Casa segura 《94》

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Omnisciente

Varios meses después.

Día antes de la red bull

Ambos estaban muy emocionados y nerviosos, ya que a pesar de las insistencias del morocho. Stefania seguía firme en su idea de oficializar definitivamente, cuando salga campeón *a pesar de que tecnicamente eran novios, pero sin ese maldito título que  tanto le estaba costando conseguir al rapero y por más de que no era necesario, él lo queria*

Lo cual le hacia sentir una gran presión al Palacios que empezaba a dudar si iba a poder, pero por suerte no dejaba consumirse por esos pensamientos. Ya que estaba seguro de que lo quería hacer para la rubia y ella le tenía demasiada confianza, lo que lo tranquilizaba bastante.

Stefi estaba llegando a la casa Palacios, ya que estuvo con trabajo. Muchisimos temas que estaba preparando lo cual estaba muy emocionada, además de sobrecargada de tanto maquineo para elegir y buscar lo mejor para cada tema y ft, Pero a pedido de su por ahora no novio, decidió dejar todo en pausa un rato e ir a su casa, ya que él le habia casi suplicado que pasara la noche con él, debido a que cualquier nerviosismo o miedo se desaparecia cuando estaba con su rubia.

Tocó el timbre de la casa e inmediatamente un morocho todo despeindado apareció en su visión, la habia estado esperando atento desde que ella le escribió que ya habia salido de su casa.

"Llegó nuestra salvación" gritaba de fondo Camilo

- Holaa monito *sonrió divertida al escuchar los gritos del mejor amigo de Mateo*

T: Chiquitaa *dijo alegre para después tomarla de la cintura, dejarle un beso y hacerla entrar*

Pedro: Tu pendejo está insoportable *fue como la recibieron, Stefi media aturdida intentaba entenderlos*

- Mí pendejo¿? *dijo pero luego fue interrumpida por otra queja*

C: Sí, a ver si haces algo para que baje un poquito lo cambios, porque ya ni dormir tranquilo en mí habitación puedo *ella frunció el ceño, ¿Su habitación? ¿Tenía habitación? ¿Hace cuanto tiempo no piso esta casa? Eran algunas de las miles de dudas que lograron generar en menos de 2 segundos*

T: Estaba nervioso *se defendió, haciendo que de a poco Stefania se vaya dado cuenta de lo que hablaban*

- Estabas?

T: Estaba. Ahora ya no *afirmó seguro, él la miraba fijamente haciendo que elefantes "pisoteen" sus estomagos, porque sin dudas era más fuerte que mariposas; la tomó de la cintura y la pegó a él para besarla*

Ella sonrió pero se sonrojó al ver con la ferocidad que el morocho la besaba frente a su flia, aunque a él poco le importaba.

Ya hasta se habia olvidado de que seguían existiendo en el mismo espacio y tiempo en donde él se encuentra devorando los labios de la cantante.

Estaba tan sumido en esa extraña cosa que se forma con la presencia de su chica, que por momentos parecia ajeno a la realidad.

Sus amigos y familiares decian que ellos estaban en una burbuja cuando se juntaban, porque no era nada más que eso, él, ella y el aire. Aunque a veces se olvidaran de como respirar.

Una toz finguida los regresó a la tierra.

Pedro: Esto era lo que se necesitaba parece.

Rubia Hueca -Trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora