C10 "Como en las Vegas"

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Al escuchar aquella pregunta Luciano sintió como las copas de vino subieron a su cabeza y bajaron de golpe, de una forma tan estrepitosa que desaparecieron de su cuerpo.

Laura: Ay ya, no me mire así [miró sus labios] y no sonría de esa manera.

Luciano: si estoy serio es malo y si sonrío también es malo ¿quién la entiende?

Laura: ni yo lo hago [negó y le dejó un beso en la nariz]

Él estaba enloqueciendo sin lugar a duda y ella lo notó; se separó rápido, agarró de propia cuenta la botella de vino, sirviendo un poco en cada copa se la ofreció.

Laura: una copa y a la cama ¿le parece? [sonrió coqueta]

Luciano: No haga esto Laura por favor [dijo muy nervioso mientras caminaba de un lugar a otro]

Laura: Hacer ¿qué cosa? [se acercó lentamente de nuevo]

Luciano: nada, no me haga caso [esquivó su mirada]

Laura: estaba pensando en lo que dijo frente a los García, nunca habían hablado así de mí.

Luciano: solo idiotas han estado a su lado.

Laura: ¿lo domino con una sonrisa o solo fue parte del juego?

Los nervios desestabilizaban al caballero, ese hombre tan alto y fuerte era vulnerabilidad pura en su interior y ella lograba aterrarlo de forma magistral.

Luciano: su sonrisa puede poner al mundo de rodillas.

Laura: y la suya [suspiró sin mirarlo] ¿le puedo decir algo? Sin que se enoje

Luciano: la escucho...

Laura: pensé que este viaje sería un suplicio, pero conocerlo ha sido maravilloso. Además [lo miró al fin] no imaginé tener un esposo tan guapo.

Luciano: ¿le parezco atractivo?

Laura: algo serio [se acercó se frente a él] pero es un hombre que puede volver loca a cualquier mujer.

Luciano: y usted... [la tomó suave de la cintura sin poder controlarse]

Laura: ¿yo? ¿qué cosa? [respiraba agitada y sus manos se instalaron en el pecho de él]

Luciano: puede enloquecer a muchos hombres, pero no quiero eso, no quiero que trastorne a nadie que no sea a mí, su esposo.

Laura: ¿cree que sea verdad aquella canción de "como en las Vegas"?

Luciano: no... no le entiendo [tartamudeó]

Laura: que lo que pase aquí [lo miró profundamente] aquí se queda.

Luciano: nunca la he escuchado [sus manos temblaron y se soltaron poco a poco de la cintura]

Ella sonrió divertida al mirarlo de esa forma, ambos estaban algo mareados y desparpajados pero muy conscientes de la situación tan tensa que vivían, una que más allá del deseo físico estaba revelando sentimientos tan fuertes que atemorizaban, la verdad es que sí, sin imaginarlo resultaron perdidamente enamorados, hallaban en la mirada del otro eso que tanto soñaron y pensaron que no existía.

El destino los unió de la manera más inesperada y ese juego los llevaba al límite de la resistencia, pero haciendo gala de sus personalidades algo necias y distintas no afrontaba que estaban a punto de caer al mejor abismo de su vida.

CASUALIDAD [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora