Capítulo 6

48 3 0
                                    

Bajo rápido las escaleras. Por suerte, mamá ya está despierta, leyendo un libro.

-¿Sam, qué haces despierta tan temprano? -Me mira sorprendida.

-¡MAMÁ, HOY ES EL CONCIERTO!

-Ah.

-¿Podrías preoararnos unos sándwiches? -Me mira arqueando una ceja -Por favor.

No le doy tiempo a responder, porque ya estoy corriendo escaleras arriba para llamar a Kate.

Llamada telefónica

-¡KATE!

-¿Sam? -Sonaba recién despertada. Ups -¿Por qué carajos me llamas a esta hora?

-Kate, es hoy.

-¿Lo qué? Oh...

-En una hora te paso a buscar.

-¿Qué? ¡No! ¡Quiero dormir!

-Me prometiste que sería un día perfecto -La escucho bufar.

-No prometo nada.

Fin de la llamada telefónica

Abro mi ropero y tomo un short de jean, una blusa blanca y en los pies unas vans. Voy al baño y me doy una ducha rápida. Me pongo la ropa, me peino y opto por no maquillarme. De cualquier manera, sé que lloraré y sudaré, no vale la pena. De cualquier manera ellos merecen que esté lo más presentable posible.

Bajo las escaleras y mi madre ha hecho dos bandejas de sandwiches. Exagerada.

-Wow, mamá, eres la mejor -Le doy un abrazo y me como un sandwich.

-¡Hey! ¡Son para más tarde! -Me regaña, a lo que le doy una sonrisa con la boca llena. Ambas reímos, y tengo que hacer un efuerzo sobrehumano para mantener la comida dentro de mi boca.

-¿Cuándo sales? -Pregunta mi madre.

-Ahora -Respondo dándole el último mordisco a mi sandwich.

Tomo la mochila que armé con mi desodorante, cepillo de pelo, identificación (no sé muy bien por qué), mi celular y auriculares y algo de dinero. Guardo las bandejas de sandwiches en la mochila, tomo las llaves del auto y salgo.

-¡Espera, Sam! -Dice mi madre. Volteo a mirarla -¿Llevas las entradas?

Dios, ¿por qué soy tan estúpida? Corro a mi cuarto y las saco del portarretratos (sí, porque llegué a ese punto) y bajo de nuevo.

-Gracias, ma... por todo -Le doy un abrazo rápido y salgo.

Me subo al auto y hago los exactamente diez metros que hay entre mi casa y la de Kate. Mi amiga me sorprende saliendo antes de que siquiera me baje del auto.

-Wow, me sorprendes -Le digo cuando se sube a mi auto. Veo que hay una bebida en su mochila, y sonrío porque yo me he olvidado.

Llegamos a la arena, estoy nerviosa. Hay bastante gente, pero no tanta como la que imaginé que habría. Bien, que comience la espera.

Once de la mañana: Kate y yo ya hemos agotado todos los temas de conversación. Me gustaría salir a dar una vuelta, pero no quiero perder mi lugar.

Una de la tarde: Almorzamos algunos sandwiches. Kate se toma como tres vasos de jugo de manzana a pesar de que yo le dije que tomara menos.

Cuatro de la tarde:

-Me estoy meando -Dice mi amiga y yo ruedo los ojos.

-Ve al baño. De seguro hay.

Fool's goldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora