Capítulo 10: Sentimientos

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Narra Zalgo
Me desperté temprano, con dolor. No pude dormir de nuevo esta noche. Gruñí con pesadez. Ahora sentía cansancio. Es verdad, no muero por eso, pero sí puedo sentir lo que me provoca el no comer, dormir o ingerir líquidos. Es un asco. Aunque, ahora hay otra necesidad que jamás había notado. Me provocaba calor, se comenzaba a hacer más común. Al parecer el pequeño la provocaba, Slender dice que a veces es causada por el amor, y me dijo que tratara de no hablarle de eso porque sigue siendo un humano, aún si está algo alto y no tiene rostro, se avergüenza.
Caminé con lentitud hacia la cocina, bebiendo algo de café.
J: Ah~ buenos días, Zalgo~.-Habló, dando pasos pequeños y suaves. Pude olfatear la crema para dolores, me acerqué a su cuello y lo olí.
J: O-oye, supongo que es normal para demonios, pero en humanos no. Así que... ¿Q-qué haces?
Z: Perdona... Hueles diferente.-Miré sus ojos azules y sonreí.- ¿Me acompañas?-Pregunté caminando a la mesa y abriendo la ventana, yo controlo el clima dependiendo de mis emociones, así que, no creo que esté tan mal. Al atar las cortinas de color negro con un liston dorado, pude admirar una luz hermosa, como un sol. Sonreí perdido en esa vista y miré con calidez al pequeño Woods.
Z: Ven, siéntate conmigo.-Vino en un silencio relajante y se sentó frente a mí en una pequeña mesa, un rayo de luz pasaba por su rostro, uno de sus ojos se veía más claro gracias a eso. En verdad parecía un ángel. Amé ese color celeste tan bello.
Z: Te ves genial...-Susurré inconscientemente, causándole una pequeña risita.
J: Aw~ Gracias. Pero puedo lucir mejor.-Se alzó de hombros y se agarró el cabello sonriéndome de lado, era masculino, lindo y agradable. Tenía esa personalidad tan relajante y sexy a la vez que me enloquecía.
Le serví algo de café con leche y azúcar, mientras yo tomaba uno sin leche, pero claro que endulzado, no era tan serio.
Probó el contenido de su taza y se relamió los labios, tomó uno de los panes dulces y me miró con un leve sonrojo.
J: ¿Q-qué?-Tartamudeó y reí por eso.
Z: Lo siento, te miré demasiado ¿No? Es sólo que... Tienes algo aquí...-Le señalé mi propia mejilla y él trató de encontrar el trocito de azúcar, claro que era mentira. Me levanté.
Z: No, aquí.-Tomé su mentón y le quité con la yema de mis dedos "aquella manchita". Me miró a los ojos y, me quedé completamente perdido. Era realmente hermoso.
Sus labios se abrieron lentamente y yo abrí los míos un poco, pensando en recibir un beso, pero en vez de eso se alejó con suavidad.
J: Zalgo, estás muy cerca...-Me alejé y él sonrió un poco.- Oye, cocinas genial... ¿Los hiciste tú?
Z: Claro~.-Me senté de nuevo, algo... Decepcionado. Hubiera preferido recibir una muestra de amor.
Z: Bueno... Háblame de Puppeteer y de ti... ¿Cómo van?-Me sentí mal y eso se dio a notar con el clima.
J: Vaya... Este lugar es muy extremista...-Rió al ver el fuerte viento.-Carajo, hace frío. Y, sobre nosotros; no hay mucho que decir. Vamos bien~ él... Es tierno...~ Es cariñoso~ y, aprovechando que a ti no te apena nada, es muy bueno en la cama.-Rió y lanzó un gruñido sexy.- Grrrh~ jaja
Mierda.
Jeff, quisiera tenerte.
Que me presumieras así.
Ahora que tengo sensaciones humanas y eso sí me incomoda, lo dices. Bueno, no me puedo quejar. Yo no aprecié tus sentimientos cuando me los diste.
Comenzó la lluvia y mis lágrimas bajaron de nuevo.
J: Oye, ¿qué sucede?-El pequeño se acercó a consolarme y sólo pude soltar más gotas que mancharon su camisa blanca.
Z: Lo siento... Lo siento...-Me disculpaba con la voz quebrada. Había cometido un gran error.- Jeff... Yo...-Le miré, no podía decirle. Era feliz con aquel maldito titiritero. Era claro que me rechazaría.
J: ¿Tú...?-Se agachó, viéndome a los ojos, negué y los cerré tembloroso.
Z: No puedo decirte... Lo lamento...-Lo abracé y pegué mi cara a su pecho.-Tengo problemas... No sé qué hacer... Pero no quiero contarte. No puedo... No quiero lastimarte.
Sus manos limpiaban mis lágrimas, pero éstas no se detenían.
J: Shh...~ no vas a lastimarme...-Me abrazó y besó mi mejilla.- Es sobre los sentimientos que tenía por ti ¿No?-Asentí asombrado.
Z: S-sí... ¿Acaso ya lo sabes...?
J: Zalgo, respeto que no me ames... Ya dejé eso en el pasado~. De todas formas estoy enamorado de Puppeteer, él... Es mágico para mí. En verdad, no tienes que preocuparte, creo que ya encontré al chico de mis sueños...-Rió, quebrándome más el corazón.- ¿Sabes? Tenías razón, eres muy mayor para mí~, anciano~.-Me dio unas lindas risas pero bajé mi cabeza.- Oh~ vamos, sólo bromeo~. Anda... Dame una sonrisa...
Le miré, hecho trizas. Él estaba teniendo la mejor época de su vida, frente al infierno que yo estaba teniendo.
Z: N-no es eso, Jeff... Es algo... Peor....
Se sorprendió e hizo una mueca.
J: ¿Qué es? Sabes que puedes contarme todo.-Movió su silla para quedar a mi lado, pero me miraba de frente.- Dime...
Z: Jeff... Estoy...-Me salían más lágrimas.- Escucha... Yo, acabo de descubrir mis sentimientos humanos, los he tenido retenidos... Y... Me di cuenta de que...-Lloré demasiado y le miré, con las manos temblando.-M-mierda, no puedo...-Cubrí mi  cara con mis manos. Gruñí con fuerza, logrando peores acontecimientos en el exterior. Escuché un grito ahogado por parte de Jeff y vi las luces parpadear. Me levanté y lo vi a los ojos.
Z: ¡Jeff...!-Mis manos temblaron, las cosas comenzaban a elevarse del suelo como mi presión, pero no nosotros.- Yo... Yo...
J: ¡T-tranquilo! ¡Sólo dilo! ¡No puede ser tan malo!-Quisiera que eso fuera verdad...
Z: ¡Jeff, te amo!-Grité con todo lo que pude y finalmente todo el caos se detuvo, las cosas se quedaron en el aire, el tornado parecía detenido en el tiempo, pero Jeff... Él sí se podía mover...
Z: Te amo...-Repetí en un susurro.

Atrevido [Jeff × Zalgo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora