Rodé mis ojos hacia los suyos cautelosamente, por un rato me encontré mirando pasmado sus labios, ella se dio cuenta y sonrió, lo que me obligo a dejar de observarla así.
-Blue.
-Jim. - sonrió.
-¿Por qué estabas sola en frente del palacio de Westminster?
-Bueno... nunca había visto el palacio de cerca y quería verlo... - respondió insegura.
-¿Nunca? - pregunté algo confuso.
-Nunca, es que mis padres no me dejan recorrer la ciudad entera sola, entonces eso me impedía ver el palacio.
-Bueno eso es normal, Londres no es precisamente pequeño, pero... ¿ahora si te dejarán verdad? Tienes 18 años.
-¡Claro! - rio.
Salimos de la plaza Trafalgar para dirigirnos al metro. Hablábamos de nosotros mismos, de nuestros gustos musicales, artísticos, etc. Blue era una chica bastante inteligente, me gustaba ver que en sus ojos rebosaba interés y curiosidad por las cosas, por la vida, sus misterios y sus escasas maravillas.
-Jim, ¿desde cuando te gusta la poesía? - me preguntó Blue curiosa.
-Supongo que desde que a Valle-Inclán le gustaban los animales. - vacilé. - No lo sé, la verdad. La poesía me gustaba desde pequeño, se que puede sonar raro, mientras que los demás niños jugaban en el parque a fútbol o cualquier otra actividad física, yo leía durante un rato poesía, de lo que fuera, aunque no entendía absolutamente nada, la jerga era excelente.
-Debías de ser muy tierno. - me dijo alegre.
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Blue
Romance"Los ligeros y abundantes copos de nieve cubrían la iluminada ciudad algente, hermosa. Pero no tanto como la chica que la miraba con ojos conmovidos y alegres. Creí nunca haber visto a esa chica por la ciudad pero una sensación más bien íntima me de...
