Capítulo 22

248 41 6
                                    

Jisung anotó otro gol.

Chocó los puños con Jeno y siguió corriendo por el campo.

Había mejorado mucho ese semestre, pero en ese momento no podía importarle menos.

¿De qué servía estar sacrificando la piel de sus muslos con ese short ridículamente corto si Sicheng ni siquiera lo estaba viendo?

El mayor lo estaba ignorando, como en todos los entrenamientos, por estar hablando con el estúpido profesor Wong.

Imbécil.

El sonido del silbato se hizo presente y el entrenador los llamó a todos para una rápida reunión.

Les dio una breve retroalimentación y los dejó ir.

Jisung caminó hacia su mochila, mirando de reojo a Jaemin observándolo mientras mantenía una conversación con Jeno.

De mal humor, decidió que no podía soportar un segundo más en las instalaciones y que iría directamente a casa, importándole poco si apestaba o no.

Se dirigió al estacionamiento vacío y abrió la puerta trasera de su camioneta para arrojar su maleta.

Mierda.

Maldijo sonoramente al mal hábito de arrojar las cosas sin ningún orden y se inclinó un poco para comenzar a acomodar todo de mala gana.

¿Ese era un cono de tránsito?

- ¿Estás tratando de seducirme? – bromeó una voz grave tras de él.

Miró sobre su hombro, distinguiendo al alto hombre observarlo con curiosidad.

- No – bramó.

El otro frunció el ceño.

- ¿Cuál es tu problema? –

El menor irguió su postura y cerró con un portazo.

- Deja de aparecerte en los entrenamientos. Me irritas –

- ¿Perdón? – alzó las cejas – yo no voy a molestarte, voy a charlar con mi amigo, lo sabes. Ha sido así desde siempre –

- Pues deja de hacerlo – exigió – verte ahí coqueteando con Wong no es divertido –

- ¿Coqueteando? – entornó los ojos - ¿estás celoso? –

Jisung jadeó ofendido. 

- ¿Celoso? – rió seco – bájate de tu nube, Dong –

- ¿Por qué estás tan molesto conmigo? Fuiste tú quien lo jodió –

- ¡Ya sé! – agitó sus manos - ¡no tienes que recordármelo, lo hago por mí mismo todos los putos días! –

Silencio.

Doloroso, persistente y tenso silencio.

- Ya me quiero ir – susurró el menor, tomando la manija de la puerta del conductor.

Sicheng tomó su brazo para detenerlo y lo acorraló contra el metal.

El chico giró su rostro hacia él pero cerró los ojos con fuerza.

- Jisung, mírame –

Cumplió la orden lentamente, encontrándose con la mirada del mayor. 

- ¿No vas a disculparte? –

- ¿Vas a perdonarme? – preguntó con voz inestable.

- Trata –

Tomó un suspiro pesado.

First lessonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora