Capítulo 17: Un cuerpo sin alma

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Narra Zalgo
Los ojos vacíos de Jeff, el vómito en sus labios junto con la sangre me hacían preocuparme. Vi que no se apoyaba, yo lo sostenía por completo. ¿Desde cuándo usaba tanta fuerza? Lo acosté con cuidado, notando como su cabeza se iba hacia atrás, miré su cuello con lágrimas. Destrozado. No habían huesos que lo sostenieran bien. Tenía algo de sangre en 5 partes, miré mis garras, temblando.
Z: ¿A-... A-...a-amor...?-Le llamé con algo de esperanza, tratando de ser dulce. No respondía, sus ojos poco a poco se tornaron grises. De un color opaco y triste. Lo acosté en el suelo.
Z: Jeff... ¡Jeff!-Grité su nombre, removiéndolo con lágrimas. No sabía qué hacer. No reaccionaba. Puse mi oreja en su pecho, no habían latidos. Traté de leer su mente, no había nada, ni siquiera podía tratar de verlo. Era como si tratara de leer la mente de un objeto. Ya no había alma ahí.
Grité, lloré y causé miles de desastres en toda la casa, esperando que mi pequeño e inocente niño, despertara. Debí hacerlo inmortal. Debí escuchar a Slender cuando me dijo que controlara mis celos. Debí confiar en él. Debí protegerlo como prometí...
Acaricié su mejilla, limpiando los restos de lárgrimas, ¿Qué podría hacer? Limpié sus labios y negué llorando, lo besé, disculpándome miles de veces aún si no me escuchaba.
Me teletransporté de vuelta con Slender, gritando de agonía, me miró asustado y sorprendido. Yo caí al suelo, gritando mas y haciendo que las luces fallaran.
S: ¡¿Qué sucede?!-Se acercó y le mostré mis manos oscuras, con mis garras con sangre.- ¿Z-zalgo? -Me miró sin entender, me devolví a casa, tomando a Jeff y regresé frente al ente. Gritando de nuevo, entre un mar de lágrimas, abracé su dulce cuerpo con las manos temblando. Llorando sin pudor, negando con lentitud y dolor.
S: Y-yo...-Su voz se quebraba, se tiró al suelo de rodillas como yo.- L-lo lamento tanto, n-no creí... Yo pensé que mi hermano...-Me miró, su rostro de tela se empapó por las lágrimas. Jamás lo había visto llorar.- Lo lamento...
Pasé saliva, negando y le miré.
Z: Yo... Y-yo lo hice.-Susurré con un hilo de voz, y me apoyé en su pecho, llorando más, mojando ese suéter que le había puesto.- L-lo vi... Con tu hermano... No medí mi fuerza... Y...-No podía hablar, lloré más, con las manos temblando, levanté la cabeza de Jeff con cuidado y se lo acerqué, él estaba sorprendido y paralizado, viendo aquellas heridas que le hice, su cuello se puso morado... Con un tono de verde que dibujaba mis dedos en su piel.
Z: Yo no quería... A-ayúdame... Yo... Yo lo amaba... Y-yo...-Sollozaba, haciendo sentir apenado a mi contrario.
Lo llevamos al laboratorio, me sentía tan mal, temblaba abrazando al pequeño, no podía dejar de sentirme de la mierda al ver su cuello, destrozado por dentro. Pasé saliva con dificultad, acariciando la mejilla de mi niñito inocente.
S: V-voy...-Su voz igual estaba quebrada.- Voy a curarlo...-Trataba de disimularlo, supongo que para no hacerme sentir mal.
Vi como desnudaba a Jeff, bajé mi cabeza. No debía ser celoso... Ya... Ya no podía serlo.
Cerré mis ojos, con mi cabeza hacia abajo. Escuché crugidos.
S: Tranquilo... estará... s-su cuerpo...estará bien en un momento...-Ese error me hizo apretar mis puños. No es su culpa, es difícil procesarlo. Me quedé esperando, pensando con algo de esperanza que despertaría luego de ser curado. Al escuchar un poco de sonido de su parte, lo miré con un brillo en mis ojos, un brillo que fue opacado al notar que sólo era el movimiento de sus cuerdas vocales al ser reconstruidas. Lloré por eso, pero sonreí un poco, se veía mucho mejor... Borré mi sonrisa, recordando que no había alma ahí... ¿De qué servía tener su cuerpo?
Z: Q-quiero recuperarlo... Necesito tu ayuda... Yo... T-te juro que...-Le miré necesitado de apoyo, negó con la cabeza.
S: Zalgo... Así son los mortales... Yo no puedo... No puedo...-No quería acabar la frase, se veía y se escuchaba su dolor. Se sentó, con la cabeza hacia abajo, su mentón goteó por las lágrimas acumuladas. Hubo un gran silencio por unos momentos.
Me levanté, haciendo algo de magia con su cuerpo, metí mi mano a su pecho, haciendo que Slender sacara sus tentáculos por un momento. Admito que me sorprendió eso, llevamos conociéndonos varios años. Jamás se puso a la defensiva conmigo. No así. Pero se calmó luego de unos segundos. Hice que el corazón de Jeff siguiera latiendo.
Z: Coloquémosle máquinas para que esto siga así... Conservaré el cuerpo...
Sabía que él sentía disgusto hacia mi idea, supongo que pensó miles de cosas asquerosas que "yo haría". Pero no soy así.
Z: Quiero que haya un lugar donde poner su alma cuando lo recuperé...-Hablé decidido.
Esto era casi imposible. Habían miles de lugares donde podría estar. Incluso era posible que su alma ya no estuviera en el infierno y apareciera en un nuevo cuerpo... Si eso había pasado, no lo podría recuperar a menos de que lo volviera a matar. Cerré mis ojos con las manos temblando. No lo haría. No puedo...
Suspiré y me fui de nuevo al infierno. Él es malo, debe estar con los asesinos... ¿No?
Fui a la zona de torturas, tragando con pesadez, los bastardos me veían y gritaban que no se arrepentían. Que no querían ser perdonados. Gente detestable que tenía mucho orgullo... ¿Jeff era así?
Lo busqué preocupado, con las manos temblando, callé a todos los demás, esperando escuchar su voz. Pasé mi mirada sobre el suelo con tierra gris, sobre las cadenas de la gente, sobre los enormes objetos de tortura de colores oscuros ¿Por qué no lo encontraba?
Z: ¡Jeff!-Grité su nombre esperando respuesta... ¿Podría hablar después de la muerte que tuvo...? Bajé mi cabeza, pasando saliva con dificultad. Me dolía pensarlo. Tal vez no. Además, no sabía aún el porqué Jeff no me había hablado. Pudo invocarme con mi nombre... ¿Por qué no lo hizo?
Pasé entre los cuerpos, pasé entre las malas almas e impuras... Si Jeff no estaba aquí... ¿Dónde estaba?

Atrevido [Jeff × Zalgo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora