Brisé

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❁ ❥ ᶜᵃⁿᶜⁱᵒ́ⁿ: Bʀɪsᴇ́
❁ ❥ ᵃʳᵗⁱˢᵗᵃ: Mᴀɪ̂ᴛʀᴇ Gɪᴍs
❁ ❥ ᵖᵃˡᵃᵇʳᵃˢ: 4059

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Zim, un alienígena que había llegado a la Tierra para observar, estudiar y posteriormente conquistar este globo terráqueo al servicio de la causa de sus Altos: invadir a todo el universo.

Sin embargo, alguien siempre estuvo ahí para detenerlo, que mala suerte que esta persona tuviera acceso a grandes tecnologías y poseer un intelecto simplemente mayor a muchos.

Hijo del mejor científico del mundo, presumiendo rumores de ser un clon suyo; tenía sentido, pues después de todo, entre los colegas más longevos del director también se tenía presente que no parecía totalmente cuerdo cuando se trabajaba con él.

Tal vez esta misma característica heredada impulsó a su descendiente a tanto enamorarse, como a entregar al Irken mencionado.

Un enemigo de años, le perdió levemente el hilo cuando se vió obligado a abrir sus fronteras educativas, conforme a su edad.

El Irken hacía planes malvados justamente cuando el azabache volvía a pasar unos días con su familia en su ciudad natal, dándose un tiempo de desestrés al efectuar peleas con aquel que semestre tras semestre se le notaba más pequeño. 

Sin embargo, lo veía como eso; un juego que seguía disfrutando al recordarle su etapa previa a la adolescencia, desmantelando los planes del invasor con gracia, pocas veces se notaba seriedad en ello, ya que parecía que Zim no se esforzaba en sí por conquistar la Tierra, sino por llamar su atención en ese camino.

Se había convertido en un objetivo oculto, oculto para todos, hasta del extraterrestre.

Le parecía una treta de su cerebro que siempre se le ocurrían ideas semanas antes de la llegada del azabache, culminando su creación y amenazándolo con ésta.

Con los años el hijo mayor de los Membrana notó con mayor visión el hecho de que conocía la ubicación de un extraterrestre verídico.
Pero al mismo tiempo con un mayor rango notó la cruda realidad de la que siempre fue presa. De nada le servía este conocimiento si a nadie le importaba.

Por esto mismo dejó de pelear tanto con Zim, no quería que lo siguieran relacionando con él de la manera en que siempre lo habían hecho.

Sin embargo, en vista de ésto, el último mencionado tuvo que encontrar otra manera de complacer sus estándares de atención, de la especial atención, de Dib Membrana.

[• ✴️ •]

Ambos individuos se despedían con un encariñado beso a las afueras de los Laboratorios Membrana.

Zim le deseaba un feliz día después de jalar de su gabardina para poder alcanzarlo, afortunadamente había crecido lo suficiente como para no confundirlo con un niño, y a Dib con un pedófilo.

— ¿Te veo en el departamento?

— Cuenta con eso. — Confirmó y volvió a darle otro beso, de esos que sólo él sabía cómo dar.

El azabache entró donde era ahora su actual trabajo, siendo una de las mayores influencias en las decisiones de su padre, quien estaba satisfecho con el rumbo que había optado su hijo, inclusive contento con que su relación amorosa fuera con alguien a quien él aprobaba desde siempre, aún siendo ambos hombres.

La vida del hijo mayor del renombrado apellido tenía una vida perfecta: Un trabajo estable que le gustaba, tal vez no tanto como cierta vocación que abandonó, pero al menos resultaba interesante, tenía su propia residencia dónde podía hablar solo todo lo que quisiera.

T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡  ❣︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora