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>JaeBeom.


Me separé bruscamente de sus labios, me había empujado, pero yo quería más. Necesitaba más de él.

—No podemos hacer esto —tenía la respiración entrecortada, los labios hinchados, ojos vidriosos y su olor estaba en todo el auto, pero había cierto aroma mezclado, no me agradaba que llevara el olor de otro.

Debía volver a besarlo, sólo así estaría tranquilo, sólo olería a mí.

—No, JaeBeom, no es correcto, piensa en Jack-hyeong —el nombre de mi novio fue como un puñetazo, me alejé inmediatamente de mi mejor amigo, estaba atónito.

«¿Qué diablos estoy haciendo?»

—Me voy a bajar ¿Está bien? —asentí —. Ve a casa, hablaremos de esto otro día —me acomodé en mi lugar, encendí el auto y cuando la puerta del pasajero fue cerrada, puse el auto en marcha, pisando el acelerador hasta el fondo, creo que escuché a JinYoung gritar por la preocupación, pero no iba a detenerme, debía llegar con mi novio.

Debía decirle lo que acababa de hacer.

Llegué a casa de Jackson, jamás le podría ocultar algo, prometí no hacerle daño y las mentiras lo dañarían, pero lo que iba a decirle también.

—JaeBeom, pudiste haber llamado, pasa —sabía que no podría olerlo aunque se esforzara, pero mi rostro lo alertó —. ¿Que está sucediendo?

—Besé a JinYoung —silencio, un gran y horrible silencio.

Podía oír las respiraciones irregulares de ambos, el desenfrenado latir de su corazón y oler sus emociones tempestuosas.

—¿Por qué? —pensé en qué responder ¿Qué quería saber realmente? ¡¿Por qué lo hice?! —. ¿Por qué me lo estás contando? —dejé de ver el suelo, no esperaba eso —¡¿Por qué?! —podía ver el dolor en su mirada, lo escuché en ese grito de desesperación, incluso estaba en el aire, lo que me hizo sentir peor de lo que ya me sentía.

—C-creí... Creí que lo mejor era no o-ocultarte nada —asintió, pero su expresión no cambió.

Silencio de nuevo.

Aunque imposible, casi podía oír el maquinar de su cerebro, pensando, imaginando tantos escenarios, rebuscando en lo más profundo de su mente algo que decir.

—¿Te gustó? —volvió a romper el silencio.

—Primero, quiero que sepas, que sin importar mi respuesta, no cambia lo que siento por ti —las lágrimas estaban ahí, corriendo por su rostro.

—Entonces te gustó —un sollozo salió de su garganta y al intentar acercarme, fui detenido por su retroceso.

—GaGa, realmente te amo, eres el hombre por quien mi corazón late a diario —me miró a la cara, el sufrimiento era claro en su rostro.

—Pero él es a quien el destino te ató, no a mí —sólo podía ver como se deshacía de las gotas saladas en sus mejillas con furia, haciéndome sentir la peor basura del mundo.

«Oh, pero lo eres»

—Sabes que eso no me importa, lo que pasó ahí fue que... —forcé a mi mente a trabajar, pensar en algo que pudiera ayudarme, algo en lo que ambos podamos creer para salvar nuestra relación —. Seguramente fue porque estuvo lejos mucho tiempo, n-no estamos acostumbrados a alejarnos tanto el uno del otro y... Repentinamente estuve con él y... ¡Su olor! Seguro que fue su olor lo que me afectó —Jackson negó, no estaba convencido, así como yo tampoco.

—Le echas la culpa a él, cuando el que cedió ante sus impulsos fuiste única y exclusivamente tú, estás haciendo lo mismo que todos los alfas, culpas a un omega por tus errores —me horroricé por sus palabras.

Era tan cierto, sólo buscaba excusarme echándole toda la culpa a mi amigo.

—Yo... L-lo lamento, yo... Diablos, no encuentro una razón lógica —estaba tan frustrado, no podía pensar con claridad —. ¡Sí, lo besé porque quise! —nuevamente oí sus sollozos —Pero ya te dije que te amo, lo que siento por ti no ha cambiado, confía en mí, por favor —le rogué con todo mi corazón, no quería perderlo, en verdad estaba completamente enamorado de él.

—No lo sé, JaeBeom, yo... No sé qué hacer —tomó asiento en la cama y yo me quedé de pie, viendo al hombre que amo sufrir por mi culpa.

—Te lo demostraré de la forma que quieras, sólo... N-no me dejes, eres a quien más amo en el mundo —me puse de rodillas y lo acompañé en su llanto.

Ambos estábamos ahí, llorando lejos del otro, sufriendo por culpa del cruel destino, quien nos juntó pero intentaba separarnos.


>JinYoung.


Cerré la puerta con fuerza, HoSeok se puso de pie dejando su celular en el sofá y me tomó de los hombros, estaba preocupado.

—Me besé con JaeBeom —oí su suspiro y me sentí mal.

—Eso... Diablos, no sé qué decir en este momento —rodee su cuerpo para pegarlo al mío y llorar en su pecho.

—Soy una basura, traicioné a Jack-hyeong, tengo tantas ganas de volver a huir que te juro que podría ir ahora mismo a tomar el primer vuelo próximo a partir para nunca más volver —pasó sus manos por mi espalda, tratando de reconfortarme.

—Todo estará bien, no puedes huir, bebé, debes enfrentar esto como el hombre adulto que eres y entonces... Tal vez decir la verdad —lo miré con molestia.

—No, no es el momento para hablar de ello, y ahora nunca lo será —volví a sollozar.

Me abrazó con fuerza, mantuvo su agarre en mí toda la noche, lloré hasta quedarme dormido y desperté a la mañana siguiente, todavía en sus brazos.

—¿Me puedo frotar en ti? Así tendré tu olor y el suyo se va a apagar —miré su rostro pensante, sopesando las consecuencias de sus dos opciones.

—Está bien, si te ayuda entonces puedes hacerlo —le sonreí agradecido.

Puse mi rostro en el hueco entre su cuello y su hombro, cerré los ojos mientras inhalaba su aroma, era una lástima que los betas no lograran captar por completo aquel distintivo olor natural que cada persona poseía, pero sin duda, el olor de HoSeok era tan increíble que llamaría la atención de cualquier omega, enlazado o no. Froté mi rostro y lo abracé más fuerte, me acerqué aún más, presionando con fuerza, llegando incluso a mover mi cuerpo contra el suyo, embriagado por su delicioso aroma.

—JinYoung... —su voz salió en un ronco suspiro que me estremeció por completo.

Comencé a mover mi pelvis contra la suya, entre mis piernas ya estaba esa incómoda sensación que necesitaba atención, aquella que en los últimos días él se había encargado de cuidar.

—JinYoung, detente, dijiste que sólo querías impregnar mi olor en ti —no pude detenerme, él se estaba excitando también.

—¿Qué mejor forma de llevar tu olor que esta? Por favor, déjate llevar —comencé a jadear junto a su oído.

Escuché un ronco gruñido y luego fui empujado de espaladas contra la cama, nuestros labios se encontraron, nos besamos con fuerza, desesperadamente buscábamos apagar el ardor que nos consumía.

—Quítate la ropa —se separó de mí, arrodillado en la cama, observó cómo pasaba mi camiseta por encima de mi cabeza para luego ser arrojada a algún rincón de la habitación.

Sin despegar mi vista de sus ojos, desabroché mis pantalones y él me ayudó a bajarlos, dejando besos por cada trozo de piel descubierta. Antes de bajar mi ropa interior, él comenzó a desvestirse. En cuanto su pecho quedo descubierto, me lancé a besarlo, dejando marcas por su blanca piel, mordiendo las protuberancias y escuchando sus roncos gemidos.

—Basta —me volvió a acostar y terminó de quitarse la ropa.

Su hermoso cuerpo al descubierto, sus músculos tensos por la atmósfera del momento, si las cosas fueran diferentes, me encantaría que fuera él la persona con la que pasara el resto de mi vida. Pero no podía hacerle eso, no podía simplemente apropiarme de él, sólo porque las cosas no están como deberían.

Nuevamente estuve entre sus brazos y él entre mis piernas, volví a entregarle mi cuerpo, porque el resto de mi ser pertenecía a alguien más.

Más Que Un Tú y Yo || [Omegaverse/Got7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora