Capítulo 12

233 40 2
                                    

Babe

20:24

¿Estás seguro de que tus padres me esperaban?

Se ven bastante incómodos

20:25

Estás siendo paranoico

El menor levantó la vista hacia sus mayores, quienes los examinaban cuidadosamente, haciendo conversaciones casuales y sin ninguna relevancia.

Sabía que John tenía razón, pero no había ningún motivo por el que sus padres estuviesen actuando tan extraño si habían sido ellos mismos quienes habían planeado esa reunión.

Simplemente no lo entendía.

- Entonces – dijo su padre - ¿eras su maestro? –

- De contabilidad – asintió.

- ¿Cuántos años tienes? – interrogó su madre.

- 26, mamá. Ya te lo había dicho – murmuró Sungchan, avergonzado.

- Siete años parecen mucho, ¿no? – gruñó el hombre.

- ¿Importa? – defendió el menor.

- Sólo digo que no encuentro un motivo lógico por el que un hombre mayor y atractivo busque a un pequeño mocoso para iniciar una relación –

- No sé qué decir – confesó John, tensándose.

- No hay nada que decir, muchacho – se encogió de hombros – es normal que te sintieras atraído por el joven ingenuo –

- Cariño, basta con eso – reprendió la mujer.

- ¿Al menos subió tus calificaciones? –

Okay, eso era muy incómodo.

- Pa... -

- Digo – rió – tendría que valer la pena que hubieses trabajado sobre tu espalda ¿no? –

- Disculpe – interrumpió John de golpe, sintiéndose furioso – no me gusta lo que está insinuando, señor Jung –

- No es una insinuación – frunció el ceño – estoy siendo claro con mi idea de que usted se está aprovechando de mi hijo –

- No lo hago – aseguró - ¿por qué estaría en una relación de ser así? –

- ¿Para retenerlo hasta que encuentre a alguien de su edad? – obvió.

- Papá... -

- Guarda silencio – ordenó mirándolo.

- Estás siendo demasiado – continuó.

- Lo siento, hijo – sonrió con sorna – no sería demasiado si no hubieses decidido acostarte por un maldito número –

El menor lo miró herido y John se levantó de la mesa.

- Y escuché demasiado – bramó.

Sungchan lo miró, temeroso de que las tonterías que su padre había hablado sobre él lo hubiese molestado lo suficiente para hacerle abandonarlo.

- ¿A dónde vas? – susurró.

- A casa – respondió, tratando de tranquilizarse – creo que ustedes tienen muchas cosas que aclarar –

First lessonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora