01

1.3K 182 68
                                    

Lee paró de escribir en su cuaderno cuando le dio un calambre en la muñeca izquierda, ya tenía casi todos los ejercicios que la profesora había mandado pero le estaban costando ya que historia no era lo suyo, además que la clase se le estaba haciendo larguísima y cada vez que notaba que cierto chico rubio a su lado se movía sus nervios se ponían de punta, sumándole el echo de que tenía la respiración irregular desde el inicio de la clase; pero no le podían culpar; Minho no estaba acostumbrado a socializar mucho y menos con gente "peligrosa" según todos, bueno, más bien le costaba socializar con todos en general, cuando alguien se le acercaba solo podía entrar en pánico, "patético" decía su padre; pero Minho creía solo era una fase.

El castaño empezó a pasar su mirada lentamente por la clase, hasta llegar a mirar de reojo lo más disimulado posible a Chris, alzó las cejas inconscientemente al notar que este tenía un reloj en la muñeca, tuvo que girar un poco su cabeza para poder ver bien la hora. Trató de enfocar su vista para ver a donde apuntaban las agujas del aparato ya que el rubio tenía su mano izquierda; la cual portaba el reloj; de soporte para su cabeza, haciendo que el adorno estuviese girado.

"Nueve menos diez, espera, ¿menos diez o y diez?, ¿eso es un nueve o un seis?" el castaño pensó mientras maldecía su leve miopía.

—Minho— llamó el australiano haciendo que este se sobresaltase, las mejillas del menor coloreándose al haber sido pillado mirando al reloj del mayor, que probablemente pensase que lo estaba mirando a él, luego la tomaría con Minho y comenzaría a meterse con el y tendría que sumar a Chris a su lista de problemas más gordos y— ¡Minho!— la voz del rubio lo sacó de sus pensamientos. Otra vez tenía esa sonrisa de lado que claramente decía que se estaba riendo de él, al final si Lee seguía ridiculizándose así Chris la iba a tomar con el de verdad.

—Dime— el castaño tropezó con su propia lengua quitando su mirada de los ojos del mayor que también lo observaban.

—Dije que si tienes tipex— el menor asintió varias veces para dirigir sus manos a su estuche buscando la cinta correctora, las mangas largas de su uniforme dificultándole la tarea. Minho usaba siempre el uniforme de deporte todos los días; que era bastante ancho; tenía tres de estos ya que eran más baratos y su padre quería gastar el menor dinero posible en su hijo para así tener más para él y sus vicios. Por esto también le compraba la chaqueta del uniforme dos tallas más grandes, y justo ese año había tocado renovarla, por lo cuál la ropa le quedaba enorme, haciéndole ver más pequeño de lo que normalmente se ve. No es que el castaño fuese muy bajo, pero la ropa que usaba lo hacía ver más chiquitito, y bueno, tenía carita de niño de 13 a pesar de poseer sus recién cumplidos 15 años. Se arremangó las mangas del uniforme con vergüenza, siendo consciente de que Chris estaba viendo como tardaba medio minuto en coger un tipex porque las mangas del uniforme caían cada vez que se las enrollaba en su antebrazo.

Finalmente le pasó al objeto al rubio, recibiendo una mirada divertida de su parte, y Minho pudo sentir que esa vez parecía reírse con el. El menor sintió algo de alivio, al menos no se burlaba de él.

—¿Por qué usas uniforme de deporte un lunes?—preguntó el mayor mientras tachaba un ejercicio con el tipex de Minho, los lunes no tenían educación física.

—Porque es más cómodo— hizo una pequeña pausa— y no me riñen si lo llevo todos los días— mintió el castaño, quitando la mirada de las acciones de Chris para mirar a este en sí. 

El rubio hizo un sonido de comprensión con una expresión que hizo que los hombros de Minho se relajasen un poco, se veía alguien comprensivo. Lentamente podía sentir como sus sentidos se relajaban con la corta conversación que compartían, el australiano no parecía alguien que se metería con otros por puro placer.

𝗱𝗲𝘀𝗽𝗶𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 ━ chanhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora