves, delineador y rímel, una lapicera, y otras cosas que no usaría pero que en el momento de armar la cartera parecen de suma importancia. Agarré dinero de mi billetera por las dudas, aunque no pensaba que lo usaría, una camperita y miré el reloj. Marcaba las 7:55. Me asomé a la ventana y vi su auto asomándose por la carretera y frenar en mi casa. Sonreía no podía creer que esto me estuviese pasando a mi, que increíble. Jamás pensé que alguien estaría interesado en mi, y muchísimo menos Justin Bieber. Que irreal era esto.
Cuando el reloj marcó las 8 en punto, salí por la puerta de mi casa al mismo tiempo que él salía de su auto, con una gran sonrisa plasmada en su rostro.
Cuando terminé de cerrar la puerta principal de casa, me di vuelta y tenía a mi cita a tan solo unos centímetros de distancia de mi cuerpo. Estaba tan cerca que sentía que si respiraba se iba a escuchar. Empezaba a ponerme nerviosa y acomodé un mechón de pelo que se había caído de atrás de mi oreja. Nos miramos a los ojos por unos segundos eternos, hasta que sonó mi celular.
-¿No vas a atender?- Me preguntó y asentí, poniéndome el celular a la oreja sin saber quien era, aun mirándolo hipnotizada.
-Pásala lindo hermanita, seguro te va a encantar la cita.- Dijo Luke al teléfono. Genial. Justo cuando le iba a contestar, me colgó.
-¿Luke?- Inquirí enojada. Justin empezó a reírse.-¿De qué te estas riendo?
-De nada, ____.- Me contestó y yo fruncí el ceño. Él me abrió la puerta de su auto pero yo me crucé de brazos.
-Esta bien, me reía de que tenés un hermano muy sobreprotector. Igual ya sabe a donde vamos y que vamos a hacer. Así que esta tranquilo. Nos vamos haciendo amigos de a poco.
-O sea que Luke sabia de la cita con vos antes de que yo se lo diga.
-Si, no quería llevarte a una cita a escondidas, quería que alguien al menos supiera para no tener problemas luego.
Definitivamente este chico era un encanto, y por sobre todo, me sentía súper bien a su lado.
De repente, me empecé a reír al imaginar a Justin intentando convencer a mi hermano de que él me iba a cuidar, con todos sus tatuajes.
Justin me abrió la puerta del auto con una radiante sonrisa, la cual le devolví contenta. Una vez los dos adentro, quise averiguar a donde íbamos, pero fue en vano.
-¿No hay ninguna chance de que me digas a donde nos dirigimos?
-Nop.
-¿Una pista al menos? Odio las sorpresas.
-Bueno entonces vas a tener que aguantar tu intriga unos quince minutos hasta que lleguemos. De todas formas, sos una mentirosa, amas las sorpresas.- Me contestó riendo. Yo lo acompañé.
Es verdad, amo las sorpresas y él parecía alguien que hacia buenas sorpresas. Así que me relajé en mi asiento y empece a contar los minutos restantes a llegar al destino.
Quedaban 10 minutos y ya quería llegar. Sonreí, parecía que en serio la iba a pasar bien.
