Atrevido [Jeff × Zalgo]

Capítulo 16: Sin control

Narra Zalgo
Estaba con las manos temblando por los nervios, llegué rápido, directamente a la oficina de Slender. Le miré con preocupación, no dejaba de pensar en mi pequeño.
Z: Rápido, hagamos esto. Tu hermano ya está en la mansión.-Hablé sin siquiera detenerme a saludarle, con magia traté de observarles pero no podía, gruñí molesto.
S: Oye, oye, tranquilo, ¿Qué pasa?
Z: Es Offenderman, está con Jeff.-Suspiré.
S: ¿Qué te preocupa?-Le miré molesto, era algo obvio.
Z: Podría violar a mi Jeff...-Susurré, mirando al suelo, me asustaba.
S: Míralos y ven si eso te hace calmarte.-Respondió serio, yo desaparecí de inmediato y miré a Jeff desde la ventana, jugando con sus pies. Sonreí un poco, él no me veía, estaba algo distraído, miré sus pensamientos, me dio algo de celos escuchar el nombre de offenderman ahí pero aún así regresé, no debía ser grosero con Slender.
Suspiré y regresé.
S: ¿Mejor?-Asentí y me senté.
Z: Perdón, pero, tu hermano no tiene buenos antecedentes.-Hablé recargándome en mi mano.
S: Él es hetero, recuérdalo.-Le miré dudoso, no parece que lo sea, ese bastardo tiene cara de poder violar a una roca.
Z: Lo dudo pero no vine por esa razón. Escucha, él está investigando una zona muy especial, donde están los padres de Jeff, quería saber si... Podría traerlos... Una vez aunque sea.
S: ¿Qué?-Era extraño ver cómo se sorprendía.- No, Zalgo. No puedo hacer eso.
Z: No quiero que revivan, sólo... Que lo visiten. Tal vez para que sepan que el pequeño está en buenas manos y...
S: Zalgo, no puedo hacerlo por Jeff.-Le observé con algo de ira y confusión ¿No quería a mi novio?- Él no quiere verlos.-Ahora sólo estaba confundido, relajé mi seño sin entender.
S: Escucha, sé que él te parece sólo un niño, digo, tiene 16 aún, pero debes recordar que es un asesino. Pregúntate porqué.
Lo pensé un momento, no entendía nada y mi mente no me dejaba procesar las cosas.
S: Odiaba a sus padres... ¿Entiendes? Sólo quería a su hermano.
Z: Tú... ¿Cómo sabes tanto de él?-Pregunté con algunos celos, apretando mis puños.
S: Tienes poderes ¿Por qué no los usaste para saberlo?-Preguntó tomando algo de café.
Z: No puedo controlarlos bien ahora que tengo emociones. Tal vez luego de acostumbrarme, pero aún es difícil. Me preocupa mucho Jeff, no dejo de pensar en él.
Sonrió un poco, ahora que lo veo con boca, parece más amable de lo que es normalmente.
S: Así es el amor. Entiendo que te preocupe, pero, descuida. Te contaré todo lo que sé de él, ¿Bien? Tal vez eso te ayude a entender.
Z: Trata de no demorarte tanto... No quiero dejarlo a solas con... Tu hermano.-Gruñí y mis cuernos aparecieron.
S: Deberías aprender a controlar tus celos, eso ayudará a tus poderes. Podrías ver lo que hacen mientras me hablas. Bueno, ¿Cómo sabes que no le está haciendo daño?
Z: Le dije que dijera mi nombre si me necesitaba, pero... No lo ha hecho...-Susurré preocupado.
S: ¿Eso es bueno, no? Tal vez está bien.
Temblé en mi lugar y asentí suspirando, se podía escuchar una tormenta afuera de la creepyhouse gracias a mis emociones mientras estos idiotas gritaban por los truenos. Por eso las había bloqueado. No puedo usar bien mis poderes estando así.
Z: Agh... Bien...-Mis ojos estaban algo cristalizados, me imaginaba a mi pequeño engañándome, no... No haría eso. Debo dejar de pensar así. Qué detestable es tener emociones.
Me dio un café y hablamos del pasado de Jeff y del cómo podría hacer que Offender se fuera del castillo y dejara de entrar a mi mansión. Eso incomodaría menos a mi pequeño.

Narra Jeff
Con mi garganta hecha trizas no podía gemir, pero quería gritar al sentir que estaba siendo brutalmente embestido por ese asqueroso ser. Sólo podía sacar aire mientras rasgaba las sábanas. Mis lágrimas salían a montones. Me daba asco, terror. Me acomodé lo mejor que pude para que no me hiciera más daño, lloré demasiado y traté de relajarme para no dificultarme más el respirar. Bajé mi cabeza estando en cuatro, ayudándome con la gravedad para no vomitar de nuevo. Pero me daba asco. Dolor. Era un infierno estar ahí. Tal vez Zalgo no tardaba, pero sería tarde. No era su culpa... Offender había sido inteligente.
O: Uagh~ qué bien se siente...~ ¿Te gusta? Vamos, Jeff, dime cuánto lo disfrutas.
Lloré, apoyando mi cabeza en la almohada hasta que miré hacia arriba por la ausencia de movimiento, vi un humo oscuro en la pared, mis ojos brillaron, miré hacia atrás. De un segundo a otro el cuerpo de Offender apareció completamente hecho trizas en la pared. Temblé, sentándome con dificultad, sequé mis lágrimas buscando con la mirada a mi novio. Tenía unas ganas inmensas de besarlo por salvarme. Lo miré frente a mí, con sangre oscura en la mejilla. Me tomó del cuello haciendo que me preocupara. Le miré asustado, no entendía nada.
Z: Tú... ¿Tú... Me engañaste?-Me sorprendí, haciendo que me salieran lágrimas. ¿Cómo decirle? No puedo hablar... Me apretó el agarre, me preocupé, agitándome algo brusco para que me soltara, no podía respirar.
Z: ¡Después de todo lo que hice por ti... Me haces esto!-Mi cuello dolía más y más, le miré, tratando de negar, me había levantado del piso, mis pies no tocaban el suelo, no dejaba de rasguñar su brazo, suplicándole con la mirada. Gritando en mi mente un "espera". Pero no parecía leerlo, por primera vez quería que viera mi mente y no lo hacía. Le salieron lágrimas de dolor emocional. Nada comparado con lo mío. Mi cuerpo me pesaba, el oxígeno ya no llegaba a mis pulmones.
Z: ¡Me usaste!-Me apretó más mientras miraba al suelo con los ojos cerrados y eso fue todo lo que pude ver... Dejé mi agarre, acariciando su brazo con cariño, esperando una reacción, pero luego de otro apretón en mi cuello, no pude más.

Narra Zalgo
Me dolía ver a Jeff con él ¿Él no solo estaba interesado en el sexo, o sí? No pudo tentarlo con la rosa, la quebró frente a mí. No podía creerlo, trataba de pensarlo bien pero no podía. Miré a Jeff molesto.
Z: ¡Yo te amaba!-Grité con lágrimas, escuché un crugido y miré extrañado a mi pequeño, tenía la cabeza hacia abajo.- ¿Jeff?-Pregunté con la voz quebrada, dejé de apretar mi agarre, notando mi mano oscura, con garras. Sostuve a mi pequeño y levanté su cabeza con una mano, tomando su mentón.
Z: ¿Jeff...?