Capítulo 10: Damiano Rinaldi

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DAMIANOOO que haces aquí!? Dije con cara de espanto.

Efectivamente este es el susodicho Damiano Ronaldi mi ex Italiano, el cual no tenia ni idea de cómo había terminado aquí. Ni siquiera sabía que se hubiese mudado o ¿venido de vacaciones?

STORY TIME:
Era un mes de junio caluroso en Italia, iba con mis amigas a un bar que concurríamos con frecuencia, estaba cerca del centro de la ciudad y todos los viernes acudíamos ahí como rito fiestero de cuatro italianas jóvenes que querían hacerse las mayores.
No fue la mejor época de mi vida, empecé a desvariar y hacer cosas poco acordes a mi edad, de las cuales me arrepiento. En una de esas noches de locura, las cuales nunca acababan bien, se me acercó un chico alto, castaño, de piel color caramelo y unos brillantes ojos azules que derretían a cualquiera que nos mirase, tenia 3 años más que yo, yo tenia 16 en ese momento y el 19, y me encandilo desde el primer momento en el que me habló, y sí me uso como un juguete durante los tres meses que duro el verano.

Era el típico mentiroso pero que mentía tan bien que te creías todo lo que decía, me decía cosas como "eres el amor de mi vida, nunca pensaría en dejarte, si me dejas lo harás tú, te quiero para toda mi vida" bueno yo claro nunca había tenido una relación y no me percataba de las "red flags" que Damiano iba sacando poco a poco. Sinceramente me quede tan pillada de él... era tan enternecedor que no vi lo que esperaba detrás de esa muralla que estaba creando, hasta que un día así de la nada, se esfumó como el soplido de una brisa suave.

Me dejo con el corazón roto, destrozada por dentro, así que cuando mis padres me dijeron que nos mudábamos no me parecía tan mala idea, para sacármelo de mi cabeza. Me prometió tantas cosas que se le olvidaron que no podía dejar de martirizarme con que hice mal, desde aquel momento me prometí a mi misma no volver a caer en los brazos de nadie, que nadie merecía mi cariño y por eso siempre estoy con el escudo puesto.

*vuelta al presente*

Y ahí estaba el Italiano que me encandiló como a una tonta y me trató como una basura, sonriéndome de oreja a oreja como si hubiese visto a un ángel caído del cielo.

¿Verona? Eres tú... no puedo creerlo- Me decía el gilipollas de él

Pero quien se cree este hablándome como si no pasase nada, me limite a ser educada y intentar cortar la conversación lo más rápido posible, pero la curiosidad me mataba por dentro.

- Eh si, ¿que haces aquí?- le dije en un tono seco y frío.

- ¿Ah no lo sabes?, me dieron una beca deportiva para la universidad de aquí en Francia.

NO NO NO ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO.
Me quede en shock, me costaba tragar saliva y mi corazón dio un vuelco de 360º.
Volví a la realidad y me limité a decir:
- Enhorabuena, tengo prisa lo siento.

A lo que me iba me coje la mano por la muñeca y me dice:
- Espera Verona necesito hablar contigo

Yo empiezo a forcejear buscando la mirada de mi madre pero ella ya no estaba, me acabo de percatar que me dijo que se iba a comprar al súper mientras yo acaba.

- Creo que no tengo nada que hablar contigo, - le repliqué

- Porfavor Verona, sólo será un momento.

En eso que en un abrir y cerrar de ojos sale una voz grave por detrás de mi espalda que me deja con los pelos de punta.

- Creo que ha dicho que no quiere hablar contigo

En lo que me giro veo a Cole mirando de arriba a abajo a Damiano con cara de pocos amigos, resulta que se encontraba por ahí haciendo lo mismo que yo, terminando de comprar todo lo que le faltaba. GRACIAS DIOS SANTO ME ACABAS DE SALVAR LA VIDA.

Damiano se queda boca abierto pero decide rebatirle:
- Eh perdona, creo que no estoy hablando contigo, ademas quien eres tú para decirme a mi lo que tengo que hacer?
- ¿Quien eres tú para ponerle la mano encima a Verona?- le dice con un tono cada vez más elevado a Damiano.
- Damiano deberías irte ya, no tengo nada que hablar contigo, y Cole no necesito que nadie me defienda.- Les dije a los dos con tono firme

Damiano se fue diciendo "ya nos veremos muñeca" Cole en ese momento apretó los puños en gesto de enfado, pero no se movió ni un centímetro de mi lado, a lo que me dijo apenado.

- Discúlpame Vero, no quería dejarte como "la que no se sabe defender sola" porque sé que puedes, pero te he visto apurada y esos tíos no los aguanto. ¿Estas bien?

Mis ojos empezaron a ponerse vidriosos recordando todo el daño que me había echo Damiano y sobretodo la posibilidad de encontrármelo por mi nueva vida. Pero no podía enfadarme con Cole, no podía sacar mi rabia que tenía por dentro en él, el solo me intentaba ayudar y yo no paraba de intentarlo sacar de mi vida, cuando él solo intentaba entrar. Pero como dije, me cuesta mucho abrirme después de él idiota de Damiano...
Así que me limite a decir:

-No pasa nada Cole..te agradezco que me hayas ayudado- le dije ya con la voz rota

-Salgamos de aquí- me dijo Cole mientras me cogía del hombro para que nadie me viese en esa situación.

-No quiero que me veas así...

-Verona, tranquila estoy aquí para lo que haga falta ¿vale?

El fuck boy del colegio me está diciendo que va a estar conmigo para lo que haga falta? Pero en qué universo paralelo estamos.

Terminamos en un banco y le escribo a mi madre que se vaya a casa que yo iré más tarde. A lo que mi madre me responde con un: "vale cariño, vuelve para cenar". Apago mi móvil y apoyo mi espalda en el respaldo, y echo un ligero suspiro.

Cole me mira, con sus preciosos ojos verdes y se limita a quedarse conmigo en silencio.

Memorias de un desastre premonitorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora