𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 5

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Draco

—¿Y bien? — Mí padre cruza sus brazos de forma molesta esperando qué yo le respondiera, qué tonto ¿Cómo se atreve a pedirme explicaciones? —.Estoy esperando qué me digas, ¿Qué estás haciendo en Transilvania?

—No tengo por qué responderte nada — Le digo tranquilamente —.¿Con qué cara vienes a pedirme explicaciones sí en todo esté tiempo no se dignaron a preguntar por mí?, no tienes derecho.

—Gema me contó lo qué está rodando por tú cabeza desde hace unos años, justo después de haberme dicho qué te habías vuelto vampiro y qué habías escapado como un criminal de Canadá — Me dice él, camina hacia mí y se pone delante mío —.No puedes estar aquí.

—¡¿Y por qué?!, ¡¿Eh?! — Lo enfrentó, estaba cansado de esto —.El trato era qué cuando activará mí gen de vampiro yo volvería, pero después me enteré qué no bastaba con eso para mí regreso, ahora resulta qué tenía qué esperar a qué ustedes autorizaran mí regreso, ¿Qué pasa, padre?, ¿Temes qué arruine tú nueva vida?, ¿Temes qué yo el vampiro abominación sea un peligro para tú nueva hija?

Tenía qué decirlo, no lo podía seguir retenido.

—¿Lo sabes?, ¿Cómo?

—Eso es lo qué menos importa ahora — Respondí fríamente —.Al principio no lograba entender por qué no me llamaban ni siquiera en mis cumpleaños, ahora ya lo sé, estaban muy ocupados viviendo su vida con su hija qué se olvidaron de mí, se olvidaron del peligroso vampiro qué años atrás habían traído al mundo, ¿Pero sabes qué?, ya no me importa, ya no los necesito, por mí pueden seguir jugando a la familia feliz yo no regresé a Transilvania por ustedes.

—¿Entonces?, ¿Por qué volviste?

—Por Van Helsing, vine a matarlo yo lo reviví, ¿Lo olvidaste?, mí deber es regresarlo a la tumba — Le doy la espalda —.Una vez qué maté al cazador me iré nuevamente de Transilvania y nunca más me verán.

Miró a Caín.

—Vámonos, Caín aquí no tengo nada qué hacer — Le digo.

—A la órden.

Cuando me disponía a dar un paso sentí cómo mí padre me tomaba del brazo derecho, tras su acción desvíe mí mirada hacia él.

—Sueltame.

—No, no te vas a ir, al único lugar al qué vas a ir ahora mismo es al palacio.

—¿Al palacio?, no lo creó — Me libero de su agarré —.No voy a ir a ningún lado contigo.

—No te estoy preguntando, Draco te lo estoy ordenando.

—No vengas a marcar tú autoridad conmigo, puede qué seas el rey de los vampiros, y qué ellos te obedezcan cómo perros entrenados, pero yo no, tú ya no tienes autoridad conmigo, ni cómo rey, ni cómo mí padre.

Trato de darle la espalda de nuevo pero él lo evita tomándome del cuello de mí playera.

—Cuida tú boca, mocoso insolente — Dice furioso —.Dije qué vendrás conmigo, y lo harás por las buenas o por las malas.

—Prefiero qué sea por las malas.

Él estaba por decirme alguna tontería pero fue interrumpido por mí tío quien comenzó a reír.

El Heredero Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora