Estaba colorada y avergonzada, trataba de procesar sus emociones, pero no llegaba a entender por qué se sentía de esta forma, lo único que su mente le repetía era la idea de que se estaba volviendo loca, loca por ver o creer que Diego era alguien atractivo.
- ¡A no señor! ¡Me tengo que calmar y urgente! – comenzó a hablar sola – están locos los dos, sí parecen hermanos – soltó molesta
Hablaba sola como la loca que era, no podía negar que se sentía bien ver ese cambio de comportamiento en Diego, pero le incomodaba, por alguna extraña razón ya se había acostumbrado a que la tratara mal, pero peor que eso, sí estaba concentrada en el rubio ¿Por qué pensaba también en Liam? ¿Qué tiene que ver él en esto? La rutina tal vez, pensó. Entró a su departamento, estaba cansada, pero había algo en lo que quería dar todo lo que le quedaba de fuerzas, algo que quería hacer desde hace varias horas, que hacía de forma inconsciente y que hacía su corazón latir, miraba su celular y se preguntaba "¿Por qué estaba timbrando el número de Liam? Espera ¿Cuándo fue que lo apunté? Hace dos semanas tonta". Ahora sí tenía miedo de que se estuviera volviendo una loca por los pensamientos que tenía y por la falta de lógica que encontraba en cada acción que hacía. Cuando dejó de timbrar el celular, notó que aquel chico no respondió y de forma automática lo volvió a llamar. No pararía, ya que tenía necesidad, necesidad de escucharlo, de contarle su día, de escuchar sus tontas bromas, de molestarlo, solo tenía la necesidad de hablar con él.
- ¿Hola? – contestó a la segunda timbrada
- Hola Liam ¿Estás ocupado?
- No... solo me parecía raro que me llames a esta hora ¿Pasó algo?
- No, todo bien, solo... - ¿Solo qué? Solo quería escucharte, eso pensaba Sabina, pero era vergonzoso decirlo
- ¿Solo querías llamarme? – dijo entre bromas – no te preocupes, entiendo que quieras hablar conmigo para que te alegre el día, ya que soy como un rayo de luz en tus penumbras
- ...
- ¿Hola? ¿Te quedaste conmovida por mis bellas palabras?
- No sé si eres un "rayo de luz", pero si eres alguien molesto
- Soy más que eso, soy tu rayo de luz
- ¡Aja! – se rio en silencio – que exagerado que eres, pero si quería hablar contigo, no porque seas mi "rayo de luz" ¡Tonto!
- No me esperaba tanta sinceridad – rio para luego decir en voz baja un poco incómodo
- Lo que sucede es que me gusta hablar con los bobos – reía
- Lo que sucede es que no puedes estar sin mí – dijo entre más bromas, bromas que dejaban de tener humor para Sabina y solo la hacían sonreír tiernamente
- ¡Aja! Sí claro – contestó sarcásticamente – no puedo vivir sin ti
- ¡No te preocupes que siempre estaré a tu lado! – añadió
- Tonto... ¿De dónde sacas tantos dialogo cursis?
- Son palabras naturales que brotan de mi más humilde sinceridad, son para cautivar
- ¿Quieres cautivar a un perro con tu tono de voz tan bajo? – se burló de él
- Ríete lo que quieras, pero las mujeres aman hablar con alguien tan sensible como yo, no me equivoco
- ¿Sensible? – comenzó a reírse - ¡Ya basta tonto! – reía más – solo te llamo porque me gusta conversar contigo ¡Que vanidoso eres!
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La casualidad de querer quererte
Romans¿Era un encuentro casual o una mera coincidencia? Tal vez sería un capricho del destino o solo una acción en cadena imposible de detener. Ni ella misma lo sabía, pero sí entendía que, de ser así, el destino es lo más complicado de entender y perdona...