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03

Sé que no éramos perfectos
pero yo nunca me sentí de esta manera por alguien.
Y no puedo imaginar cómo puedes estar tan bien, ahora que me fui.
Supongo que no sentías lo que escribiste en esa canción sobre mi.
Porque dijiste para siempre, ahora camino sola por tu calle.

* * *

Me dejé caer en el suelo de la sala de ensayos, fijando mi mirada en el techo y queriendo dejar mi cabeza en blanco, pero parecía algo completamente imposible. Cerré los ojos, sin querer quedarme dormida pero buscando un momento de paz donde mi propia cabeza no quiera dejarme por los suelos.

—Hey.

Mis ojos se abrieron en cuanto escuché su voz. Miré hacia la izquierda encontrándome con el rostro de Rosé. Estaba tirada de la misma manera que yo: con los brazos y oineras estiradas, como si fuésemos unas estrellas.

Intenté sonreír, pero sé que fue una mueca que ella no supo identificar por todo lo que había detrás.

Habían pasado dos semanas desde que Dispatch reveló la relación entre Jungkook y Rosé; dos semanas donde yo no había parado de llorar cada anoche a escondidas y me rehusaba a responder los mensajes o llamadas de Jungkook. No me sentía lo suficientemente fuerte.

Y, aunque Rosé no supiera nada, mi actitud hacia ella se volvió considerablemente fría.

—¿Está todo bien?—Preguntó preocupada.

Sabía que intentaba acercarse, sabía que estaba preocupada por mi y mi cambio de actitud repentino y brusco últimamente. Pero, yo no sabía cómo explicarle qué por primera vez me habían roto el corazón, yo no sabía cómo decirle lo que sentía sin joder aquello que le hacía tan feliz.

—Sí, sólo he estado un poco cansada. Empezamos los ensayos para The Show y también las grabaciones para Youth With You, me siento sin energía.—Dije en tono neutro.

Rosé asintió, creyendo por completo mi pequeña mentira. Esbozó una sonrisa emocionada que sólo daba cuando recordaba algo. Me fue imposible no sonreír, porque a pesar de todo Rosé era como mi hermana y me ponía feliz verla en una etapa tan linda de su vida.

Aunque aquello implicara estrujarme el corazón.

—Jungkook vendrá hoy a nuestros ensayos.

Y así como la felicidad vino, se fue.

Jungkook vendrá a los ensayos, Jungkook vendrá a los ensayos, Jungkook vendrá a los ensayos.

Rosé empezó a hablar entre ono emocionado de lo feliz que estaba de que pudiese venir y apoyarla. Además de que escucharía el ensayo para su solo que presentaría exclusivamente en nuestro concierto online.

Pero, yo dejé de escucharla desde que mencionó esa frase.

Mi corazón empezó a latir tan fuerte, que me preocupaba tener algún ataque justo allí. Sentí los ojos picar del miedo, porque no sabía cómo actuaría cuando lo volviste a ver o qué le diría.

De repente me sentí atada de manos e imaginar una situación incómoda con Jungkook se me hacía imposible, un momento incómodo entre los dos jamás se hacía presente.