8) A great days with you.

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Después de muchísimos días de duro trabajo, Wheein no podía creerse que llegaran las vacaciones, a veces incluso el hecho de que las tuviera, ya que estos últimos años la agenda de MAMAMOO había sido demasiado apretada, mucho menos aún que aquellas vacaciones por el año nuevo chino las fuese a pasar con quien era ahora la persona más importante de su vida, su novia, no hacía mucho que ChengLin le había pedido a la menor que formalizasen la relación y desde ese mismo día se sentía la mujer más feliz del mundo.

Había extrañado tanto eso de levantarse cada mañana con una sonrisa, sentir esa felicidad, ver a la persona que ama a su lado, estar de muy buen humor, estaba en una nube y todos sos problemas y preocupaciones se marchaban, incluso no había vuelto a pensar en lo ocurrido con su padre de la otra vez, en su mente, aparte de los conciertos y las cosas importantes que debía de hacer en su trabajo, había estado también la mayor, sería cierto entonces para ella que la vida pese a lo dura que era sí era capaz de compensarte los malos momentos a lo largo de tu existencia, y es que era así de ese modo como la menor lo pensaba, había encontrado a la mujer de su vida, finalmente, a la persona que la complementaba, la china tenía ese don de por así decírselo solucionarlo todo.

En la mañana de aquel día, ambas se levantaron temprano y cogieron las maletas, decidieron que las vacaciones las pasarían en China, el país de donde Cheng Lin provenía, a la menor le hacía especial ilusión no sólo el pasar unas buenas vacaciones a su lado sino el también poder visitar ese país de nuevo debido a lo hermoso que le parecía, a pesar de que tenía algunos malos recuerdos, pero éstos que tenían que ver a su pasado con Solar estaban ya enterrados, todo vino porque en Hong Kong fue precisamente donde grabaron el MV de Wind Flower, época donde todo en ella y en MAMAMOO se estaba quebrando, pero lo dicho, el pasado era el pasado, ahora Wheein era feliz, al menos en ese sentido si hablábamos del amor.

Antes de dirigirse hacia el aeropuerto de Incheon, fueron primero a casa de la madre de la menor, principalmente para dejar tanto a Yumy como a Gnomo, las mascotas de cada una, a cargo de ésta para cuidarlos pero también para algo muy importante, quería presentarle a ChengLin, su madre la verdad es que no sabía nada de lo ocurrido con su padre y quería evitarlo, capaz era ella de perder los estribos e ir ahora mismo a denunciarle, un completo caos, quería evitar cualquier tema desagradable como era ese y ofrecerle esa presentación, porque era una relación por la que su madre, desde el momento que se lo comunicó, se alegraba, al fin de cuentas siempre la había apoyado, en todo, en su carrera, en su orientación sexual... totalmente distinto a su padre.

Estuvieron por unos minutos en la casa, Wheein estuvo un poco nerviosa pero feliz al mismo tiempo, ella no había conocido a persona más generosa y llena de bondad que su madre, también comprensiva, ni siquiera se alarmó que su hija comenzara a salir con una mujer 10 años más mayor, literalmente sus palabras fueron: "Obviando la edad, si estar con ella es lo que te va a hacer feliz, ¿qué debía de impedírtelo?", misma frase que se encargó de decirle a quien era ahora su nuera, le había tocado la lotería con esta madre, desde luego.

En cuanto la visita terminó y dejaron a ambas mascotas, fue cuando minutos después ambas ya se encontraban montadas en aquel avión que las llevaría a China, el viaje no iba a ser largo pero aún así la menor no desaprovecharía la oportunidad de echar una cabezadita, así que apoyó la cabeza en el hombro ajeno más cercano, sonriendo ampliamente.

—¿Qué te ha parecido mi madre, mi reina? ¿verdad que es un amor de persona? estoy segura de que le has caído bien. Estoy deseando poder llegar a China, quiero hacer tantísimas cosas a tu lado... ah, cierto, me imagino que querrás pasarte por casa de tus padres, ¿verdad? deben de extrañarte mucho.


El avión despegó y Wheein se mantuvo en aquella posición junto a su novia, cerrando los ojos y emitiendo un leve bostezo, aún estaba un poco agotada.

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Debía de admitir que amaba estar en Corea y sobre todo el poder ya estar formalmente con Whee In, pero ahora que las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina, debía de admitir que estaba ansiosa ya que volvería a sus tierras, el ver a sus padres después de tanto tiempo le emocionaba, sabía que quizás habría problemas, no porque no aceptaran el hecho de que salía con una chica, mas bien por la diferencia de edad y lo que ya había pasado con su primera relación, pero ella sabia que esta vez todo seria muy distinto a eso.

Ya cuando los preparativos estuvieron listos y fueron a la casa de la madre de la menor, debía de admitir que los nervios si le ganaban, no sabia que esperar, pero el ver lo buena madre que era la señora con Whee In y sobre todo el que aceptara cuidar de ambas mascotas, hizo que la china se llevara la mejor impresión de esta, sobre todo porque la china cuando tuvo un momento a solas con aquella mujer, no tardo en prometerle que cuidaría a su hija con su vida y que jamás la dejaría sola, porque esa era la promesa que tenia Cheng Lin hacia Whee In.

A penas se encontraron en el avión, Chenglin no tardo en acomodar los bolsos y se sentó para esperar que su chica se sentara a su lado, llevo sus dedos al cabello ajeno, acariciándolo con cuidado —Me ha parecido maravillosa tu madre, y tienes razón, he hablado con mis padres para anunciarle que vamos y que les iba a presentar una personita muy especial— dijo sin dejar de acariciar el cabello ajeno, la verdad es que era mas bien una sorpresa, pero ahora que la menor lo había comentado, no pudo evitar soltarle que la llevaría a conocer a sus padres.

—Sabes que en china estas fechas son para pasarlo junto a la familia, me alegro saber que eres parte de la mía ahora— comento y cerró los ojos, relajándose un poco, lo bueno era que el viaje entre Corea y China era muy rápido, así que paso en un abrir y cerrar de ojos.

A penas sintió que el avión comenzó a aterrizar al punto en que ya se encontraban en sus tierras, movió con suavidad el brazo de la muchacha —Whee In, ya llegamos, venga hay que bajarnos— le dijo, espero unos minutos para levantarse de su asiento y comenzar a sacar los bolsos de mano que habían guardo, después se dirigieron a la zona donde estaban las maletas y sonreía mientras sujetaba la mano de la menor durante unos segundos, no se preocupaba demasiado de lo que dijeran las otras personas sobre ella, si bien estaban en una sociedad muy cerrada, Chinglan nunca había sido de esa forma, inclusive en pantalla se demostraba lo abierta de mente que podía llegar a ser.

Cuando ya estaban listas, las dos se fueron hasta la zona para coger un taxi e ir a la casa de la mayor —Mis padres nunca han estado en contra de mis gustos y lo que me hace feliz, siendo sincera me apoyan en todo— le comento mientras esperaban que un automóvil llegase para ir hasta la casa de la china —Así que no te preocupes, seguro que todo saldrá bien— al menos eso era lo que la mayor quería creer, ellos siempre se preocupaban de que la mayor fuera feliz, cuando acabo su primera relación, ellos fueron los que la apoyaron, odiaron verla tan abatida y rota, algo raro en la energética mujer, por eso esperaba que entendieran que no era un capricho lo de la edad y que realmente esta vez había elegido bien y que estaba enamorada de la menor.

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