Entre la espada y la pared 《60》

1.5K 115 107
                                    

Stefania

Estaba durmiendo lo más tranquila, hasta que me levanté porque escuché un ruido muy fuerte, abrí de a poco mis ojos dejandolos acostumbrarse a la claridad de la pieza y  ví a Joaco agachado de espaldas a mí.

Sonreí y como él no se dió cuenta que me levanté, me acerqué despacito.

- CORDOVERO! *le grite en el oído, haciendo que él pegué un grito y se agarre el pecho al verme despanzarme de la risa*

SK7: Boludaaaa! *soltó todo el aire que pudo*

- Jaja que cagada te mandaste Joaquín *inmediatamente me sonrió inocente, tapando con su cuerpo, lo que sea que rompió*

SK7: Bueno, viste ese perfume riquisimo que siempre  dejas en tu mesita de luz? *estaba jugando con sus deditos, parecia un nene cuando sabe que lo van a cagar a pedos y yo por dentro me derretía de amor. Pero  lo miré seria y elevé una ceja*

Sus cachetitos rojos y su sonrisita de costado me podian mucho, además de que ya sentía el aroma a su perfume. Que sin duda es el perfume más rico que existe, no solo de hombres , sino perfumes en general.

SK7: Yo venía re en una, concentrado en no despertarte y no tirar nada de eso*señaló una bandeja con un gran desayuno, que no había visto, sobre mí mesita de luz, no sé puede así, yo que hago con esto, me tengo que casar*

SK7: Cuando apoyé la bandeja en la mesita, no lo ví y se estaba por caerse pero lo agarré y cuando hice eso, me pegué el dedito chiquito del pie, contra la cama y lo tiré a la mierda.

SK7:  Perdón *hizo un pucherito*

- Jajaj está bien chini, es un perfume noma' *le sonreí y me acerqué para dejarle un piquito, ya que todavía no me habia lavado los dientes*

- Eso lo hiciste para mí?

SK7: Sip, para recompensarte que ayer no pude venir.

- Sos hermoso pendejo, no podes ser tan tierno * lo abracé*

Le avisé que me iba a cepillar los dientes, mientras él se acomodaba en la cama.

(...)

Ya habiamos terminado de desayunar y me estaba cambiando para acompañarlo a la casa de Khea, tenía que buscar a Kobie, el perro del niño rastas, porque se iba de viaje y Seven lo iba a tener que cuidar.

A penas terminé de cambiarme, me puse otro perfume, porque no puedo salir de casa sin perfume, charlamos un rato con mís viejos y salimos de mí casa.

Khea: Che pollera, me tiras por el estudio? *ya habiamos llegado a la casa, metimos a kobie en los asientos de atrás, conmigo*

SK7: En la ruta te voy a tirar a vos otaku, pero está bien, subí *me reí ante las celebraciones de su mejor amigo y se subió de copiloto*

- Chini, chini, chini. Me dejas manejar? *le pregunté cuando frenamos en el estacionamiento del starbucks porque resulta que Ivo no habia desayunado y jodio tanto que tenía hambre que Joaco lo tuvo que traer acá, nosotros nos quedamos en el auto*

SK7: Tefi, no sabes manejar

- Pero aprendo en la marcha, además sé maso menos, mí viejo me enseñó un poco y me acuerdo *le hice puchero pero él negó*

- Joa *volví a decir después de unos minutos en silencio*

- Me dejas manejar? *volví a instir, podía ser muy caprichosa cuando queria, él bufó pero asintió*

Rubia Hueca -Trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora