T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡ ❣︎

La Da Dee

❁ ❥︎ ᶜᵃⁿᶜⁱᵒ́ⁿ: Lᴀ Dᴀ Dᴇᴇ
❁ ❥︎ ᵃʳᵗⁱˢᵗᵃ: Cᴏᴅʏ Sɪᴍᴘsᴏɴ
❁ ❥︎ ᵖᵃˡᵃᵇʳᵃˢ: 872

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"¿Ya escuchaste sobre la fiesta que se está organizando?"

"Por supuesto, ¿cómo crees? ¡Irá todo nuestro grado!"

"¿Sólo el de nosotras? Esperaba conocer chicos mayores"

Chismeaban las lenguas y personas para los oídos de todos, aunque en realidad, todos lo sabían, todos excepto Zim y su acosador, incluso estando en lugares totalmente contrarios, escucharon la resonante noticia.

Ciertamente no tenían muchas ansias por asistir. Por una parte, Dib, realmente quería hacerlo, no le molestaba para nada la oportunidad de conocer gente, de pasarla bien un rato, sin embargo lo que lo detenía, era que no se sentiría para nada cómodo, no era su territorio, y no sólo su grado, sino que en toda la escuela era totalmente reconocido, tanto por sus gustos excéntricos como por las peleas protagonizadas con, quién en ese momento, era su interés romántico, por más raro que fuese.

Éste último, teniendo presente los más que obvios sentimientos de su antiguo enemigo, reconoció que sí él iba, se haría un aura muy incómoda. . . aspecto que le parecía atractivo de experimentar, sintiendo la misma atracción que el contrario, solamente que en un plano más confuso y distante. A sabiendas de que podría usar una excusa para ir y encontrarlo, iría con todo gusto.

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Era realmente una oportunidad que no cualquiera atravesaba en su vida escolar, puesto que una de las chicas tanto más elevadas económicamente como chifladas por sus padres, había exigido la renta de prácticamente un antro para su cumpleaños.

En realidad, era una pool party, una quinta muy grande, con una casa para disposición de los clientes, que había sido alistada con luces de rayos UV y bocinas por cada esquina, tanto en el interior como en dónde se encontraba la piscina.

El de lentes llegó al recinto realmente incómodo, colándose discretamente en un extremo de un grupete de personas y se dirigió a una de las mesas que se encontraban en el exterior más cercana - y sola -, notándose tenso.

Estaba totalmente encogido, con temor cada que alguien pasaba en frente de su asiento, totalmente decepcionado de sí mismo, pero, ¿qué podía hacer? Con su terrible fama de loco le era casi imposible acercarse a alguien.

Pero estaba totalmente decidido a socializar, dirigiéndose hacia una pareja que estaba en una mesa cercana, sin embargo, no pudo continuar, sus pies le parecían tan pesados, sus pulmones llenos de agua, y su cabeza como si estuviese sosteniendo kilos de cemento, volviendo de prisa a su lugar.

Ahí sumergió su rostro entre sus brazos, suspirando cansado, incluso dando quejidos completamente cargados de frustración. Retiró sus lentes para poder restregar su rostro con sus palmas con mayor facilidad, impotente.

Sin embargo su momento de molestia fue interrumpido, al escuchar una risa sonora cerca de sí, era una chica peliroja, muy linda, que para su total sorpresa hablaba con Zim, pudo sentir como todos sus sentidos se limpiaba, su quijada y su par de ojos se abrían, como sí quisieran salir de sus cuencas y observar más de cercas.