Capítulo 11

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Camino rápido hacia ellas.

Cómo me siento en este momento: askhdjfasjdfaskdflashdfjh.

Gemma suelta el cartel y me abraza.

-¡Sam! ¡No puedo creer que al fin estés aquí! ¡Podemos hacer tantas cosas! Como ir de compras, conocer la ciudad, mostrarte la casa, hablar de TODO -Oh, por Dios, ya me agobiaste.

-¡Tampoco puedo creer que estoy aquí! -Prácticamente estoy llorando. Demasiado bueno para ser real.

Me separo de Gemma y me dirijo a Anne.

-Eh... hola -Digo con una sonrisa tímida.

-¡Oh, ven aquí abrázame! -Dice la mujer con una sonrisa de oreja a oreja. La abrazo.

-Creo que deberíamos ir a casa -Sugiere Gemma -¡No puedo esperar a mostrarte todo!

Le dedico una sonrisa y comienzo a caminar. Gemma me saca dos de las valijas.

-No es necesario, yo puedo -Le digo. Si hay algo que odio, es eso. No me gusta que la gente cargue con lo que debería hacer yo. Parece una metáfora.

-No es nada -Me dedica una sonrisa y comienza a caminar más rápido. Ruedo los ojos y la sigo.

Luego de que guardamos todo en la camioneta, nos subimos. Anne conduce, Gemma en el asiento del acompañante y yo atrás.

-Así que... -Dice Anne -Sam, ¿qué te gustaría hacer?

-Yo tenía pensado ir a comprar algo, y después mostrarte un poco la ciudad -Sugiere Gemma.

-En realidad me siento un poco cansada -Admito -¿Podríamos dejarlo para mañana?

-Sí, claro -Gemma me sonríe -¡La casa te encantará! Tendrás tu propia suite, hay un patio enorme, piscina climatizada...

-¿Mi propia suite? ¿UNA SUITE? -Interrumpo a Gemma.

-Oh, sí -Responde ella con una sonrisa tímida -Con tu propio baño y una habitación especial para la ropa.

-WOW -Gemma y Anne ríen.

Llegamos.

ES ENORME. No estoy segura si esto es una casa o una mansión. Anne abre la puerta.

La sala de estar está pintada de color natural, y todos los muebles son de madera oscura o del tono de las paredes. Hay algunos adornos y cuadros. Las ventanas son enormes, cubiertas por cortinas blancas semi transparentes. ¡Todo parece tan caro! Desventajas de no estar acostumbrada a esto.

-¡Sam! -Gemma me sorprende mientras observo todo.

-Mmm... ¿qué? -Pregunto distraída.

-¡Ven! Voy a mostrarte la casa.

-Ah, sí.

Me lleva a la cocina, que tiene una barra y un comedor para cuatro personas (en el living hay uno para al menos diez). Luego al baño principal, es de al menos diez metros cuadrados, lavabo y bañera de mármol. Hay un pasillo con algunas habitaciones, la de Anne, la suya

-Y esta es la de Harry -Abre otra puerta y me encuentro con una habitación completamente desordenada. No hay mucho sobre ella, una cama y una cómoda, además del ropero y la mesa de luz. Hay bastante ropa arriba de la cama y en el piso.

Luego me lleva al piso de arriba, donde está mi suite y otras dos.

Gemma abre la puerta y me encuentro con la habitación de un hotel de cinco estrellas: cama king-size en el medio, mesitas de noche a los lados. Tiene un escritorio enorme, una estantería con libros, y una cómoda. Las paredes son de un verde pálido, que contrastan con las sábanas blancas.

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