Más Que Un Tú y Yo || [Omegaverse/Got7]

30 || Versión con censura

Sigue siendo narración omnisciente.

| ADVERTENCIA |

Este capítulo contiene una escena de doble penetración, en caso de que a alguien no le guste ese contenido pase hasta encontrar «***». Gracias por su atención

Versión sin censura en mi cuenta de Ao3 con el mismo nombre

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Poco a poco fue recobrando la consciencia y el alfa lo notó en cuanto los ojos azules volvieron a ser oscuros.

—JaeBeom —JinYoung lucía confundido, pero de vez en cuando el omega volvía a tomar control de su cuerpo.

—Alfa, por favor, deje de hacerme esperar —el aludido sonrió y bajó la vista hacia el pequeño beta, quien lo miraba aún afectado por las feromonas de sus novios.

—Tranquilo, sólo un poco más y podrás sentirme junto a ti —acarició la suave mejilla sonrojada y volvió a mover el cuerpo del omega a su antojo.

—Ambos, ambos van a llenarme a la vez —el más joven sólo podía repetir eso desde hacía media hora.

—Ven, perrito, comienza a preparar a nuestro preciosos omega —Jackson asintió emocionado —. Eso, así, te gusta ¿No es así, bebé? —preguntó el alfa, viendo como el omega no era capaz de pensar en nada más que no fuera su placer.

—Me encanta, más, quiero más —el alfa sonrió satisfecho por sus palabras y en compensación, lo besó con pasión.

—Ya está —dijo Jackson totalmente extasiado.

—Perfecto, ahora cumple los deseos de nuestro omega y entra en él —el beta se posicionó tras el sudoroso cuerpo del omega y posó sus manos sobre el abultado vientre.

Cuando el beta encontró una buena posición, empujó con todas sus fuerzas, sacando un grito de dolor y placer por parte del omega.

***

Los tres retomaron la consciencia en el 5to día del celo, JaeBeom estaba en medio del nido, con el omega y el beta a cada lado de él, los mantenía apretados contra su cuerpo de forma posesiva, mientras que ellos parecían buscar refugio entre sus brazos.

—Dios, estoy tan cansado —su voz sonaba horrible.

Se puso de pie lo más cauteloso posible y parecía haberlo hecho bien, pues sus adorables novios sólo se acercaron más, uniéndose en un abrazo para protegerse entre ellos.

Buscó la pequeña nevera en la habitación y en cuanto la halló caminó a ella para tomar una botella de agua y dar un gran sorbo, acabándose casi la mitad del contenido en un sólo trago.

Tomó otro par de botellas y sacó los emparedados que la cocinera había preparado para ellos, dejándolos en la mesa de noche.

—¿Qué es ese olor? —olfateó el aire confundido y terminó oliendo el nido, justo en donde estaban sus novios —. ¿Somos nosotros?

Un quejido ronco salió de la garganta de JinYoung, quien abrió los ojos por un segundo y luego los cerró con fuerza.

—Buen día, Young-ie —el omega lo miró confundido por un momento, antes de sonreírle, parecía muy feliz.

«Agua», articuló, luego de notar que no tenía la voz como para hablar.

—Toma —se estiró para tomar una de las botellas que había puesto en la mesa auxiliar y se la pasó al chico afónico, justo después de acabar con el contenido de la botella, su pequeña nariz comenzó a moverse frenética —. ¿Tú igual lo hueles? —asintió —. Parece que viene de nosotros —el chico arrugó la nariz en muestra de desagrado —. Lo sé.