Capítulo 21: Los sonidos de la Navidad

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Narra Jeff
Me sonrojé varias veces en estas fechas, Zalgo se ponía bastante cariñoso, aunque era claro que se controlaba. Era tan dulce... Tan tierno... Tan perfecto...
Por fin dormíamos en la misma cama, estaba acurrucando en su pecho mirándole por completo. En verdad no sabía qué hacer. Quería darle un regalo pero no estaba seguro de qué darle. Él me quiere a mí... Puede tenerlo todo, pero no, me quiere a mí. La dulzura de sus ojos al verme era algo que no cambiaría por nada.
Z: Buenos días...~-Le sonreí con vergüenza. Ya lo pensaría.- Feliz navidad, Jeff...~-Me abrazó, correspondí pegando mi cara a sus pectorales. Es sorprendente escuchar como late tan rápido el corazón de un demonio, que no necesita uno.
Acaricié su nuca, él me miró y su cara se tornó roja, mierda. No puedo. La vergüenza me detuvo, haciendo que temblara en su pecho y le hiciera reír.
Z: Vamos abajo, ahí están los regalos, ¿No?
La culpa me comía por dentro. No tenía nada para él. Asentí, dejando que me cargara y al bajar las escaleras tuve miedo. Le rompería el corazón... Digo, ayer le dije que la gente que se quería mucho se daba cosas. Pensará que no lo quiero.
Lo miré e hice que me viera, a mí y a lo que diría.
"Mi regalo no está ahí, es algo distinto"
Se sorprendió un poco y asintió entendiendo. Me relajé y me sonrojé. Llegamos al pino decorado con pequeños demonios y vi que había un regalo del tamaño de la palma de mi mano.
Me sorprendí y lo abrí, sin tener idea del qué podría ser. Vi un hermoso bombón con forma de pino y sin dudarlo lo comí mientras leía la carta.
"Jeff, te he fallado demasiado, pero tengo algo que te asegurará que no lo volveré a hacer. ¿Sabes? Desde que te conozco no uso mis poderes para todo, me haces sentir la magia de ser un humano, de poner esfuerzo e interesarme en las cosas. De preocuparme. De sentir amor. No encontré una mejor forma de hacerte confiar en mí, que entregarte la mitad de mis poderes."
Lo miré asombrado, con mis ojos cristalizados.
"¿Te lo comiste sin pensar, no? Espero que sí, pues esa era la forma de dártelos. Juntos formamos una magia más allá del entendimiento humano. Juntos, somos uno. Te amo, Jeff. Espero que algún día, tú me digas lo mismo."
Con mis ojos llenos del lágrimas lo abracé, temblando demasiado.
Z: No te volveré a lastimar, Jeff...-Susurró en mi oído, le miré y lo besé en los labios miles de veces, sorprendiéndolo demasiado. Me acurruqué en su cuello y sonreí. Puse su mano en mi garganta, me miró asombrado y yo asentí, dejando por fin que me curara.
J: T-te amo, Zalgo.-Sus ojos expresaron la mayor alegría que haya visto en alguien. Me cargó y me dio vueltas, me reí por eso, nos besamos mucho, nos abrazamos con cariño y nos acurrucamos por al rededor de una hora. Estaba enamorado. Ya no había duda alguna.
Me miró, acariciando mis mejillas mientras estábamos en el sofá, yo sobre él.
Z: ¿Y tu regalo?-Preguntó, sonreí acariciando su nuca.
J: P-pues... M-me daba vergüenza ya que no estaba seguro pero, ahora...-Le miré a los ojos.- Quiero hacerlo contigo, Zalgo.
Sentí sus cabellos erizarse, sus escalofríos y su corazón acelerado.
Troné mis dedos, usando la magia como si siempre la hubiera tenido.
J: ¿No quieres hacerlo con tu esposo de 26~?-Pregunté, adelantando la edad de mi cuerpo con la magia, su rostro era completamente rojo.
Z: T-tú ¿C-cómo sabes-
Lo interrumpí, desabrochando su camisa.
J: Hablas dormido...-Susurré sentándome sobre su pelvis, frotando mi trasero; su mueca de excitación y su caliente erección me decían que fue un gran regalo.
Me quité la ropa y le jalé algo brusco.
J: Vamos, amor~. Sé que quieres.-Susurré en su oído, sonriendo de lado por aquella vergüenza en su rostro.
Las ropas se deslizaron por mi blanca piel, poco a poco la sala tenía prendas por todos lados. Miré a mi bello demonio, nos dábamos besos amorosos. Nos miramos con cariño, nos dabamos caricias lentas, calentando el cuerpo contrario. Hicimos el sofá más grande al mismo tiempo y reímos a la vez por eso. No había poder ni en la tierra, ni en el infierno que nos pudiera separar.
Jadeé sobre los labios de mi amado, lamiéndolos con una sonrisa mientras éste tomaba mi cadera con amor, suspiré al sentir sus besos en mi pecho, estos bajaban más y más hasta llegar a mi pelvis. Le miré sonrojado y necesitado, sin detenerlo. Leía su mente, decía un:
"Por esto amo al Jeff maduro, tan dulce, tan especial. Esto se ha vuelto una verdadera relación."
Debía admitir que me sentía bien, pacífico. Ahora no me quejaba ni le molestaba. Era un cálido momento. De hecho, muy caliente.
J: M-mierda...-Me mordí el labio tembloroso, sintiendo que lamía muy cerca de mi miembro, le miré con los ojos entrecerrados, jadeando agitado por lo bien que se sentía. Lloriqueé y gimoteé con un chupetón que se quedó bastante marcado.- A-aGh~ Z-zalgo...~.-Me dio la vuelta, confundiéndome un poco hasta que...- ¡A-aHh~! -Cerré mis ojos, apretando la tela del sofá. Había metido su lengua. Me corrijo, lenguas.
Sonreí con las piernas temblando y terminé por quitar mi mueca de perversión para poner una de placer.
J: M-mierda~.-Mis cejas de fueron hacia abajo, mordí mi labio con las mejillas algo sonrojadas.- M-más.. j-joder...-Cada vez estaba más profundo. Sabía lo que quería decir. Parecían crecer y de un momento a otro habían logrado tocar mi punto.
Apreté mi interior pero este se abrió a las nuevas sensaciones.
J: ¡Z-zalgo...! M-mételo de una vez...-Gruñí desesperado.- ¡M-mGh~!-Masajeó mi trasero y me dio una fuerte nalgada que me doblegó. Me quedé jadeando necesitado, moviendo mis caderas hacia atrás tembloroso mientras él aceleraba el movimiento. Era demasiado placentero... Eran cosas tan grandes y viscosas, me hacían voltear los ojos.
J: n-nagHh~ ¡m-mHh~!-Me comenzó a masturbar al mismo tiempo que movía su lengua. Estaba lleno de desesperación, mi cara se puso de color rojo.- ¡Z-zalgo...~! -Le miré jadeando con dificultad y me temblaron más las piernas.- N-no puedo...~-Estaba tan cerca de venirme. Pero sacó su lengua haciéndome gruñir. Sentí que entró algo fácil, pero lento.- u-Ughh~.-Ya no me quejé, sólo alcé mi trasero esperando no venirme tan fácil. Me había dejado a borde.- J-joder...~
Sus movimientos eran lentos, profundos. Demasiado buenos y certeros. Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos, moviéndose un poco más.
Z: a-agh... M-mGhh~... A-aHh...-Lamió mi espalda, haciéndome arquear.
J: M-mierda... M-más rápido...-Moví mis caderas hacia atrás recibiendo nalgadas gustoso y unos apretones en mis muslos.- ¡A-aGh...~! U-ufff~ m-más.-Cada vez nos acelerábamos más, los jadeos aumentaban, las embestidas se multiplicaban y los sonidos vulgares resonaban por todo el lugar.- ¡Z-zalgo~! ¡A-agHH~!-Llegó un momento en el que no le pude pedir más, no me salían palabras.- ¡N-nagHh~! ¡M-mHh~!-Cerré mis ojos con fuerza, hechando mi cabeza hacia atrás.- ¡D-dios...~!-Me solté viniéndome a chorros. Me volteó con velocidad y le miré con lágrimas, con el estómago lleno de semen.- ¡M-mAghH~!-Las embestidas seguían, cada vez más cerca de ese lugar que me hacía apretar su torso y rasguñar sus hombros.
J: M-mierda...~-Apreté mi interior, lloriqueando de placer, miré a Zalgo y le sonreí jadeante.- P-papi~ d-dame más~.
Joder, aquella expresión me había vuelto loco. Se puso completamente rojo, lleno de vergüenza y se ocultó en mi cuello, embistiendo con fuerza y velocidad.
Z: ¡A-aghH~! A-ah m-mGh~ ¡a-ahH~!-Rasguñé su espalda y mordí su oreja entre los movimientos. Era demasiado rápido.
J: J-joder...~ s-sí~ m-me encanta...~-Le gemí en el oído, haciendo que esos golpeteos aumentaran y me hicieran retorcerme de placer.- M-mierda...-Volteé mis ojos con lágrimas, daba justo en mi punto. Pero no paraba de tenertarlo, quería que se volviera loco.- j-justo ahí~.-Lloriqueé excitado, apretando más y hechando mi cabeza hacia atrás.- Z-zalgo...-Aumentó tanto las embestidas que me costaba hablarle, cada cosa que decía le hacían ir más y más rápido.- ¡A-ahHh~! ¡S-sí~! ¡A-agHh~! ¡M-mHHh~!-Le miré a los ojos, él estaba tan sonrojado, rasguñando mi cintura y trasero.
Z: Mierda, Jeff... M-me vuelves loco... ¡M-mghh~! Y-yo...-Se aferró con fuerza a mis caderas y mordió mi cuello al venirse.
Ambos dimos un grito de placer. Algo ronco. Y yo me volví a venir con algo de vergüenza. Joder... Dos veces...
Le miré jadeando agitado y con espasmos, se sentía demasiado bien. Acaricié mi torso lleno de mi escencia y le sonreí erótico, recibiendo una mirada de vergüenza y un beso apasionado. Creo que no vamos a parar en algo de tiempo~.

Atrevido [Jeff × Zalgo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora