Más Que Un Tú y Yo || [Omegaverse/Got7]

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>Jackson.

Cuando llegué a mi casa Mark estaba ahí, me vio con el ceño fruncido y su mirada de «¿Qué rayos te pasa?».

—¿Me lo dirás por las buenas o te lo saco a la fuerza? —bien, ahora estaba preocupado.

—Es que ocurrió algo con JaeBeom... —me detuve antes de relatar todo, no sabía si podía contarlo tan libremente, además de que Kunpimook no ha hablado con nosotros sobre su destinada.

—¿Me vas a dejar en suspenso? —me disculpé con la vista y él sólo suspiró —. Estúpido Lim.

Tomó su celular para escribir algo en él con bastante furia. Luego se levantó para poder sentarse a mi lado, yo acomodé mi cabeza en su regazo y sollocé antes de que las lágrimas comenzaran a fluir, sin ganas de detenerse. Lloré hasta quedarme dormido.

Cuando desperté Mark-ie no estaba en casa, sólo me duché y me vestí con algo simple para salir por algo para cenar, justo entonces me llegó un mensaje de JaeBeom, quería verme para hablar, durante el camino a el restaurante pensé en qué responderle, realmente no quería verlo, pero debíamos aclarar todo el asunto de JinYoung y él como destinados. Finalmente le respondí que hablaríamos en el restaurante de siempre, ese en el que me estaba acosando junto con todo el club de fans de Young-ie.

Comí solo en el apartamento, Mark no llegaría a dormir ésta noche al parecer y estaría solo con mis pensamientos. No sonaba como una buena noche.

La mañana siguiente me desperté muy temprano y le envíe un mensaje a JaeBeom, donde le decía que nos veríamos a las 10, así que contaba con 3 horas para mí solo, las cuales aproveché para prepararme y mentalizarme, no estaba seguro de lo que hablaríamos realmente ¿Terminaría con JaeBeom para que pudiera hacer su vida normal con su destinado? El sólo pensar en ello hacía que mi corazón doliera terriblemente, jamás podría ser capaz de dejar al idiota de JaeBeom por más daño que me hiciera.

Llegado el momento tomé mis cosas y salí dispuesto a enfrentar la peor situación en la que antes haya estado.

Llegué a la cafetería en la que ambos solemos venir para pasar el rato luego de la escuela o fines de semana, sobre todo para probar sus deliciosos postres. Nada más entrar, lo primero que llamó mi atención fue la mano de JaeBeom, sacudiéndose efusivamente desde una esquina y rápidamente me dirigí hacia él.

—Qué bueno que hayas llegado —me regaló una de sus cálidas sonrisas y yo fallé débilmente en no corresponder.

—Te habría avisado en vez de mandarte un mensaje con la hora para reunirnos —tomé asiento mientras le respondía con un tono totalmente neutro.

—Es cierto, mi KitJack es así —me removí incómodo sintiendo cómo mis mejillas enrojecían, no era el mejor momento para ese tipo de comentarios.

—JaeBeom, de verdad me gustaría hablar de esto lo más pronto posible —justo entonces llegó un mesero con dos desayunos y mi pareja no pudo evitar hacerme un gesto de disculpa.

—Creí que por la hora y el lugar no habrías desayunado, así que me tomé la libertad de pedir para ambos, lo lamento —desvió la vista y yo tuve que decirle al pobre mesero que no había ningún problema y que podía dejar la comida.

—Está bien, comamos primero —le sonreí sin mucha gana, pero eso lo tranquilizó lo suficiente para que tuviéramos un desayuno bastante silencioso.

—Bueno, ahora sí podemos comenzar a hablar —me dijo una vez el mesero se llevó los platos sucios.

—Quiero que me expliques todo, de principio a fin, desde que supiste que JinYoung es tu destinado hasta hoy en la madrugada si es necesario —sus ojos se veían tristes, para ambos era algo doloroso de tratar, pero teníamos que hacerlo.