Instagram × Na Jaemin

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La habitación estaba casi en completo silencio, al menos por parte de los dos jóvenes que no habían pronunciado palabra alguna desde que la chica había llegado, sin embargo cada pequeño ruido captaba toda la atención: el leve murmullo de los chicos hablando en la sala de estar, la lluvia chocando con la ventana y el golpeteo del pie de Jaemin contra el suelo.

— ¿Por qué se supone que no me dijiste nada? —Preguntó dándole fin al torturante silencio. Todo en su rostro y tono denotaba una gran decepción.

Rin suspiró para luego morder su labio—. No esperaba que te enteraras de esta forma —masculla bajo la atenta y sorprendida miraba de su novio—, Somi solo lo sabía porque fue ella quien me aconsejó ir a esa audición.

—Yo hubiese querido saberlo desde ese momento. —Su tono herido alarmó a la chica quien llevó su mano hacia la suya, pero él la apartó.

Le ponía ansiosa verlo actuar de esa manera, quizás si no se tratara de Jaemin, el chico con la personalidad burbujeante, no sería tan extraño su comportamiento, sin embargo la hacía sentirse una persona terrible el ser quien borraba su brillante sonrisa.

Pero por otro lado sus inseguridades la empujaban de nuevo hacia atrás, cerrando su garganta cuando se trataba de mostrar sus sentimientos.

«Es tu Nana, puedes confiar en él»

Esa pequeña y dulce vocecita en su interior sí que se hizo oír en ese momento. Botó todo el aire que tenía contenido mirando de nuevo su rostro.

—No quería decepcionarte —confesó sin más, bajando de inmediato la mirada cuando sintió el par de ojos sobre su los suyos. Esto no duró mucho ya que una de las manos del chico fue a parar a su barbilla, sujetando de esta y haciéndola alzar su rostro.

—Te irás a Estados Unidos —dijo como si nada de lo que ella contaba tuviera sentido.

—Yo no pensé siquiera pasar la primera fase de audición, Jaemin —asegura con sinceridad mientras hace el esfuerzo de verlo a los ojos—. No quería decirte nada y luego fracasar, te decepcionaría.

La mano del chico soltó por fin su barbilla dejándola caer sobre su regazo—. ¿En qué mundo vives que me imaginas así? Nunca me decepcionaría por eso, Rinah.

Habían comenzado a llamarse por sus nombres completos lo cual nunca era un buen indicio hacia dónde se dirigiría su conversación. O tal vez solo de esa forma, no queriendo gritar, mostraban lo enojados, tristes o ansiosos que estaban.

—Pensaba decírtelo —Rinah susurró ya sin saber bien qué más podría decirle.

— ¿Cuándo? ¿Cuándo estuvieras en el aeropuerto a punto de irte? —Su tono empezaba a subir poco a poco, sorprendiéndolo incluso a él.

—Iba a llamarte y decírtelo, no contaba con que Somi se me adelantara —fue ahora ella quien buscó de sujetar su rostro para que la mirara sin contar con que Jaemin moviera bruscamente su cabeza impidiéndoselo—. Tan solo me enteré ayer en la mañana, ni siquiera se lo he dicho a mis hermanos aún, Nana.

Su súplica pasó por completo desapercibida por el chico—. ¡Nosotros estuvimos juntos ayer y no me dijiste nada!

—Estabas muy feliz ayer, no quería arruinarte el día diciéndote...

— ¿¡Por qué sigues pensando que me molestaría!? —su repentino grito la hizo sobresaltarse en su lugar.

— ¡Porque estás molesto justo ahora!

Ahí estaban, gritándose mutuamente quizás por primera vez, esta se trataba de la primera pelea real que tenía. Ninguno de los dos quería llegar a eso, pero ninguno de los dos había planeado que la discusión se le fuera de las manos.