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>Mark.


Desperté a las tres de la mañana para preparar el desayuno de YuGyeom y el mío, ese día me tocaba a mí. Luego de ducharme me puse la ropa interior y una bata de baño.

—Vamos, es hora de despertar —moví a mi compañero sin mucha violencia, todavía había tiempo suficiente para que hiciera su rutina y pasar algo de tiempo juntos antes de ir a nuestras prácticas profesionales —. YuGyeom, levántate —sacudí su hombro con más energía, pero todavía conteniendo mi temperamento —. ¡Kim! ¡Si no te despiertas ahora mismo, juro que...!

Repentinamente el cuerpo de mi pareja dio la vuelta y me miró fijamente antes de tomarme del brazo y jalarme hacia él para quedar acostado sobre su cuerpo.

—Buenos días, amor mío —resoplé con fastidio fingido, amaba estar entre sus brazos tanto como él amaba estar entre los míos.

—Buenos días, dumbie —dejé un beso en su pecho, justo a la altura del corazón.

—Detesto que tengas que despertar más temprano para hacer el desayuno cuando llegas de hacer tantas horas en el hospital —acunó mi mejilla izquierda con su mano y dejó una leve caricia con su pulgar en mi pómulo —. Te ves tan cansado —se acercó para besar mis párpados.

—Agradezco el gesto, pero sé muy bien que un beso no basta para hacerlas desaparecer —solté una risa juguetona.

—No pierdo nada intentando —acomodó sus brazos para rodearme la espalda y juntar nuestros torsos aún más.

Nos quedamos en esa posición durante un par de minutos, simplemente impregnando el olor del otro en nuestra piel y compartiendo un poco de contacto para saciar nuestra falta de él.

—Te extraño aun teniéndote entre mis brazos ¿Qué tan malo es eso? —preguntó en voz baja.

—Lo suficiente como para comenzar a maldecirme por seguir a Kunpimook y terminar estudiando medicina —ambos reímos bajo, tratando de mantener aquella atmósfera de paz.

Nos levantamos a regañadientes, acomodé mi maletín y planché la bata de repuesto, la otra había quedado inservible luego de tanto vómito de los pacientes. Cuando YuGyeom salió del baño recalenté el desayuno y comimos juntos mientras hablábamos acerca del día anterior.

—Mi celo es la próxima semana ¿Puedes pedir permiso para pasarlo conmigo? —pregunté evitando su mirada y con la cara roja, no importaba que ya lleváramos dos años juntos y varios celos, todavía no terminaba de acostumbrarme a tener que recurrir a mi pareja para calmarlo.

Antes me negaba a aceptar mi naturaleza omega, así que salía con chicas, especialmente betas. Pero claramente que se daban cuenta de que yo no era un beta gracias a aquél mecanismo de mi cuerpo que se activaba en aquellos momentos. Pocas eran las que seguían adelante, pero raramente me sentía satisfecho al 100%, claro que lo disfrutaba y mucho, pero sentía que algo faltaba.

Y en cuanto aquella borrachera ocurrió, supe que lo que me faltaba era el aroma de un alfa, el aroma de otros omegas me resultaba abrumadoramente dulce, en algunas era fácil de sobrellevar, pero otras simplemente me distraían demasiado.

En fin, neurología y otras cosas que no son realmente lo mío.

—Creo que podré pedir permiso —puso una mano sobre la mía y me sonrió, con eso me pedía que me relajara —. ¿Quieres que pase a la farmacia por algo?

—No, ya me encargué de ello antier —le di un bocado a mi comida.

—De acuerdo —besó la mano que sostenía con la suya —. Entonces será mejor que terminemos de alistarnos.

A las 6 de la mañana ambos subíamos a nuestros vehículos y partíamos a nuestros respectivos lugares de prácticas, en mi caso; el hospital universitario y en el de YuGyeom, una constructora.

Camino a los vestidores me encontré con Jackson, quien se veía de un peor humor al usual.

—¿Ocurrió algo malo ayer? Creí que la cita con tus «chicos» sería buena para ti y tus nervios —me gané una mirada irritada.

—Simplemente volví a llamar a Kunpimook en la noche para reclamar por haberme convencido de estudiar medicina —reí por lo bajo.

—Es la rutina de todos los días, ¿no? ¿Qué cambió esta vez? —ambos entramos a la habitación y fuimos a nuestros casilleros para, en mi caso guardar la bata de repuesto y en el de Jackson, cambiarse a su ropa de diario.

—JaeBeom quería llevarnos a su apartamento después de la cena, pero me llamaron para que viniera a ayudar en urgencias.

—Vaya, que asco, yo también quería llamarlo hoy para reclamar, anoche llegué tan cansado para conseguir esos puntos extras, que me quedé dormido en cuanto toqué la cama —me miró confundido —. Estaba con YuGyeom a punto de tener sexo, le dije que me llevara a la cama, pero no ocurrió nada porque me dormí.

—Al menos escucha nuestras quejas antes de mandarnos a la mierda —cerré el casillero y puse el seguro.

—Al menos ya no nos arrastró a su misma especialidad, no me interesa mucho cardiología, prefiero cirugía torácica —caminamos hacia el vestíbulo donde me despedí de mi mejor amigo, y me regresé para comenzar mi día.

Cuando finalmente mi celo llegó, fue un miércoles bastante caluroso, pero yo no paraba de ir de un lado a otro con un montón de sábanas y frazadas, incluso los cojines de la sala se hicieron parte de mi nido.

YuGyeom sólo me miraba, la primera vez que me vio anidando trató de detenerme y eso me puso muy sensible, al parecer los nidos son muy importantes para los omegas en celo, más de lo que pensaba creer.

—Terminé —estaba acalorado, sudado y con una desagradable sensación en mi vientre bajo.

—Vamos a tomar un baño, para que estés un poco más cómodo —besó mi frente y eso casi me derrite, amaba los mimos cuando estaba en estos días.

—¿Primero me puedes decir lo que opinas del nido? Creo que esta vez quedó más cómodo —estaba casi seguro de que actuaba como un cachorro que rogaba por un bocado de lo que su amo estaba comiendo.

—Todos tus nidos lo son y son muy bellos también —lo miré un poco desanimado luego de escuchar sus palabras ¿Acaso no eran tan importantes para él como lo son para mí?

—Bueno, si tú lo dices —me di la vuelta y comencé a avanzar hacia el baño con menos emoción que antes.

—Mark —tomó mi mano derecha entre las suyas y me miró con arrepentimiento —. Sabes que amo todos tus nidos, pero si es importante para ti que lo vea primero, entonces vamos, pero no necesito verlo para saber que es perfecto para nosotros.

Le sonreí y me levanté ligeramente para darle un beso. Él sabía cómo hacerme sentir bien.

Más Que Un Tú y Yo || [Omegaverse/Got7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora