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>Jackson.


Con la mirada fija en mis zapatos, la camisa a medio desabotonar y los ojos ardiendo por la necesidad de parpadear. Así me encontraba yo en la sala de descanso del hospital universitario.

Hacía un par de horas que JinYoung me había enviado un mensaje en KakaoTalk pidiéndome hablar el fin de semana, y yo no sabía qué responder.

—GaGa ¿Estás aquí? Oh, sí, aquí estás —Mark entró por la puerta con un aire positivo, sinceramente me sentí envidioso de ello, mi vida se había puesto de cabeza en tan poco tiempo y qué daría yo por un poco de calma —. Pero... —se detuvo, incluso el ambiente se sintió un poco tenso —. ¿Qué ocurre? —finalmente parpadeé luego de varios minutos.

—¿Qué debo hacer? —subí la vista a su rostro confundido.

—No lo sé... ¿Terminar de vestirte? —intentó bromear un poco para aligerar la tensión —. ¿Vas a algún lado? —dejó su vaso de café en la mesa a la entrada de la habitación y se acercó con cuidado.

—Estaba a punto de ir a casa de mis padres —su ceño fruncido me hizo bajar la mirada.

—Está a varias horas de aquí —me dijo en un tono que sonaba como un regaño —. ¿A qué vas en un martes por la tarde?

—No sé —me cubrí el rostro con las manos para tranquilizar mi frustración —. ¿Sentirme seguro? —me encogí de hombros, no muy seguro ni de mi nombre.

—Jackson... —usó un tono cálido, casi maternal, pero jamás lo diría en voz alta si quería seguir con vida —. Esto es muy difícil para ti, pero no estás sólo, porque sé lo que realmente te está molestando, JinYoung había prometido ponerse en contacto contigo y seguro que acaba de hacerlo ¿No es así? —asentí derrotado —. Y luego está JaeBeom... —un silencio largo e incómodo nos envolvió, parecía que sabía algo que no me quería decir. Estaba harto de eso.

—Dilo, «y JaeBeom» ¿Qué? —lo miré con seriedad.

—También me gustaría saberlo, sólo YuGyeom fue a verlo una vez y desde entonces no se ha vuelto a poner en contacto —sentí una opresión en el pecho que me dejó inquieto —. Llamó a un dongsaeng, compañero de clases de JaeBeom; pero él no lo ha visto el lunes y en su edificio no lo han visto desde el viernes.

—¿Me dices que está desaparecido? —no pude evitar preocuparme, seguía siendo mi novio, quiero decir, lo seguía siendo ¿No?

—O incomunicado y recluido en su apartamento hasta nuevo aviso —tomó mi mano y me miró a los ojos —. ¿A qué te referías hace un momento con qué deberías hacer? Porque bien podría estar haciendo simples suposiciones y es algo más lo que te preocupa.

—Estabas en lo cierto, JinYoung me escribió y me pidió hablar este fin de semana —tomé el celular y se lo mostré.

—Entonces deberías hacerlo, ustedes se la viven jugando a la mancha* con sus problemas, ocurre algo y enseguida huyen a esconderse para no ser alcanzados, hasta que creen haberlo resuelto y el problema cambia —se dejó caer en la cama sin una pizca de elegancia.

—Tengo miedo de lo que pueda pasar ¿Qué si al final termino con JaeBeom definitivamente y ellos empiezan a salir? —me acosté a su lado, mirándolo a los ojos.

—Al menos habrían llegado a algo y sabrías qué hacer —respondió sin darle mucho peso a sus palabras, como si fuera lo más sencillo del mundo.

—¿Entonces debo aceptar? —lo miré con insistencia, necesitaba una respuesta.

—Por supuesto —se incorporó y comenzó a abotonar mi camisa —. Ahora vuelve allá y has tu trabajo, interno Wang.

Le sonreí, agradecido por su apoyo incondicional.


>JaeBeom.


Una vez.

Dos veces.

Diez veces.

Quince...

—¡Abre la puerta! ¡Necesitamos hablar! —la voz del exterior sonaba tan molesta, tal vez si me seguía manteniendo en silencio entendería y se iría —. Puede que no lo parezca... ¡Pero no soy tan idiota! ¡Sé que estás ahí Lim JaeBeom!

Cerré los ojos y tapé mis oídos con las manos, con fuerza, tratando de amortiguar la voz de JinYoung al otro lado de la puerta.

—WonHo, soy yo, busca al conserje y dile que necesitas la llave, creo que le pasó algo malo —hubo silencio por unos minutos, yo sólo me repetía incesantemente que esto no era real —el ruido de la cerradura de la puerta siendo abierta me alertó.

De ninguna manera...

—Ahora sí —se veía furioso y hasta daba miedo —. Tú vas a escucharme y no acepto negativas, no es una sugerencia ni nada de esas mierdas amables, te exijo que me escuches ¿Entiendes?

Me limité a asentir con la boca abierta ¿Quién era él? ¿Y por qué se me hacía tan malditamente caliente su forma de gritarme?

—Mierda santa, JaeBeom ¿Qué pasó aquí? —miraba todo el apartamento con expresión de sorpresa, y no una muy agradable; luego sus ojos se detuvieron en mí —. ¿Qué rayos te pasó a ti? —se acercó despacio, ya no se veía molesto, si no más buen preocupado.

—¡Estás hecho un maldito desastre! —bueno, volvía a estar furioso. Al menos sabía qué hacer con un JinYoung molesto.

Luchó conmigo para ponerme de pie y llevarme al baño. Una vez ahí me dejó en el inodoro y comenzó a preparar todo para supongo yo, dejarme decente.

—Tomarás una ducha, te vas a arreglar para parecer humano nuevamente y entonces vamos a hablar —salió unos minutos antes de volver y dejarme ropa limpia —. Voy a arreglar tu desastre.

Alguna fuerza inexplicable me levantó del asiento y me obligó a obedecer las órdenes del omega. Me vi en el espejo por primera vez en días, lo que veía me daba un asco profundo, no lucía como yo.

Entré a la ducha y me desvestí ahí. Tomé una ducha larga, me rasuré, inclusive hice toda mi rutina de "skin care" y me puse la ropa. Volvía a sentirme como un ser humano, al menos por unos segundos.

—Tardaste mucho —JinYoung tenía una bolsa de basura, estaba sudado y su olor estaba en todos lados, pero luché contra mis instintos incluso más fuerte de lo que me gustaría admitir. No volvería a cometer ese error.

—¿Por qué estás aquí? —mi voz sonaba ronca después de varios días de llorar y no hablar.

—Te lo dije, tenemos que hablar —él continuó levantando basura y acomodando cosas —. Ayúdame, dejé una pila de platos sin lavar en la cocina.

Lo hice sin poner peros, él había adquirido un nuevo poder sobre mí luego de ese beso, fue después de aquello, porque desde entonces no paro de pensar en él ni de extrañarlo.

Cuando dejamos mi apartamento limpio, él se veía tan cansado y caluroso, eso me hizo sentir tan deseoso de probar su piel. Jamás me había sentido de esa forma por él, siempre viéndolo como un hermano, ese mejor amigo al que le pediría ser mi padrino de bodas, al que entregaría en el altar a Kunpimook y sería el tío favorito de mis hijos, así como yo lo sería el de los suyos.

Ahora sólo podía imaginarme apareado con él, JinYoung tendría a nuestros cachorros y seríamos tan felices, pero lo más espeluznante de todo era que esperaba que Jackson también fuera parte de esto, todo mi ser deseaba que me lanzara sobre el omega y lo marcara, pero mi corazón seguía añorando pasar el resto de su vida latiendo por Jackson.

¿Qué diablos me estaba pasando?

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La mancha. También conocida como «atrapados» o «las traes», es un juego en donde dos o varios jugadores se persiguen, uno de ellos debe atrapar a otro para pasarle el turno de ser quien persigue. En este caso, Mark explica su metáfora.

Más Que Un Tú y Yo || [Omegaverse/Got7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora