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>JinYoung.


Podía olerlo, no era la primera vez, pero si era la primera que mi cuerpo empezaba a reaccionar ante sus feromonas, era incómodo, pero no del modo en que me gustaría. Era incómodo tener que resistir el impulso de lanzarme a él.

Mi padre me había comentado que conforme más tiempo pases lejos de tu pareja o más tardes en completar el enlace, más fuertes son los síntomas y atracción. Nuestros cuerpos estaban reclamando el no estar juntos, ya nada era suficiente, incluso estando con HoSeok, me sentía insatisfecho, mi deseo sexual era tan grande que no había forma de extinguirlo con cualquier persona, tenía que ser aquél para el que fui destinado estar y podría apostar que estaba ocurriendo lo mismo con él.

—Dime que no soy el único que lo siente —su ronca voz erizó los vellos en mi piel, era un sonido tan delicioso y todo mi cuerpo pensaba igual.

—No, no lo eres —me atreví a confesar, hipnotizado por su aroma.

—Pero... Estaría mal hacer algo al respecto ¿Cierto? —lo veía cada vez más cerca, el recuerdo de nuestro primer beso rondando por mi mente y su olor envolviéndome.

Todo apuntaba a un terrible desastre.

Pero gracias a lo que fuera, mi celular sonó, haciendo que poco a poco recobrásemos la compostura.

—Es Jack-hyeong —la mención de su nombre nos terminó de hacer aterrizar —. Me gustaría hablar con ambos el fin de semana, hay mucho que decir y aclarar —me puse de pie con torpeza para reunir mis pertenencias y comenzar a acercarme a la puerta.

—¿Qué te hace creer que quiero estar ahí? —sonaba un poco molesto, pero yo ya no me dejaba intimidar tan fácil por cualquier situación fuera de lo que tenía contemplado.

—Aunque no quieras, debes ir, esto es importante para todos nosotros, nos veremos en mi casa, te mandaré la dirección por mensaje —abrí la puerta y salí.

Frente en alto y pasos seguros, Park JinYoung ya no se dejaba pisotear, era un hombre que debía madurar, no se tenía que poner a llorar cuando se le pusiera un reto de frente, debía confrontarlo, huir no funcionaba.

El tan esperado fin de semana llegó, HoSeok me dejó solo a petición mía, de hecho; desde anoche había partido a casa de su hermano, yo había dormido muy poco, con los nervios de punta por lo que estaba a punto de ocurrir.

Esperé hasta las dos de la tarde, cuando tocaron el timbre. Me aproximé a abrir la puerta, regañándome por temblar como una maldita gelatina, tras ella se encontraba Jack-hyeong, lucía incómodo, pero yo igual lo estaba.

—Adelante, hyeong, puede tomar asiento —me hice a un lado y lo dejé pasar, los betas tenían aromas tenues, pero estaban ahí. Aun cuando el olor de JaeBeom era algo que últimamente me había hecho perder la razón o que el de HoSeok sea simplemente irresistible, el aroma de este senior era algo que llamaba mucho la atención, fresco y dulce, casi como un omega —. ¿Quiere algo para beber?

—Un vaso de agua, por favor —pero ahora ese olor tan hechizante era un poco como el orégano, estaba nervioso. Si tan sólo pudiera olerme, entonces así sabría que yo no me encontraba indiferente.

—Aquí tiene —dejé el vaso frente a él en la mesa de centro y tomé asiento en el sofá de dos piezas que estaba a un costado del sillón individual en el que había tomado asiento.

—Siendo sincero... —el silencio de varios minutos fue roto —Nunca imaginé que me contactaras, no es muy de tu estilo —sonreí de lado, recordando esos días no muy lejanos.

Más Que Un Tú y Yo || [Omegaverse/Got7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora