1) I think that isn't a good idea.

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Le dolía la cabeza demasiado y sentía que no podía mas con todo lo que estaba sintiendo en esos momentos, agarro una aspirina y se la tomo con prisa para refregarse los ojos, vio la hora, marcaban apenas las 11 de la noche y aun así no sabía qué hacer porque el sueño no lograba conciliar, arrastro su delgado cuerpo por las sabanas hasta caer de boca al suelo, apoyo las manos para que no le doliera el golpe y se rio de sí misma. Se levanto dirigiéndose a su closet para quitar el pijama, se coloco un pantalón apegado con un top corto, termino por sacar una chaqueta de cuero y así mismo se iría a alguna discoteca, era temprano y si el sueño no lograba conciliar, la diversión seria el plato principal.

Salió de su casa como cualquier día que no tenía planes de salir y terminaba en un bar tomando copas de mas, así fue como acabo en una discoteca, la música llegaba fuerte a sus oídos, pero en vez de ir a la pista de baile se fue directo a la barra para pedir algo que beber, luego seguramente terminaría bailando con alguien al azar en esa pista llena de gente, se sentó en uno de los taburetes que habían libre y ladeo la cabeza para toparse con una muchacha, sonrio ladinamente y se acerco a ella —Me sirves un ron seco— menciono al barman antes de hablarle a la muchacha, que viéndola bien no parecía del todo estar bien —¿Oye has venido sola?— cuestiono mientras esperaba su trago, llevo una de sus manos inquieta al cabello de la contraria para pasarlo por detrás de la oreja —¿Sabes lo peligroso que es venir sola aquí?— pregunto mirándola, la chica olía a alcohol así que probablemente ya habia bebido un par de tragos, luego de esperar unos minutos colocaron su pedido al frente de ella, lo tomo con la mano libre y se lo bebió al seco.

Saco su mano del cabello ajeno luego de unos segundos, siempre se le olvidaba que probablemente el ser así podía meterla en problemas a ella, se sentó derecha y viendo hacia la barra, aunque de reojo no podía quitarle el ojo de encima a la pequeña que estaba al lado de ella, supuso que era más joven que ella, porque usualmente era así, soltó un suspiro, Rainie era cabezota y cuando algo se le metía en la cabeza no dudaba en hacerlo aunque eso era igual a meterse en conflictos innecesarios , pero como siempre decía prefería arrepentirse de algo hecho de quedarse con las ganas de hacerlo —Oye— canturreo mirando a la chica con su sonrisa picarona peculiar —Si has venido sola ¿Quieres bailar conmigo?— pregunto con aquel típico tono de coquetería usual que usaba ella, era demasiado directa siempre, no le gustaba quedarse con las ganas de hacer algo.

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El estado de ánimo de Wheein cada vez iba a peor y debido a eso no hacía más que sentirse frustrada, idiota, inútil por no poder superar un bache como ese, ¿por qué le costaba tanto? no sabía responder a esa pregunta pero sí pudo darse cuenta de muchas cosas: Lo que era amar a alguien de verdad, lo que era pasarlo mal también, que el amor algunas veces podía ser la inmensa felicidad pero a la vez también el dolor más intenso.

Sin duda, Solar fue su primer amor y sabía que no iba a poder superarlo fácilmente pero para su desgracia ese día no iba a ser uno de esos en los que pudiera distraerse, no pensar y hacer cualquier actividad que la ayude a relajarse como ha podido lograr algunas veces, no, precisamente ese día era unos de los que no. Desde que sucedió todo, Wheein se encontraba en una especie de cuadro depresivo, como si ese cuadro fuese su cárcel de cuatro paredes y no pudiese salir, pero de alguna manera tenía que encontrar la manera de destrozar los barrotes de esa cárcel y poder salir de esta de una vez por todas.

Pero como se dijo, no, hoy no era uno de esos días, Wheein se encontraba sola en el apartamento de MAMAMOO, las demás chicas tenían unos compromisos que cumplir pero ella aprovechaba sus momentos libres para llorar, menos mal que esa noche podría al menos hacerlo, llorar tranquila o... ¿quizás otra cosa mejor? un lugar se le pasó por la mente y que muy en el fondo ella sabía que no era lo mejor pero aún así fue lo que hizo.

Se levantó de la cama, ya que desde que había llegado al apartamento no se había movido de ésta y comenzó a arreglarse, muy formal, maquillada, perfumada, como siempre solía hacer cuando se le pasaba por la cabeza aparecer por esos lares, se trataba de un club nocturno, así que se dirigió hacia allí sin pensar muy bien con la cabeza realmente.

Le llevó unos minutos, cogió un autobús para dirigirse hacia dicho lugar llevando con cuidado eso de que no la pudiesen reconocer, amaba a sus fans, no lo iba a negar pero en esas situaciones es cuando menos quería que la reconocieran, qué fácil es mostrar al resto de gente una cara pero luego en tu propio hogar mostrar otra diferente, para resumir: Wheein trataba de ocultar su tristeza lo mejor posible, no quería hacerles ver esa imagen a sus apreciados MOOMOOS.

Una vez llegó, simplemente se acercó a la barra, se sentó en una de las sillas y pidió un vodka caramelizado, no tenía intención por ahora de nada más, tan sólo de beber, beber, beber y beber.

—Definitivamente eres una estúpida, Wheein. No tienes remedio. Como si no existiesen más mujeres en el mundo.

Y eso fue lo que dijo ya totalmente ebria, al menos se sintió tranquila de que eso de llamar la atención estando en ese estado no encajaba mucho en ese lugar, pues seguramente esa situación ocurriría casi todos los días y los que trabajaban allí estarían más que acostumbrados a ello. Por unos momentos no sólo se quedaba pensando en Solar mientras ahogaba sus penas con alcohol sino también en lo difícil que había sido para ella salir del armario, aunque sólo para algunas personas y obviamente para la empresa donde trabajaba, que además ésta se lo tenía totalmente prohibido ponerlo a la luz, desde luego, qué dura es la vida de un idol sobre todo si tu orientación sexual era la misma que la de la bailarina principal de MAMAMOO, más si se trataba de un país como es Corea.

A veces incluso por ello debía de aparentar lo que no era, no siempre tenía total libertad de mostrar su verdadera cara y debía de ponerse un antifaz, la orientación sexual tan sólo lo sabían sus compañeras, familia y empresa, aunque en la familia... su padre era el único que no lo aceptaba y habían tenido numerosas discusiones por ello, muchas veces incluso ha llegado a odiarlo, se quedaba también pensando en las horrorosas experiencias que ha tenido con algunos hombres que se le acercaban y cuando descubrían su secreto la criticaban, insultaban y darles la espalda, tenía que ser sincera, su vida ha sido bastante difícil a pesar de haber conseguido bonitos logros como debutar y convertirse en una idol.

Pocos minutos después de estar sumergida en todos aquellos pensamientos, es cuando escuchó una voz de una mujer que con la pregunta que le formuló le llamó la atención, por lo que ladeó el rostro torpemente debido a que estaba ebria para mirarla.

—No es como si fuese una niña. Sé cuidar de mí misma. —Respondió, no trataba de ser borde pero no estaba en sus mejores momentos por lo que no tenía muchas ganas de hablar con nadie.

Entonces es cuando se vio sorprendida por aquel gesto, ¿por qué tanta cercanía de repente? se quedó mirándola fijamente esta vez, ¿estaba alucinando o tenía frente a ella una mujer que no parecía de este mundo? con eso quería decir que era realmente preciosa, por lo que Wheein no pudo evitar quedarse mirándola totalmente embobada, sus mejillas se tiñeron de rojo, se sintió avergonzada un poco por momentos y dirigió la mirada otra vez hacia su bebida, que ya ni contaba las que eran pero desde luego bastantes.

Ya cuando escuchó de nuevo otra pregunta por parte de la más mayor, le llamó la atención mucho más, vaya, ¿había realmente gente tan directa? no, era una pregunta tonta, está claro que en aquellos lugares mucha gente iba a lo que iba, es normal, no era el sitio totalmente acertado para calmar sus penas y ella aún así lo había elegido, no le pareció mala idea a pesar de que no la conociese de nada y su cuerpo estaba tan lleno de alcohol que tampoco es que pudiese pensar con la cabeza de nuevo y mejor para saber si lo que hacía era lo correcto o no.

—Bueno... por qué no, ya me da igual todo. —Comentó aquello con la voz algo adormilada pero a la vez se sentía activa, era una sensación extraña.

Ya incluso le daba igual si la reconocían o no, lo único que pensaba era cómo quitarse esa gran tristeza que tenía en su interior, lo hiciese bien o lo hiciese mal.

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