"Primer día de colegio en este lugar de mierda, todavía no entiendo el por qué de mudarse acá. En Entre Ríos estábamos bien" todo eso pasó por la cabeza de Germán apenas se levantaba.
El reloj marcaba las siete y media de la mañana, el castaño entraba exactamente a las ocho.—Ya es tarde Ger, ¿querés que te prepare un café y te lo llevás?— preguntó dulcemente su madre, quien se alistaba para ir a trabajar.
—Tranqui ma, compro algo en el camino. Anda a trabajar, yo estoy bien— la amable mujer posó un suave beso en la frente del castaño y se fue.
Detrás de ella, Germán debía estar corriendo, estaba tarde. No logró comprar nada para desayunar, de igual forma no estaba acostumbrado a eso, así que no le dió importancia.Las cuadras de distancia no eran tantas. Llegó finalmente a la gran institución.
Al adentrarse se dió cuenta de que era más grande de lo que imaginaba, se encontraba perdido. Un chico de baja estatura con una gorra rosa se acercó a él con una sonrisa.
—Qué onda, ¿sos nuevo? te veo un poco perdido.Rió —sí, soy nuevo. Me llamo Germán, ¿vos?
—Rodrigo, aunque me dicen Carre. ¿A dónde tenés que ir?
—Creo que tengo que ir al quinto b, ¿sabés dónde es?
—Es mí curso, vení vamos.
Se dirigieron a unas grandes escaleras, debían subir al menos tres pisos. Germán sintió que hacer esto todos los días podría considerarse deporte olímpico, ¿tanto les costaba poner un ascensor?. Fuera de eso, el chico que acababa de conocer, que además era su compañero de salón, parecía ser bueno, eso lo alegraba un poco.
Llegaron al aula correspondiente, abrieron la puerta y se ganaron las miradas de todos.
—¡Carrera! ¿tarde primer día de la semana?—Perdón profe, estaba ayudando al pibe nuevo.
—Sientense los dos. Usted debe ser Germán Usinger, ¿no? bienvenido.
—Sí, gracias profe.
La clase era de filosofía. El de lentes se sentó detrás de Rodrigo y su compañero de banco.
La hora parecía ser interminable, no prestó mucha atención, comenzó a ver a su alrededor, en realidad nadie estaba prestando atención.
El timbre sonó y algunos alumnos se dirigieron al patio, ellos se quedaron dentro.—Bueno Ger, él es uno de mis mejores amigos, Franco. Aunque yo le digo Morte. Larga historia. Hoy faltó Tomás, pero otro día lo vas a conocer.
—Un gusto— saludó Franco. —¿Se puede saber por qué entraste en el último año?
—Yo soy de Entre Ríos, pero a mi vieja le surgió un trabajo acá. Nos tuvimos que mudar.
—Que paja, pero bueno te vas a adaptar rápido acá, vas a ver.
Unas carcajadas llamaron su atención e interrumpieron la entretenida charla, venían desde el fondo del salón.
—¿Y ellos? ¿quiénes son?— preguntó curioso el castaño.
—Iván, Gonzalo y el repetidor, Santiago— habló indignado el de menor estatura.
—¿Repetidor?
—¿Podés creer que repitió su último año de secundaria?— comentó Franco —ese pibe es un quilombo, ni ahí te acerques, es re pesado.
De pronto la mirada del tal Santiago y la de Germán cruzaron por un segundo. El castaño sintió escalofríos.
Siguieron haciendo mucho ruido y riéndose a carcajadas hasta que la próxima clase comenzó.Ahora sí le tocó prestar aunque sea un poco de atención, si no el resto del año estaría frito.
Logró anotar un par de cosas cuando nuevamente la campana que indicaba el recreo dió por finalizada la clase.
Los tres chicos salieron a los pasillos así le mostraban un poco el lugar a Usinger.—Ahí están los baños, abajo está el kiosco, aunque no compres ahí, te rompen el orto— rió Rodrigo.
—Es un lindo lugar, podría ser peor.
—Por suerte ahora estamos en invierno. En verano esto parece el infierno boludo, no andan ni los ventiladores— quejó Morte.
—Volvamos, nos toca la última clase y nos vamos por fin, este día es corto por suerte— Rodrigo iba a volver al salón.
—Vayan, voy al baño y los alcanzo— avisó Germán dirigiéndose hacia los sanitarios.
Entró en un cubículo. Por suerte todo estaba bastante limpio, le sorprendió a decir verdad.
Escuchó como alguien más había entrado pero le restó importancia.
Comenzó a lavarse las manos, mientras se miraba al espejo para ver cómo tenía el pelo. En el reflejo, se vió quien salía de uno de los cubículos.
Era Santiago.No se había dado cuenta de lo lindo que era hasta que las luces de ese baño iluminaron su cara y sus ojos azules. Quien sabe cuánto tiempo se habrá quedado observándolo.
—Presentate al menos si me vas a comer con la mirada, ¿sabés?— habló con voz un poco gruesa.
—¿Eh?— contestó nervioso —perdón.
—¿No vas a decirme como te llamas?— era obvio que este chico no había prestado atención cuando el profesor lo dijo.
—Soy Germán— le tembló un poco la voz. Era raro, normalmente el castaño no se comportaría así.
Rió —no te pongas nervioso, chiquito. Soy Santiago, aunque seguramente ya lo sabés. Andá, volvé a la clase, dale.
Germán salió de ahí lo más rápido que pudo y se dirigió directo al aula. Eso sí que había sido raro.
Por suerte el profesor aún no había llegado, sus nuevos amigos lo esperaban sentados.—Me parece que el profesor no viene.
Y como dijeron, el profesor faltó. Así que esa última clase la terminaron hablando sobre sus intereses y cosas en común. De vez en cuando la mirada de Usinger se desviaba a ese chico de ojos azules que estaba en el fondo.
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#] Nueva historia AAAAA!!! espero que les vaya gustando 🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Los capítulos van a salir día por medio (un día sí y un día no) y casi siempre a la noche jijiji
Beso💋

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WTBA - santutu x unicornio
Fanfic❝𝗪𝗘𝗟𝗖𝗢𝗠𝗘 𝗧𝗢 𝗕𝗨𝗘𝗡𝗢𝗦 𝗔𝗜𝗥𝗘𝗦❞ Germán Usinger, un joven de 17 años, se tiene que mudar de su querida provincia; Entre Ríos, para vivir en Buenos Aires, dónde su mamá tiene una oportunidad nueva de trabajo. O Dónde Santiago Rodríguez...