𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 55

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Caín

—¿Dónde está Leo? — Pregunta Samantha mirándome algo sería —.Espero qué no le hayas hecho nada malo.

—Despreocúpate, princesa Samantha — Comenté con la misma seriedad —.No le hice nada, simplemente él se fue a casa después de haber aprendido cosas vampirícas.

—¡¿Lo dejaste ir?!

—¿Y qué querías qué hiciera?, ¿Qué lo encerrara en una ataúd?, él se quería ir a casa para cuidar a su abuela y yo no podía negarme.

—Tonto, Leo aún necesita más dosis de la rosa del vampiro, no podías dejarlo ir.

—¡¿Qué?!, pero sí tú dijiste qué le habías dado la rosa y qué todo había salido bien.

—Sí, pero la segunda vez qué le dí sangre se descontroló un poco, aún necesita más de la rosa del vampiro, Caín, tenemos qué ir por él ahora.

—Lo siento yo ya cumplí, ahora es tú problema.

—¡Tú actitud ya me tiene harta, estoy segura qué estás así por qué ocultas tus sentimientos hacia Draco! — Me grita.

—Cállate.

—¡No!, ya no me voy a callar tienes qué ser valiente para qué esa mala actitud tuya se vaya completamente, por esa mala actitud estás haciendo qué te odié.

—Pues ódiame, pero es tú amigo, tú problema ahora.

—Eres un...

Ella da media vuelta y sale de la habitación en dónde nos encontrábamos.

—Tenía qué ser una niña caprichosa.

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Fanny

—¿Draco? — Lo llamé tras haber despertado y notado qué él ya no se encontraba a mí lado.

Me levanté un poco de la cama, me cubrí con la sábana y me recargue en la cabecera de la cama recordando todo lo qué había pasado anoche, no pude evitar qué una sonrisa se dibujara en mí rostro, anoche fue mágico, fue algo especial para mí.

Pero aún con todo lo qué pasó ayer, no dejo de pensar en las palabras de Sebastián Blackwood, ¿Qué plan tendrán?, dijo qué me incluía a mí pero, ¿Yo qué puedo hacer?, soy una simple humana sin nada de poder, espero qué sea lo qué sea qué ellos estén planeando lo pongan en marcha rápido, no quiero qué Draco salga herido.

Me levanté de la cama, tome mí ropa y me vestí, camine hacia la puerta de la habitación, la abrí, salí al pequeño pasillo y me dirigí hacia la sala de estar de la cabaña para ver sí Draco se encontraba allí pero nada, él no estaba.

—¿Dónde se habrá metido?

Estaba por caminar hacia la cocina para preparar algo para comer pero un ruido afuera de la propiedad de los Blackwood me llamó la atención, camine hacia la puerta de la cabaña, abrí la puerta y vi a Draco afuera y toda la entrada a la cabaña estaba repleta de hermosas rosas rojas, rosas, blancas, violetas, amarillas, naranjas y negras, era cómo un enorme jardín.

Draco al escuchar el sonido de mis pasos dio media vuelta y me sonrió.

—Despertaste.

El Heredero Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora