Más Que Un Tú y Yo || [Omegaverse/Got7]

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>JinYoung.

Al abrir los ojos, lo primero de lo que me percaté fue que la nuca de JaeBeom estaba muy cerca de mí, tanto que podía oler perfectamente su aroma, me transmitía una sensación de paz y felicidad que siempre he apreciado mucho. Miré cómo lo abrazaba por la cintura, me transmitía calidez y una comodidad placentera.

Cuando espabilé un poco me di cuenta de lo que estaba pensando, eso me ocasionó una mueca de disgusto, no se suponía que deba sentirme tan a gusto durmiendo de «cucharilla» con mi mejor amigo —mi alfa, susurró mi mente —, aunque un sentimiento de satisfacción me llenó al poder ser la cuchara grande. Me separé lentamente para no despertarlo justo en ese momento, alcancé el celular a mi lado y vi la hora, 8 de la mañana. Aún había tiempo.

Me levanté de la cama y estiré con cuidado mi cuerpo, la falta de ejercicio y el estrés me tenían tan tenso que temía desgarrarme un músculo.

Tomé un cambio de ropa, fui al baño, hice mis necesidades básicas y tomé una ducha, ahí mismo me vestí. Al salir noté los pies de mi amigo apoyados en el suelo, estaba revisando su teléfono, tenía el cabello desordenado, también se le podían notar las marcas de la almohada y los párpados un poco caídos por el sueño.

—Buenos días, Beom-ie —colgué mi toalla mientras le saludaba.

—Buenos días —soltó un bostezo bastante sonoro, cuando nos miramos nos reímos un poco por el tono gracioso con el que me había respondido.

—Puedes tomar otra ducha si quieres o pasamos por tus cosas y allá te duchas, todavía hay tiempo, incluso te invito a desayunar, claro, tú pagas —me miró con reproche luego de escuchar lo último, pero no le tomé importancia ¿Y qué si soy tacaño? Además, no es mi dinero, sólo le hago un favor a mi padre y reduzco los gastos.

A pesar de su gesto de reproche, ambos fuimos a desayunar y él pagó, luego llegamos a su apartamento, en donde guardó unas cuantas pertenencias más en una de las maletas improvisadas que hicimos la noche pasada.

—No puedo creer que me haya perdido de algo tan importante, quiero decir, lo vi el día después que inició mi celo, pero estaba muy afectado para notarlo —me recargué en el asiento con los ojos bien abiertos y una expresión de absoluta perplejidad —. Mark-hyeong y YuGyeom-hyeong se enlazaron.

—Lo sé, cuando vi a YuGyeom-hyeong el otro día no pude evitar sorprenderme y... —noté duda en su voz —. Luego me puse muy feliz por ambos, un enlace es algo maravilloso —el ambiente volvió a ser incómodo.

Un enlace era algo maravilloso, pero ambos decidimos dejar ir la oportunidad de formar un lazo de verdad.

—Mira, ahí está Jack-hyeong —por suerte llegamos al punto de reunión. Bajamos del auto y escuchamos algunas indicaciones, estiramos un rato las piernas y volvimos a la carretera.

Dormí un rato, pero ésta vez no logré hacerlo bien, poco a poco mi mente comenzaba a atormentarme, los primeros días luego de la ruptura aún podía dormir tranquilo, pero luego del tercer día del celo comencé a tener una que otra pesadilla ocasional, a veces Kunpimook terminaba conmigo de forma fría, otras veces era cruel, en otras ocasiones me tocó que fuera yo quien lo dejara, pero ésta vez debido a la sugestión del tema no soñé con mi ex.

En mi mundo onírico viví un momento en el que yo actuaba de forma egoísta y me interponía entre Jack-hyeong y JaeBeom. No quería quedarme solo, así que prácticamente obligué a mi alfa a estar conmigo, destrozando al adorable senior de medicina.

Desperté con un sobresalto y una gran confusión, yo no tenía necesidad de estar con JaeBeom, nunca lo había visto de esa forma y no me creía capaz de hacerlo en un futuro. De ninguna manera.

Ya era de tarde cuando me fijé en la hora, mi amigo me dijo que dormí un par de horas y ya no quedaba mucho para llegar. Me dediqué a observar el paisaje el resto del viaje, pensando en cosas de la escuela, en que hacía bastante tiempo que no visitaba a mi padre y qué quizá deba comprar más ropa interior. Lo que fuera, con tal de mantener mi mente ocupada.

—¿Es aquí? —la voz del alfa a mi lado me sacó de mi mundo y observé con atención nuestro alrededor, había mucho pasto un poco decolorado por el sol y no se veían casas cerca, además de la modesta vivienda frente a nosotros.

Bajamos del auto y recogimos nuestro equipaje, JaeBeom puso los seguros y nos acercamos a la puerta. Mark-hyeong era abrazado por la cintura con el brazo izquierdo de YuGyeom-hyeong, en cuanto el beta nos vio, Jack-hyeong se acercó a mi amigo para besarlo, solían mostrarse afectuosos en nuestro círculo social y yo solía verlos como una pareja adorable, a ambas parejas en realidad, pero ahora sentía una punzada de celos e incomodidad.

—Bueno, ahora por más duro que sea, vamos a mantener nuestras muestras de amor al margen, venimos aquí a divertirnos y hacer que Young-ie se distraiga —Mark-hyeong se soltó delicadamente del agarre de su pareja, se acercó a mí para abrazarme por los hombros y revolver mi cabello con cariño fraternal. Me sentía como si estuviera al lado de un hermano mayor.

—Bien, entonces abre de una vez para que acomodemos nuestras cosas y que podamos disfrutar el resto del día —el senior que me sostenía, soltó su abrazo y de su bolsillo izquierdo sacó un juego de llaves, busco por un par de minutos la correcta y la introdujo en la cerradura.

Con la puerta abierta, cada uno tomó sus pertenencias y el estudiante de medicina azabache nos dirigió a nuestras habitaciones, había cuatro, en una dormiríamos Mark-hyeong y yo, en otra YuGyeom-hyeong y JaeBeom; y por último Jack-hyeong, así no habría intimidad de parejas. También parecía ser que el senior con quien compartiría habitación quería pasar tiempo conmigo.

—Hyeong, éste lugar es tan tranquilo —aspiré el aire fresco que entraba por la ventana que hacía unos minutos abrí.

—Sí, mi abuelo realmente disfrutaba venir aquí con sus nietos, tengo muchos recuerdos lindos con mis primos —nos sonreímos y seguimos cambiando las sábanas de nuestra respectiva cama. Al terminar fui a avisarle a ambos alfas que iríamos al cobertizo a buscar la parrilla para la carne que habían traído en la hielera, así como pedirles el favor de hacer funcionar la instalación eléctrica y revisar las tuberías.

Mark-hyeong fue con Jack-hyeong para que limpiara la cocina por mientras. Luego ambos nos dimos la tarea de tragarnos el asco, cuando al abrir el cobertizo un montón de telarañas nos dieron la bienvenida. Por suerte, encontramos rápido lo que necesitábamos y así pudimos limpiar el asador y prender el carbón, justo a tiempo para entrar y ver a ambos alfas ayudando al beta, con la luz y el agua en funcionamiento —cabe aclarar que nosotros usamos agua de un pozo al principio —.

Sazonamos la carne, sacamos unas butacas del cobertizo y una enorme sombrilla, que se mantenía en pie gracias a una base tan pesada que entre tres tuvieron que moverla. Hablamos mucho, Mark-hyeong nos contó que la habitación vacía era la de sus abuelos, pero permanecía cerrada por la nostalgia, sólo dejaban que los de limpieza entraran para hacer lo propio.

También bromeamos sobre muchos temas y realmente el viaje cumplió su misión, porque me divertí y distraje. Me sentía querido y en paz con todos ellos, mis amigos.... No, ellos eran más que eso, eran mi familia.