Capítulo 3: El chico misterioso.

9 0 0
                                    

Estaba en mi casa, cuando de repente:
*Alguien ha solicitado seguirte- Marcaba mi móvil en notificaciones.
¿Quien será ?me pregunté.
Me meto en la bandeja de salida y veo: @colemeyer_ ha solicitado seguirte.
Me quedo muy WTF, y pienso en mis adentros ¿Quien es este chaval, y porque me quiere seguir?
Obviamente me puse a stalkearlo, y me sonaba levemente su cara, hasta que caí.
¡PERO QUEEE! Este es el francesucho del autobús, ¡Como sabe quien soy, y cómo me ha encontrado si ni siquiera he hablado con él! Todo sospechoso, le aceptó la solicitud, pero yo no le sigo. De todas formas tiene que ser un creído si se pone a buscar a todas las tías del instituto que ni siquiera conoce. Menudo golfo- pensé.

Me puse ha hacer unos deberes de inglés, me duché y saqué a pasear a mi perro salchicha, Nini.
Al volver veo en mi móvil notificaciones varias, ninguna interesante la verdad. Hasta que veo una que me llama ligeramente la atención, *@colemeyer_ ha dado like a tu publicación *

No puede ser, le ha dado like a una foto de 2016, este me ha echado el ojo, ¡Pero quien se cree el francesucho este!
Intente no darle mucha importancia, y decidí cenar algo. Y me quede dormida mientras veía la tercera temporada de Vampire Diaries, (ojalá un Damon viniese a mi puerta).
Mañana será un nuevo día- pensé.

Ese día soñé con una sombra de aspecto masculino que recorría mi brazo y mi cintura suavemente, y estaba tan agusto soñando con mi querido Damon imaginario (no recuerdo muy bien quien era, pero ojalá sea él de mi sueño). Tan enfrascada estaba en mi sueño, hasta que mi querido despertador decidió fastidiarmelo.
*riiiingggg riiiiingggg*
Alargue el brazo, y lo apague, mientras bostezaba.
Cuando ya abrí un ojo, me levante desganada, y me duché. Cogí mis cosas y salí.
Y otra vez al autobús, cuando llegue todavía no había llegado, y resoplé. "Tanta prisa para esto". En eso que veo a mi amigo Sam, vino hace un año de España, aquí. Y doy gracias a que no fui la única nueva ese año, y así no sentía que todos me miraban, aunque lo seguían haciendo. Éramos los raritos, la italiana y el español. Pero bah, esos motes ya pasaron de moda. Ahora somos simplemente Verona y Sam, casi uña y carne, y cómo la noche y el día.
****
-¡¡Hola Sam!!- Le dije alegremente.

- Pero chicaaaa, que ánimos me llevas un martes por la mañana, ¿A que se debe esa sonrisa?- Me respondió

-¿A que tiene que haber un motivo para que yo, le sonría a mi querido amigo Sam Rodríguez o qué?.- Le dije con cara de vacile.

-Anda tira friki, que tengo prueba inicial  de biología y no me dejas repasar con tu felicidad arrolladora. -Dijo de manera burlesca.

- Es verdad perdón "chico de ciencias" - Respondí yo finalizando la conversación.

En ese momento llegó Lydia con las pulsaciones a 100 por hora y con cara de haber corrido un maratón y un triatlón. Y sin mucho más que mencionar subimos al bus, y ahí estaba mi chico misterioso, ya con nombre; Cole Meyer.
****
-Señorita siéntate aquí. -Gritó Cole
Obviamente lo ignore, ¡Pero quien se cree el francesucho este, y que hace hablándome si no me conoce de nada!
Lydia me miro en plan "tu eres tonta, tira y siéntate con él".

Pero al salir del bus...

Memorias de un desastre premonitorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora