T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡ ❣︎

Strawberry lipstick

❁❥︎ᶜᵃⁿᶜⁱᵒ́ⁿ: Strawberry Lipstick
❁❥︎ᵃʳⁱˢᵗᵃ: YUNGBLUD
❁❥︎ᵖᵃˡᵃᵇʳᵃˢ:¹⁹⁸⁴

☁︎ ☁︎☁︎☁︎✈︎☁︎ ☁︎☁︎☁︎✈︎☁︎ ☁︎☁︎☁︎✈︎☁︎ ☁︎☁︎✈︎

Hacía mucho que Dib había comenzado a usar labial con sabor de frutos rojos.
Le gustaba sentir el sabor y en sí se sentía muy cómodo, tal vez completaba su personalidad, además de que tenía la ventaja de ser mayormente transparente, así nadie lo molestaría por sus inusuales gustos.
Aunque ya era bien sabido que él no era lo comúnmente llamado 'normal'

Por otro lado, Zim había comenzado a probar frutas para completar su imagen de humano promedio, tomando un gusto por aquellas amargas, pero dulces. Que le causan un escalofrío como el ácido pero se contrasta con una enorme relajación.

De hecho, era lo que llevaba de almuerzo para la escuela, salvando su paladar de las rarezas que servían en la cafetería.
Gir iba casi a diario a comprarle una ración de cerezas, arándanos y fresas, su consumo era moderado, solamente le gustaban, no se había vuelto adicto o algo así.

Estaba tan nublado como para llegar a ver el panorama gris, pero la luz se colaba tanto para poder pintar los colores de una mayor intensidad.

A causa del clima que confundía el sentir de los estudiantes, la mayoría se conservó en el interior de ésta al momento del recreo, sin embargo, tal atrayente soledad del patio llamaba a ambos, ¿tener un patio para ti solo? ¡Eso no se ve todos los días!

Uno estaba en el patio frontal y el otro en el trasero.
Zim reposaba en las escaleras principales saboreando arándanos, sujetando cerezas con los dientes y arrancando los tallos con los dedos, y mientras las masticaba privaba de sus hojas a las frutillas rojas.

Las fresas habían tomado la especial atención del Irken, siendo de estás las que más consumía.

Sujetó su bolsa con firmeza mientras sacaba tres cerezas que devoró una por una al tiempo que se levantaba a caminar, odiaría admitirlo pero era una escena perfecta, disfrutable hasta el último momento y fibra de su ser, respirando longevo el oxígeno que la Tierra le proveía resultando incluso más agradable y llevadero que el que Irk podía ofrecer.

Restregaba su lengua con su cavidad bucal, sus dientes se resbalaban gentilmente por sobre la piel de las frutas y succionaba su jugo.

Continuaba con su caminata, pero recordaba algo, otra de las razones por las que se había animado a probar los frutos rojos.

Volvió a lamer sus labios, lubricando éstos con el líquido que la fresa le ofrecía.

Dió la vuelta a la escuela, encontrando a Dib recargado en la pared de la escuela, notando que en realidad ya no estaba para nada bajito. También recordó que en realidad le parecía de lo más atractivo, pero eso ya lo sabía.

Ya lo había probado después de todo.

[ • 🍓 • ]

— Zim, se nos hace tarde. — Jadeó el azabache sentado en el baño más limpio que pudieron encontrar.

El Irken estaba encima de él y no le hizo ni un pistache de caso. Sujetó su rostro entre sus finos dedos y se dirigió a sus labios lenta y suavemente, parecía la misma sensación de la seda, pero más carnal.

Arrastraba con agilidad su labio por sobre el inferior contrario, y no pudo hacer más que olvidar sus preocupaciones, Zim sabía cómo manejarlo, pasaba con gentileza su lengua por aquellos músculos, realmente el sabor a fresa le era mucho más delicioso en los labios ajenos.