𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 7

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Draco

—¿Llevaron a Blake al calabozo? — Pregunta el rey de los vampiros tras haber visto a sus vasallos entrar al gran salón donde nos encontrabamos nosotros para hablar.

—Le inyectamos mucha agua bendita, no escapara de ahí mí señor — Le dice Cristal inclinando la cabeza en forma de respeto.

—Bien hecho, pueden ir a descansar.

—Gracias, señor — Aquiles da media vuelta y sale del gran salón junto con Cristal.

Una vez qué los vasallos se fueron del salón el silencio nuevamente invadió por completó todo el lugar, honestamente no me sentía cómodo estando aquí pero, ¿Qué puedo hacer?, ellos quieren hablar y yo accedí a venir.

—Lo qué me tengan qué decir qué sea rápido, tengo qué volver a Bransov — Digo mirando a los reyes de los vampiros los cuales se encontraban enfrente de mí sentados en otro sofá —.Bien hablen yo no los interrumpire sus majestades.

—Estás molesto, y estás en el derecho de estarlo — Drake habla primero.

—¿Molesto?, na, qué va, molesto no es la palabra qué usaría para describirme en esté momento, digamos qué sí en esté momento el diablo estuviera aquí él me tendría miedo a mí, así qué molesto no estoy — Doy una sonrisa falsa —.Lo qué estoy es endemoniado.

—Déjanos explicarte por qué nunca te llamamos por favor — Súplica mamá.

—Haber...— Cruzó mis dos brazos —.Los escuchó.

—Nunca fue nuestra intención dejarte solo en Canadá, Draco sí nos comunicabamos contigo Van Helsing podría saber en dónde estabas, teníamos la sospecha de qué nos estaba vigilando en cada momento — Me explica mí padre —.Por eso nunca nos pusimos en contacto contigo.

—Solamente tratábamos de protegerte — Dice mamá.

—No les creó, bien pudieron haber enviado un maldito mensaje de texto, ¿Qué no saben para qué sirven los celulares?, ¿O qué tenían miedo de qué Van Helsing tuviera Facebook también?

Ambos se quedan callados.

—No tienen excusas, me abandonaron por años, estaba solo.

—Tienes qué comprendernos... — Dice el rey en voz baja.

—¡¿Y a mí quien mierda me comprende?! — Gritó molesto mientras me ponía de pié y dos lágrimas se deslizaban por mis mejillas, estaba arto de sus mentiras —.¡¿Eh?!, ¿Quién me comprende?, me dejaron solo por años en un lugar qué apenas y conocía, yo solo era un niño de seis años, ¿Ustedes sabían la soledad qué sentía en mis cumpleaños?, no, no lo sabían por qué ustedes estaban muy ocupados viviendo de nuevo y criando a Samantha, haber, ¿Por qué a ella no la mandaron lejos también?

—Por qué ella nació cuando yo ya era vampiro, no tenía genes humanos cómo tú — Dice mí mamá haciendo qué mí irá se incrementará más.

Bufó.

—Entonces aquí el del problema soy yo, el maldito monstruo chupa sangre, el qué se tiene qué esconder del mundo entero ya qué es un peligro.

—No eres un monstruo.

—¿A no?, entonces, ¿Por qué me tengo qué esconder sí no soy un monstruo, una abominación?, papá — Limpio mis lágrimas con mí manga derecha de la chaqueta —.Yo nunca pedí ser quien soy, yo nunca pedí tener estos poderes, yo nunca pedí ser una abominación de la naturaleza vampiríca.

El Heredero Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora