Los deseos de almas buenas se cumplen como un soplo de mágicas estrellas, Luciano pidió al universo con tanta fe que la respuesta solo podía ser una sola, luego de varios intentos al fin aquel pedacito de vida se había mostrado al mundo, esos enamorados papás esperaban con ansias a: Victoria Lucía Ferreira Salina.
Meses llenos de descubrimientos, de divertidas situaciones y sobre todo de mucha paciencia, aquel emocionante día de la consulta dónde le anunciaron la gran notica no terminaba, al contrario, resultaría inolvidable.
Laura: ¿cada vez sirven más poquito no crees?
Luciano: mi vida, es la misma cantidad, además ese es el segundo, uno de coco y otro de menta Laura ¿en serio?
Laura: ¿Qué tiene? Tu eres muy básico amor, chocolate [rodó los ojos] además no soy yo, es tu hija.
Luciano: te lo dije [la abrazó fuerte] mi corazón de papá no falló, estoy seguro de que será tan hermosa como tú [la ensució con un poco de helado]
Laura: estas me las pagas...
Como dos locos enamorados corrían por los pasillos del centro comercial, él como buen caballero bajó el ritmo de sus pasos para dejarse atrapar por aquella hermosa dama que iba ya algo ruborizada.
Laura: creo que me hace falta estar en forma [tocó su vientre extrañamente]
Luciano: ¿estás bien? ¿Vamos de nuevo al médico?
Laura: no seas exagerado amor, mejor vamos a la casa que me hace falta unos besitos.
Luciano: puedo darte uno [la tomó del rostro dejando un suave beso en sus labios]
Laura: creo que no me entendiste...
Le sonrió pícara, tomó su mano y se lo llevó apresuradamente hasta el auto dónde empezó a demostrar los besos que deseaba sentir, él se dejaba adorar a su antojo como cada día por el último mes, las hormonas la llenaban de deseos que solo su esposo podía satisfacer.
Una tarde distinta pasaron aquellos dos, se amaron hasta quedar agotados; abrazados un sueño profundo los invadió; el reloj marcaba las 12:12 a.m. cuando asustada Laura despertó, se sentó de golpe en la cama tocando su abdomen y comenzó a llorar, él al percatarse del pequeño sollozo se alarmó sentándose a su lado.
Luciano: ¿Qué pasa mi cielo? ¿Amor que tienes?
Laura: creo que el helado me cayó mal [hizo un leve puchero entre lágrimas] siento raro.
Luciano: ¿raro? ¿Te duele? [Respiraba agitado]
Laura: no, no me duele solo siento que... [Tocó su vientre con ambas manos] ¡Se mueve Luciano, se mueve!
Luciano: ¿qué? [Su mano temblaba al dirigirla sobre ella] ¿Estás segura?
Laura: se siente muy raro, pero toca amor [colocó la mano de él en su costado derecho y un leve temblor se hizo presente] ¿sentiste?
Él la miró con sus ojos repletos de lágrimas, fue una sensación bastante extraña e indescifrable, pero sin duda era su pequeña hija anunciándoles que allí estaba, Laura en medio de su llanto sonrió al verlo tan tierno.
Laura: no llores amor [secó sus lágrimas] no tengo pañuelo [bromeó y siguió tocando su pancita] ya no se siente Lu.
Luciano: quizá es normal al comienzo la doctora nos dijo que...
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CASUALIDAD [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]
أدب الهواةHay almas que vagan por el laberinto de la vida creyendo vivir. Hay seres tan distinto que solo el amor los hará iguales pues los une una hermosa CASUALIDAD.