Instagram × Na Jaemin

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Durante todo el trayecto hacia los dormitorios los chicos se mantuvieron en completo silencio, de vez en cuando abrían la boca únicamente para apoyar a Jeno quien trataba de tranquilizar a Jaemin quien estaba casi al borde de las lágrimas desde que recibió aquella llamada.

Aunque la verdad era que todos estaban preocupados. Por la escasa explicación del chico sumado a lo extraño que era ver siquiera a uno de los mánagers en los dormitorios, todos sentían nervios de la situación en la que estaban metidos.

—No creo que esto sea por lo de la tarjeta, ¿cierto? —preguntó en voz baja Jisung haciendo que Renjun negara con la cabeza.

Sin embargo, para bien o para mal, no tuvieron más tiempo para pensar en las posibilidades ya que la camioneta había estacionado frente a a entrada de los edificios. Sin poder hacer nada más, cada uno bajó del vehículo preparándose para lo que fuera que les esperara dentro.

—Vamos, mientras más rápido entremos, más rápido terminará todo —comenta Jeno casi jalando del brazo de su amigo.

Y al momento de abrir la puerta todo el valor que habían recogido durante esos pocos minutos, se había esfumado al ver al resto del grupo repartidos entre los sillones, algunos sentados en el suelo y los mayores de pie, todos viendo de frente a los mánagers de cada unidad.

Al pobre rapero se le fue el color del rostro mientras se quitaba los zapatos agachando de inmediato la mirada.

— ¿Dónde estaban todos ustedes? 

—Fuimos a comer afuera —dijo Renjun saliendo al frente por sus compañeros ante la pregunta del hombre.

—¿Han estado todo el día afuera? —Todos asintieron caminando de forma sigilosa hasta donde estaban los demás, quedando de pie justo frente a los hombres que nunca se habían visto tan intimidantes como en ese instante— ¿Qué hicieron, dónde fueron?

—Compramos algunas cosas, luego fuimos al arcade y pasamos varias horas ahí hasta que se hizo tarde y decidimos ir a comer —explicó con una voz totalmente calmada, todo lo contrario a cómo se sentían por dentro.

Notó entonces como los hombres se miraban entre sí para luego suspirar, dándole la palabra al mánager de los menores quien sacó su celular buscando algo para mostrarlo hacia ellos—. ¿Por qué ella sigue subiendo esta clase de publicaciones?

Confundido, Jaemin tomó el aparato para ver más de cerca haciendo que sus compañeros se acercaran a él. Entonces fue cuando vio la más reciente publicación de la última publicación de la que quería saber, llamándole la atención cómo se encontraba etiquetado en dicha foto.

—P-Pero yo nunca me he reunido con ella, lo prometo —se apresuró a decir extendiendo el celular hacia su respectivo dueño—. En serio estuvimos todos juntos hoy, yo no hice nada, lo juro.

Sintió la mano de Haechan en su hombro tratando de calmarlo.

—Sabes que esta no es la primera vez, Jaemin. Yo te creo, pero a los jefes no les gustó que incluso luego de que publicaran un comunicado ella siguiera actuando como si nada, además de que Marbling ni siquiera se ha promulgado al respecto y los rumores están empezando a surgir. 

Aquello había sido suficiente para que las primeras lágrimas abandonaran los ojos del chico, siendo secadas con rapidez y de forma brusca.

El miedo empezaba poco a poco a ser reemplazado por el enojo, ¿por qué estaba siendo reñido por algo que ni siquiera había hecho? ¿Acaso era su culpa que la chica no lo dejara en paz?

—El jefe nos mandó a confiscar todos tus aparatos para revisarlos —soltó de la nada uno de los hombres recibiendo alguna reacciones involuntarias—. Nos llevaremos tu celular, laptop, todo con lo que puedas comunicarte. Una vez que los revisen te los devolverán.

—¿Qué?

—Hyung, ¿no cree que esto es un poco exagerado? —salió Johnny en la defensa de los menores— Digo, parece que está siendo castigado por algo que no ha hecho.

—Lo repito, estas no son nuestras órdenes. Ellos quieren asegurarse de que en verdad no hay ningún tipo de relación de cualquier tipo entre ustedes dos.

—¿Y qué sucederá cuando se den cuenta que no miento? ¿¡Ah!? —exclama Jaemin pasando la palma de su mano contra su mejilla alejando la lágrimas— Eso no hará que ella me deje en paz, ¡esto no es justo!

El chico fue apresado entre los brazos de Jungwoo, largándose a llorar con total libertad. Pero no lloraba de tristeza o miedo, ni mucho miedo, él no ocultaba absolutamente nada, pero la impotencia le estaba llevando al límite y no veía salida alguna.

Sin querer siquiera rechistar metió la mano en su bolsillo para sacar su celular, apartando de tanto en tanto las lágrimas que volvían su vista borrosa mientras configuraba de nuevo el aparato para quitar todas sus contraseñas y proceder a entregarlo sin alzar al menos la mirada hacia ellos.

—Mi laptop se rompió la semana pasada y uso la tablet de Chenle para jugar de vez en cuando, eso es todo lo que tengo —dijo con la voz rota antes de dejar la sala en completo silencio cuando desapareció por las escaleras.

Sin pensarlo sus compañeros de unidad, seguidos de Mark y medio WayV, fueron hacia dónde él había ido a sabiendas que lo último que el chico necesitaba era estar solo.

—Nana —susurró Mark de pie en la puerta con los chicos detrás de él—. Todo estará bien.

—Por supuesto que estará bien, yo me encargaré de que todo esté bien —casi sonaba como si escupiera las palabras a la vez que se quitaba la ropa con furia lanzandola al suelo—. Yo iré a hablar con ella y arreglaré este desastre.

—¿Qué? —sus voces se unieron ante su repentina y descabellada idea.

—Jaemin, esa es una terrible decisión —comenta Hendery entrando por fin a la habitación.

—Es la única opción, de otro modo no dejará de hacer las mismas estupideces y terminará metiéndome en graves problemas. 

—Lo entendemos pero entiende tú que lo último que tienes que hacer para probar que no te relacionas para nada con ella es verdaderamente ir y reunirte con ella. Piensa un poco —dijo ahora Renjun tratando de devolverlo a sus casillas—. Esta es la peor opción.

Los chicos se habían dividido en las dos camas de la habitación, viendo como este tomaba asiento en la silla de la computadora, ignorando todas sus miradas.

—Tengo que hablar con ella y decirle que se detenga o yo... —un nudo en su garganta le obligó a detenerse al surgir aquella imagen en su mente— Yo terminaré perdiendo a Rinah.

Se escuchó entonces el suspiro de Mark, este tan solo tuvo que ver su rostro para saber que de alguna u otra forma aquella chica terminaría metiéndolo en problemas

Volviiii, y no, ya no voy a decir nada ni prometer nada. Escribiré cada vez que tenga la posibilidad y la inspiración, espero que puedan acostumbrarse y perdonarme.

Pero como pequeña compensación volví no con uno sino con dos capítulos nuevos, y bastante intensos a decir verdad. Aquí es verdaderamente cuando las cosas se ponen feas, así que vayan a buscar los pañuelos y recuerden: siempre esperen lo inesperado, no todo es lo que parece.

Un besito y ¡hasta la próxima, mis bellezas!