Memorias de un desastre premonitorio

Capítulo 2: 10/09/2018

Hoy 10/09/2018 es el día de antes, de mi primer día de primero de bachillerato de letras y humanidades, la verdad, no creía que iba a estar tan nerviosa, cojo mi teléfono y le mando un mensaje a mi mejor amiga Lydia.

- Tia, estás nerviosa?- Le pregunté

-Un poco, ns, pero recuerda que estarán los buerronos de bachillerato.- respondió Lydia.

-Anda cállate, eso que mas da. Hablamos mañana. Tk- respondí con una sonrisa tímida.

-Vale nena, tk.- Respondió Lydia.

Cuando acabe de hablar con Lydia, mis padres nos llamaron a mi y a mi hermana a cenar.
Y cuando por fin termine los guisantes que son más plástico que guisantes, decidí subir a mi habitación y ponerme a escuchar mi álbum favorito de Lewis Capaldi, mientras me hago mi mascarilla de 2€ del primark. Cuando se hizo la hora de dormir, prepare todo para el "gran día" cogí mi peluche de cerdo, y aún con nervios, me dormí al instante.

Mi padre me despierta a gritos desde la cocina, ¡No puede ser las 7:30 ya! Estaba tan dormida que ni me percaté de la hora, no puede ser, no puedo llegar tarde el primer día. Agarré lo primero que vi del armario, un pantalón vaquero pitillo, una sudadera Nike overside y unas convers blancas con plataforma, me peine para estar presentable, y con un zumo y una galleta, corrí lo más rápido que pude, y corrí para llegar al autobús, no sé ni cómo, pero conseguí llegar. Me senté corriendo en el primer sitio donde vi, y me senté en el peor sitio que pude, al lado de un chico bastante guapo a mi parecer, mayor que yo. Y con apariencia de sentirse el más guay de todo el instituto. El no rechisto cuando me senté, pero yo "cómoda" no estaba. Al lado de nosotros se sentó Lydia con uno de mis amigos del antiguo insti, Sam. El chico misterioso aparentemente de segundo de bachillerato, se puso sus cascos y no hablo en todo el camino, Lydia me miraba con cara de "está muy bueno" ya sabéis a qué cara me refiero, en fin Lydia es muuuyyyy pesadita con esos temas.

Llegamos a clase, y a mí me tocó en la clase B, y a Lydia sorprendentemente también.
Yo no podía parar de pensar quien era ese chico misterioso del bus escolar, ¿Quien será?- Me pregunté a mi misma.
Intento no darle más vueltas, aunque no paro de pensar en ello, Lydia tiene razón está muy bueno, pero bah, mucho cuerpo y luego poca cabeza, como todos los francesuchos de este instituto.
Verona olvídate de chicos, ya sabes que no son buenos, en Italia no tuve muy buena experiencia, ya sabéis el mito de que los italianos son golfos. Pues no es mito es realidad.

Suena el timbre y regreso a casa con Sam que vive en la misma manzana que yo, mañana será otro día, pensé. Me despedí de Sam y llegue a casa. Me metí en Instagram, vi unas cuantas stories, y cuando me doy cuenta. PUM nueva solicitud de amistad. ¿Quién será?